Este artículo se publicó hace 13 años.
La UE registra varias editoriales por pactar precios en los ebooks
La Comisión sospecha que incurren en una actividad ilegal
La Comisión Europea "tiene motivos para pensar" que el sector del libro electrónico, en pleno desarrollo, "ha violado las reglas de competencia de la Unión Europea que prohíben los cárteles" pactando precios de sus ediciones. Un escueto comunicado del Ejecutivo comunitario anunció así lo que podría convertirse en una gran investigación de los editores de libros electrónicos.
El martes, los técnicos europeos se presentaron en la sede de varias de las empresas clave para inspeccionar por sorpresa sus prácticas y documentos internos. La Comisión teme que las empresas del sector estén llegando a acuerdos para fijar precios, limitar la competencia entre compañías y lucrarse con ello. Bruselas es la máxima autoridad en materia de competencia y no tolera las distorsiones en el mercado, llegando a imponer grandes multas a las que pretenden perjudicar a los posibles rivales.
Hachette, Albin Michel y Gallimard recibieron la visita de los inspectores
Según la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), no hay ninguna española entre las investigadas, informa la agencia Efe. La lista de compañías no es pública, pero algunos de los gigantes culturales franceses, como Hachette, Albin Michel, Flammarion y Gallimard, recibieron la visita de los inspectores de Bruselas, según la prensa francesa, que cita a uno de los directivos de estas compañías quejándose del comportamiento "de cowboy" de los investigadores.
Google Books, la gran apuesta del rey de las búsquedas en el sector editorial, no ha sido investigada, según fuentes de la compañía. "Las inspecciones se han dirigido a los editores, por lo que nosotros no estamos implicados. Sólo hacemos accesibles en internet los libros que los editores deciden", aseguraron las mismas fuentes a este diario.
En Estados Unidos y Reino Unido hay abiertas varias investigaciones para determinar si las editoriales están pactando precios entre sí y con las empresas de comercialización final de los libros electrónicos. Uno de los casos norteamericanos, en el estado de Connecticut, está analizando el comportamiento de Amazon y Apple, dos grandes del sector.
Una editorial se quejó de la actitud "de cowboy'" de los investigadores
Según Antonio María Ávila, director ejecutivo de FGEE, las investigaciones podrían estar relacionadas con el proyecto de ley que se discute en Francia sobre el libro electrónico y la lucha con empresas norteamericanas como Amazon. "Esa es la batalla de fondo", aseguró Ávila. Las leyes españolas permiten a cada editorial fijar un precio fijo para sus libros en el mercado nacional, recuerda.
Peligrosa cooperaciónLa legislación francesa, que será reformada próximamente, permitirá cierta cooperación de las editoriales para fijar precios e impondrá limitaciones en las rebajas de las tiendas, algo que probablemente viole también las leyes europeas.
La Comisión aseguró ayer que sus inspecciones sorpresa no implican que el departamento que dirige Joaquín Almunia haya declarado culpable a nadie, pero anunció que sí podrían conducir a una investigación en profundidad. Bruselas recordó además que la ley no le impone ningún plazo para abrir o cerrar una investigación, pero que todos sus pasos incluirán la cooperación con las autoridades en materia de competencia de los países a los que investigue.
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