“La solidaridad podrá con la codicia”
El director de la película 'Frágil equilibrio' retrata un mundo cada vez más globalizado y deshumanizado, en el que “el mayor desafío es la vida”. El eje del largometraje es una entrevista con José Mujica, expresidente de Uruguay y referencia moral internacional.
Publicidad
MADRID.- "Lo que tiende a perder el hombre contemporáneo es que le apresan todo, le quitan todo el tiempo de su vida... Esto es la famosa sociedad de mercado. Y esto es construir una frustración, una infelicidad". Son palabras de José Mujica, ex presidente de Uruguay, en una larga entrevista realizada para la película documental ‘Frágil equilibrio’, en la que Guillermo García López y su equipo retratan un mundo cada vez más globalizado en el que el mayor desafío es la vida. “Queremos marcar las diferencias entre sobrevivir y vivir. Entre sentirse arrastrados o llevar las riendas”.
Publicidad
Pregunta. ¿Cuáles son los principales desafíos y las principales oportunidades del mundo globalizado?
El desafío fundamental es la vida. Muchas personas en el mundo luchan por sobrevivir, por mantenerse con vida. Otras pueden sobrevivir puesto que su entorno no es tan agresivo, pero sin embargo no se sienten vivos en absoluto. Muertos en vida. Uno de los principales desafíos planteados en ‘Frágil equilibrio’ es el de obtener nuestro propio espacio de libertad donde estar vivos, donde tomar decisiones reales.
P. Han elegido tres historias que tienen que ver con inmigración, trabajo, crisis económica y desahucios, ¿son los problemas más graves a los que se enfrenta el ser humano en este sistema?
Publicidad
Son problemas que representan algunos efectos colaterales de un sistema que hace aguas por muchas partes y que genera un estado de deshumanización de las personas. En las tres historias, los personajes se ven alejados de la posibilidad de decisión sobre sus propias vidas.
P. En España, la historia es la de los desahucios. El dinero vale más que las personas. Manuela Carmena, Ada Colau… y otros intentan ahora plantar cara a esto. ¿La solidaridad podrá con la codicia?
Publicidad
En España los problemas sociales han ido últimamente acompañados de una actitud hipócrita por parte de la clase política. Es esperanzador que se hayan consolidado fuerzas a nivel político que sean capaces de representar a la mayoría. Por tanto, si la pregunta es si creo en la integridad de esta fuerza política, me remito a una de las cosas que me llevaron a comenzar este proyecto, la desconfianza en el circo político y la certeza de que son las palabras acompañadas de hechos, como en el caso de José Mujica, lo que permiten que se lleve a cabo la representación. En este caso, la solidaridad podrá con la codicia, como planteas.
P. Otra historia de ‘Frágil equilibrio’ es la de los emigrantes subsaharianos que tratan de llegar a Europa, continente que está dando un espectáculo lamentable. ¿La solución obvia es acabar con las fronteras? ¿Es posible?
Publicidad
Es paradójica la situación de la frontera sur de Europa, donde se intenta frenar un proceso generado desde aquí, con las colonizaciones, con la corrupción de los gobiernos africanos, con la debilitación de un continente con un potencial enorme, con el poder de atracción de Occidente, que vende en sus anuncios, en la MTV, un mundo maravilloso que en realidad no lo es tanto. Interesa que haya una frontera, interesa que haya un desnivel. Sí, probablemente una revisión de las fronteras, de las divisiones en el mundo, sería un buen camino hacia el bienestar de muchas personas. Pero las fronteras que habría que derribar primero son las generadas por el desnivel, la desigualdad. La frontera que divide al explotador del explotado. Derribar esas fronteras y sentir los problemas que suceden en el otro lado del Planeta como nuestros, ayudaría mucho a encontrar soluciones tan obvias como enemigas de las leyes del libre mercado.
P. También están en la película los asalariados japoneses, ¿a través del trabajo como bien esencial de esta cultura y de este sistema, nos roban el tiempo y con él la identidad y la libertad?
Publicidad
La historia de los ‘salaryman’ japoneses es, en esencia, la historia de cualquier asalariado en cualquier parte del mundo. Nos fuimos hasta allí, sin embargo, porque la pérdida de la propia identidad dentro del mecanismo laboral es más fuerte que en otras culturas. En este caso, estábamos averiguando hasta qué punto el ser humano es capaz de alienarse con tal de poseer un rol dentro del sistema. En Tokyo encontramos diversos personajes cuya energía vital se concentra en obtener este rol, este status, y mantenerlo. A costa de ello, por el camino se quedan muchas cosas: el ocio y disfrute, la familia, los amigos, el amor… ¡La vida incluso! Por otro lado, existe un término concreto para la muerte derivada por el exceso de trabajo, ‘karoshi’. Efectivamente, el sistema del libre mercado cala muy hondo en la psicología humana, sus herramientas consiguen deshumanizar y transformar a las personas en accesorios de una gran máquina capaz de absorber culturas milenarias como, por ejemplo, la nipona.
P. ¿La voz de Grecia hoy le parece un síntoma de esperanza? ¿la decisión del pueblo griego puede animar al resto de los europeos a cambiar el sistema por uno más humano?
Publicidad
Los últimos acontecimientos demuestran que se necesita efectivamente un sistema más humano y que la mayor parte de los ciudadanos quiere tomar las riendas. Las redes de los pactos económicos y la política son complejas y hace falta mucho trabajo para renovar las estructuras, sin embargo esta reacción del pueblo griego forma parte de un espíritu de cambio que esperemos que sea lo más contagioso posible.
P. De las palabras de Mujica ¿qué le impresionó más?
Publicidad
Me impresionó la sencillez, la manera de abordar asuntos tan profundos con tanta claridad y un sentido tan humanista. Hablamos de muchas cosas, recorrimos caminos que tienen que ver estrechamente con lo humano, que son los que quiere explorar ‘Frágil equilibrio’: la soledad, la ambición, la libertad, la felicidad, la identidad, el amor...
P. ¿La clave es la cooperación, la solidaridad, la unidad...?
Publicidad
Nosotros nos hacíamos numerosas preguntas y acudimos a José Mujica como guía para encontrar posibles respuestas. Él plantea, efectivamente, elementos clave como la solidaridad, el entendimiento, el amor, el autocontrol, la práctica de la libertad. Los problemas del mundo los arreglan las personas de forma activa, reflexionando, reuniéndose, hablando, trabajando a pie de calle. Luchando. Según José Mujica, la clave es la lucha. La lucha por la vida en todos sus aspectos.