Estas son las claves del Estatuto del Artista: paro y ventajas en la jubilación
El Gobierno aprueba un real decreto con el objetivo de poner freno a la precariedad en un sector de condiciones extremadamente complejas.
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MADRID, Actualizado:
La industria cultural está de enhorabuena. La eterna lucha del sector por hacer frente a la precariedad y a sus peculiares condiciones acaricia el ocaso. Mejor dicho, se acerca al principio del fin, porque los resultados no van a ser inmediatos. El Gobierno viene de aprobar este martes el tan ansiado Estatuto del Artista. Un real decreto tan necesario como tardío que aspira a llevar las insólitas necesidades del colectivo al tablero burocrático y legal. Es indiscutible que se trata de un avance, aunque sus efectos no se podrán valorar hasta dentro de unos meses.
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La realidad laboral del sector está marcada por la incertidumbre y la inestabilidad
El teatro, los videojuegos, la danza, el cine, la pintura, el cómic o la música. Todas las disciplinas llevaban años con la mano en alto, pidiendo ayuda para no seguir prorrogando un naufragio más que sospechado. Con la publicación de esta batería de medidas, el Ejecutivo pretende reconocer la compleja realidad laboral bajo la que trabajan tanto los profesionales artísticos como el personal técnico con el que comparten sala. Una situación marcada por la incertidumbre y los bamboleos. Hay fechas de agendas llenas, por supuesto. Pero también hay largos meses de vacío en los que el reposo, al ser forzado, no resulta placentero.
Francia, Alemania y otros países europeos ya cuentan con una legislación específica para proteger las limitaciones del gremio, una petición que el Gobierno español, después de muchas negociaciones, parece dispuesto a resolver. Entre las principales novedades, se acuerda la rebaja de los requisitos para acceder a las ayudas por desempleo y se permite que los artistas jubilados puedan cobrar tanto la pensión correspondiente como los ingresos generados por su actividad.
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Prestaciones por desempleo
Las múltiples conversaciones entre los sindicatos, las asociaciones del sector cultural y el Ministerio de Trabajo, capitaneado por Yolanda Díaz, han cosechado sus frutos. Las cláusulas para tener acceso al subsidio por desempleo se reducen sustancialmente: de los 360 días cotizados que se exigen habitualmente, los artistas y el personal técnico necesitarán solo la mitad. De este modo, con 60 jornadas de cotización en 18 meses, los profesionales del sector podrán cobrar el paro por un total de 120 días.
Si lo prefieren, podrán optar por un sistema que minora a 180 días en seis años el período general de cómputo. En función de las cotizaciones, las ayudas pueden variar: cuando estén por debajo de los 61 euros, serán del 80% y, cuando estén por encima, del 100%. Su percepción es compatible con los beneficios obtenidos por derechos de imagen o autor. Aun así, los trabajadores que quieran continuar con el régimen general no tendrán más que solicitarlo. Aquellos artistas autónomos con ingresos inferiores a los 3.000 euros anuales también gozarán de una mayor flexibilidad.
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Trabajar y cobrar la jubilación
Hasta ahora, los profesionales del gremio jubilados podían cobrar la pensión y, al mismo tiempo, las ganancias generadas por los derechos de autor. Con la aprobación de los nuevos preceptos, también podrán recibir ingresos por el desarrollo de su actividad. En definitiva, tendrán la posibilidad de continuar trabajando en tareas conexas: sobre los escenarios, en las grandes pantallas o delante de una hoja en blanco.
Deducciones fiscales
El Gobierno también prevé la reducción de los tipos de retención a cuenta del IRPF para los artistas y los profesionales de la industria. Este cálculo se aplicará en rentas inferiores a los 15.000 euros anuales y la deducción pasará del 15% vigente al 7% que se propone. Se tendrá en cuenta tanto para rendimientos de trabajo como para rendimientos de actividad profesional, incluidos los anticipos por derechos de autor.
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Del mismo modo, se propone la rebaja del tipo de retención del IRPF para los contratos artísticos de duración inferior a un año, que descenderá del 15% al 2%. Esta medida se dirige fundamentalmente al grupo de los figurantes, que llevaba años reivindicando una intervención para contrapesar sus ridículos ingresos.
Otros avances previos
En marzo, el Ejecutivo había dado luz verde al primer paquete de medidas del Estatuto del Artista. Esta disposición contemplaba la expansión de las normas al personal técnico y creaba un nuevo régimen de contratación con una modalidad específica, el contrato laboral artístico, de duración determinada y con atención a unas necesidades específicas. Además, limitaba la concatenación de contratos temporales y definía un nuevo concepto de actividad artística, más moderno y adaptado a los nuevos tiempos.