Este artículo se publicó hace 13 años.
Vuelve a España 'la maleta mexicana' de Robert Capa
"Fue en España donde nuestra generación aprendió que uno puede tener razón y ser derrotado, que la fuerza puede destruir el alma y que hay veces en que el coraje no tiene recompensa. Esto es, sin duda, lo que explica por qué tanta gente, el mundo entero, siente el drama de España como una tragedia personal", escribió Albert Camus en su Prefaci, L'Espagne libre de 1946. Estas palabras del autor de El extranjero cierran la exposición La maleta mexicana. El redescubrimiento de los negativos de la Guerra Civil Española de Capa, Chim y Taro, que se puede visitar en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) hasta el 15 de enero.
Decir que se trata de una muestra muy esperada es quedarse cortos, ya que es la primera vez que se pueden ver en España las fotografías perdidas que Robert Capa, Gerda Taro y David Seymour, Chim, realizaron durante la Guerra Civil. El rastro de ese material se perdió en 1939, cuando el fotógrafo y ayudante de Capa, Tchiki Weiss, se las llevó de un París amenazado por los alemanes.
Es la primera vez que se expone en nuestro país este material
Weiss tenía el propósito de sacar de la Francia de Vichy la maleta que había preparado Capa y viajó en bicicleta hasta Burdeos con ese equipaje peculiar que contenía 126 carretes fotográficos con 4.500 instantáneas tomadas entre mayo de 1936 y marzo de 1939 por este trío de fotoperiodistas que mostró el drama español al mundo. En 1995, la maleta que albergaba ese valioso material fotográfico apareció en México, y en 2007 llegó al International Center of Photography de Nueva York (ICP). Tras un exhaustivo periodo de estudio, buena parte de esas imágenes se pueden visitar en una exhibición que también viajará a Bilbao y a Madrid.
El montaje presenta unas 70 fotografías de las cuales 50 son copias de época además de contactos ampliados de algunas series completas, así como documentos que permiten contextualizar las imágenes, y revelan el impacto que tuvieron en el momento de ser publicadas. "Todo ese material aporta una información interesantísima sobre momentos cruciales del conflicto y sus protagonistas, al mismo tiempo que arroja luz sobre la manera de trabajar de los tres fotógrafos, pioneros del fotoperiodismo", apuntó la comisaria de la muestra y conservadora del ICP, Cynthia Young.
Tres fotógrafos, un objetivo
En la muestra, Capa comparte el protagonismo con Taro y 'Chim'
Aunque su nombre es el más popular, Robert Capa no protagoniza la exposición. "Por primera vez dedicamos la atención que se merece a Chim. Él, Taro y Capa trabajaban juntos en un estudio de París, y estos negativos permiten entender mejor su trabajo e identificar la autoría de cada imagen. Por eso, el valor de lo que había en la conocida maleta mexicana no es seleccionar las 50 mejores fotografías, sino transmitir el valor del conjunto", argumentó Young.
La exposición no presenta fotografías de gran tamaño sino una selección de imágenes reproducidas a un tamaño discreto, acompañadas de un torrente de hojas de contacto. Para apreciar el contenido de los negativos puede que el visitante eche de menos una lupa, pero según cuentan los responsables del montaje, para eso está el catálogo editado en español por La Fabrica.
El recorrido, distribuido en ámbitos temáticos, arranca antes del estallido de la Guerra Civil y concluye en los campos de concentración de Francia. Están presentes las imágenes que realizó Gerda Taro en la batalla de Brunete en la que murió arrollada por un tanque en julio de 1937, y también las fotografías que tomó en Valencia de la inauguración del Segundo Congreso Internacional para la Defensa de la Cultura. Cita a la que acudieron unos 200 escritores de distintos países para condenar el fascismo.
Estos fotoperiodistas enseñaron al mundo el drama de la Guerra Civil
Destacan las fotografías que Chim hizo en la Barcelona de 1936 del estadio de Montjuïc acondicionado para acoger y alimentar a los refugiados que intentaban escapar. La revista francesa Regards reproducía en el número del 19 de noviembre estas imágenes, entre las que conmueve la de una niña con la mirada aterrada que sostiene un muñeco en cada mano.
Los tres fotógrafos se forjaron como fotoperiodistas en España, y con su trabajo comprometido contra el autoritarismo mostraron al mundo unas imágenes que la España fascista ocultó.
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