Este artículo se publicó hace 14 años.
El teatro pierde casi un millón de espectadores
Las salas pierden casi un millón de espectadores en 2009 y se montaron 4.000 obras menos, según SGAE. El cine crece por primera vez en cinco años
El teatro sufre. En 2009 perdió casi un millón de espectadores respecto a la temporada anterior. La producción también recibió un tajo sangrante: 4.000 obras menos. Un panorama preocupante que convive con una contradictoria taquilla: si en 2008 se recaudaron 190 millones de euros, en 2009 la cifra ascendió hasta los 200, un 5% más.
La crisis económica, la preponderancia de las grandes producciones y el incremento de los precios de las entradas son la causa de estas cifras, dadas a conocer ayer en la presentación del Anuario SGAE de las artes escénicas, musicales y audiovisuales, un pormenorizado informe donde se detallan los hábitos culturales de los españoles durante el año 2009.
«Antes venían una vez al mes, ahora cada dos meses», dice Javier Yagüe
"La recaudación en el teatro aumenta porque ha crecido el número de espectadores de eventos, gente que va puntualmente al teatro y se gasta el dinero en una ocasión especial. Pero el verdadero público del teatro, el que va de forma continuada, ha descendido", dijo ayer a Público Javier Yagüe, director de la sala Cuarta Pared de Madrid, que estima que en la última temporada ha perdido un 15% de audiencia.
Junto a la música, que en esta ocasión también tropieza en el que ha sido su fuerte durante la última década, los conciertos, el teatro ha recibido el mazazo más contundente. De casi 16 millones y medio de espectadores en 2008 a poco más de 15 millones y medio en 2009, una cifra que se sitúa un poco más alto que los niveles de 2006. El cine, en cambio, vuela alto al lograr su primer aumento de espectadores en cinco años.
En referencia a las superproducciones teatrales, el director y actor Carlos Marquerie cree que "habrán subido el precio de las entradas", algo que funciona en el cine. Como explicó ayer el director general de SGAE, Francisco Galindo, "la demanda en el cine es inelástica. Sólo en casos de aumentos de precio muy llamativos el espectador deja de acudir a las salas". Quizás eso explique el éxito de las proyecciones 3D, que en opinión de Galindo "son responsables del aumento de espectadores en el cine. Las tres películas más taquilleras del año son de animación".
Un espectador huérfanoJavier Yagüe desconfía de los números y prefiere no relacionar el aumento de la taquilla con la buena salud del teatro. Para él, "las obras espectaculares fagocitan al público habitual, que es probablemente el que necesita más cuidado y apoyo por parte de las instituciones". En la Cuarta Pared no han subido los precios: "Nuestro público no tiene un poder adquisitivo muy alto. El descenso de público se debe a que si antes un habitual venía a una obra al mes, ahora viene a una cada dos meses. Si aumentáramos el precio se notaría".
La crisis económica no solo afecta a la taquilla: también golpea a la producción. El teatro depende de las ayudas públicas, que en tiempos de recesión comienzan a titubear o, directamente, a desaparecer. El Gobierno de Aragón, sin ir más lejos, ha suspendido su financiación, dejando indefensos a espacios míticos como Arbole y El Teatro de la Estación, según explica Alberto García, director de la sala DT de Madrid y miembro de la Red de Teatros Alternativos. "Somos espacios semipúblicos y nos sostienen unas instituciones que en estos momentos tienen las arcas vacías. Este año, el dinero ha llegado muy tarde. No hemos sufrido un descalabro económico, pero sí graves problemas de liquidez. Y claro, nosotros no tenemos posibilidad de solicitar una línea de crédito", lamenta García.
Cuando toca malvivirJavier Yagüe coincide en el diagnóstico: "Cuando hacías una gira era normal que el ayuntamiento de turno te pagara a un mes o tres meses vista, pero ahora se está tardando hasta un año en pagar. Toca malvivir, pagando lo que podemos y retrasando lo que no podemos". Por si fuera poco, la Comunidad de Madrid decidió abrir el abanico de las subvenciones hasta los aforos de 650 butacas, cuando antes estaban reservadas para los de 175. "Así nos quitan un pico a todos", reveló el director de la sala DT.
En Catalunya la relación con las instituciones parece más estable, tanto que dos salas han dejado la Red de Teatros Alternativos para colaborar directamente con el Ayuntamiento de Barcelona. "A la sala Beckett le cedieron un espacio en Poble Nou más grande y con más presupuesto, algo parecido a lo que ha ocurrido recientemente con la sala Brossa", afirma Federico Roda, presidente de la Coordinadora de Salas Alternativas de Catalunya.
Roda, que dirige el teatro de Ponent de Granollers, asegura no tener problemas económicos: "Nosotros trabajamos por convenios de tres años, así que estamos cubiertos. Nuestras políticas activas van dirigidas a captar público. Tenemos una asociación de amigos del teatro que ha puesto en marcha proyectos, como la Escuela del espectador, que generan un debate a partir de las obras".
El principal reto del teatro independiente, sobre todo en Madrid, es que las instituciones no confundan su razón de ser, basada en la experimentación y la investigación. "Somos el I+D del teatro, eso no se puede perder de vista. Algunas instituciones nos quieren considerar como pequeñas empresas, pero no es lo que somos. Nuestra butaca nunca va a ser rentable y nuestro producto no es de consumo masivo", razona Alberto García, que no duda en subrayar que trabajan "en condiciones precarias, lo que supone un gran desgaste".
La danza también ha visto interrumpido su crecimiento constante durante el siglo XXI. El número de espectáculos ha caído un 7,3%, mientras que el número de espectadores ha sufrido un derrumbe aún mayor: un 9,3%, de 1,6 millones en 2008 a 1,47.
La burbuja de conciertosLos conciertos, la joya de la corona del sector musical, se han unido en 2009 al descalabro generalizado. El número de recitales venía incrementándose a buen ritmo desde 2001, tocando techo en el boom de los conciertos que se produjo en 2008, con 138.613. La crisis económica es la responsable de que en 2009 la cifra descendiera a 130.346, pero también la burbuja en que se había convertido un sector que creció de forma desmesurada.
La música en directo perdió casi tres millones de espectadores y aquí la recaudación no se libró de la caída: 10 millones de euros menos (de 183,6 millones a 173,5). La venta de música grabada en formato físico continuó su vertiginoso descenso a los infiernos, pero la esperanza se alumbra en el terreno digital, que ya supone el 15,3% del mercado total. Joaquín Sabina, Fito y Fitipaldis y Alejandro Sanz coparon el podio de los músicos que más vendieron.
El cine presentó los mejores datos en 2009. Por primera vez en cinco años aumentó la cantidad de espectadores: 110,6 millones por los 107,9 de 2008. Francisco Galindo lo relacionó con la popularización de las proyecciones 3D, aduciendo que "las tres películas más taquilleras del año son de animación: Up, Avatar y Ice Age 3".
Por si fuera poco, aumentó la cuota del mercado español, que llegó en 2009 al 15,6% gracias al Agora, de Alejandro Amenábar y la Celda 211, de Daniel Monzón. Según el anuario de SGAE, de los 1.581 largometrajes exhibidos a lo largo de 2009, 411 corresponden a cine español, frente a los 606 títulos de nacionalidad norteamericana. Por último, el sector de los videojuegos perdió un 16% de su facturación en 2009.
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