El viaje que salvó los cuadros de los bombardeos
Los salvadores de los lienzos del Prado durante la Guerra Civil reciben la Medalla de las Artes
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Las Meninas de Velázquez volverán mañana a ver su sala del Museo del Prado llena de gente. Pero en esta ocasión será para rendir homenaje a todos los que colaboraron en su salvación durante la Guerra Civil. Será también el primer acto cultural de la presidencia española de la Unión Europea. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, entregará la Medalla de la Orden de las Artes y las Letras de España a los representantes de todos los museos y descendientes de personas que formaron parte de la creación del Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros de Arte Españoles.
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Al término del acto se inaugurará en el bulevar central del paseo del Prado la exposición Arte Salvado. La muestra, abierta hasta el 21 de marzo de 2010, pretende, según su comisario, Arturo Colorado Castellary, "sacar la cultura a la calle y popularizar los hechos narrados", mostrando el largo viaje que las obras del Prado hicieron desde Madrid hasta su salvaguarda en Ginebra.
Este es el primer acto cultural de la presidencia española de la UE
Los hechos fueron los siguientes: con Madrid asediada por los bombardeos, la Segunda República decidió crear la Junta Central del Tesoro Artístico con el fin de poner a salvo en el Museo del Prado las principales obras de arte de diversos museos e instituciones de Madrid.
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Pese a ello, la agónica situación de la capital provocó la toma de una decisión complicada: la evacuación de las principales obras de arte con el fin de preservarlas de los bombardeos. Así, tan sólo unos días antes de que el Museo del Prado fuera bombardeado el 16 de Noviembre de 1936, se inició un viaje hacia Valencia con más de 20.000 obras, entre las que se encontraban cuadros de Goya, Velazquez o El Greco.
Más de 20.000 cuadros salieron de Madrid hacia Ginebra
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Un viaje sin precedentes que, según Colorado Castellary, marcó un antes y un después en la salvaguarda del arte en caso de conflicto, puesto que "el traslado supuso un cambio en la normativa internacional y, desde entonces, se aconseja la evacuación de las obras de arte en el desarrollo de conflictos bélicos".
Tras miles de vicisitudes en el camino, las obras llegaron a Figueras en 1939. La zona estaba sufriendo continuos bombardeos. La neutralidad internacional provocó la creación, al margen de los gobiernos y de la Sociedad de Naciones, de un Comité Internacional para el Salvamento de las Obras de Arte Españolas formado por personajes anónimos amantes del arte y los principales museos del mundo, que consiguieron la financiación necesaria para que las obras cruzaran los Pirineos.
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El 3 de febrero de 1939 se firmó con la Segunda República el Acuerdo de Figueres, que garantizaban que todas las obras pertenecían al pueblo español y que debían regresar al país al finalizar la contienda. Para Colorado Castellary, "la creación de este Comité supone un precedente del concepto de patrimonio de la humanidad, ya que sus miembros actuaron al margen de cualquier tipo de motivación ideológica o política" y marcó también "un precedente de defensa de la cultura europea".
Franco exigió la devolución de las obras, pero nunca saldó la deuda
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Al finalizar la contienda, el Gobierno franquista acusó a la Segunda República de expolio y demandó la devolución inmediata del tesoro al Comité Internacional. Ante la presión franquista se devolvieron las obras de arte. Sin embargo, tras recuperar el material, "las peticiones de devolución de los gastos por parte del Comité Internacional no fueron atendidas por Franco que se negó a pagar dicha deuda". Por ello, Colorado Castellary considera que el acto que tendrá lugar mañana supone "un reconocimiento que, tras 70 años, subsana oficialmente una deuda histórica".