De Sid Vicious a Amy Winehouse, cuando el cine se nutre de talento y adicciones
Cantantes con un talento descomunal, pero ahogados en drogas y alcohol, han sido imán para el cine de ficción, que, con escasísimas excepciones, no ha estado a la altura de los personajes que ha retratado. La película 'Back to Black' es el último ejemplo.
Madrid-Actualizado a
"Esto es muy aburrido sin drogas". Las drogas duras y el alcohol remataron el infierno en que se había convertido la vida de Amy Winehouse, sobrepasada por la fama, dependiente de un padre que quería mucho más al dinero que a su hija y atrapada en una relación muy tóxica con su marido Blake Fielder.
Aquellas palabras de la cantante londinense las recogió el cineasta Asif Kapadia en su película documental Amy. Ahora, la directora Sam Taylor-Johnson vuelve sobre la figura de Winehouse y su tragedia con el biopic de ficción, Back to Black.
Nick Cave y Warren Ellis son los autores de la música de esta película, que no profundiza suficiente en la figura de la cantante y compositora británica, pero que da una gran oportunidad a su actriz protagonista, Marisa Abela. Back to Black, título del segundo y último álbum de Winehouse, es una historia que subraya la dependencia de la artista con su marido, pero se queda en un retrato superficial del personaje.
No es la primera vez que la directora Sam Taylor-Johnson y el guionista Matt Greenhalgh se reúnen para hacer ficción de un personaje famoso de la música. En 2009 estrenaron Nowhere Boy, biopic sobre la infancia y adolescencia de John Lennon, donde fueron demasiado amables con la historia real. Justo lo contrario que el escritor había hecho dos años antes en Control, esta sí, una gran película inspirada en la vida real de un cantante, Ian Curtis, líder de la mítica banda Joy Division.
Ian Curtis, leyenda del post-punk
Rodada en blanco y negro, aquella historia supuraba dolor, y con ella, el director Anton Corbijn firmó una de las mejores películas de este subgénero. Sam Riley era el protagonista, el filme se alzó con premios en Cannes, en los British Independent Awards, en Chicago… y no solo recogió el sufrimiento vital de Curtis que le llevó al suicidio en 1980, sino que ahondó de forma brillante en las secuelas emocionales del intenso trabajo de creación.
Ian Curtis, leyenda del post-punk británico, padecía epilepsia y agorafobia, creó una adicción a los fármacos
Ian Curtis, leyenda del post-punk británico, padecía epilepsia y agorafobia, creó una adicción a los fármacos. Ello y sus conflictos personales, especialmente su divorcio, le agotaron. "Yo existo en los mejores términos que puedo / El pasado es ahora parte de mi futuro / El presente está muy fuera de control / Corazón y alma, uno se quemará".
Ahogados en sus confusiones
Cantantes con un talento descomunal, pero ahogados en drogas y alcohol, enfermos, deprimidos, psicológicamente inestables… han sido imán para el cine de ficción, que, con escasísimas excepciones, no ha estado a la altura de los personajes que ha retratado. Y aunque el cine documental ha sido mucho más interesante, riguroso, ingenioso y creativo al acercarse a estos artistas, hay algunos títulos memorables.
Cantantes con un talento descomunal, pero ahogados en drogas y alcohol, han sido imán para el cine de ficción
"Pero Sidney es más que un simple bajista. Es un desastre fabuloso. Es un símbolo, una metáfora, encarna la demencia de una generación nihilista. Es una maldita estrella", decía Malcolm (David Hayman) en Sid & Nancy, biopic dirigido por Alex Cox sobre la tormentosa relación de Sid Vicious con Nancy Spungen, en la que se revelaba la anarquía emocional y vital del Sex Pistols en los últimos años de su vida.
Gary Oldman representaba con ese personaje a un buen puñado de músicos reales que terminaron en la gran pantalla asfixiados por sus confusiones.
“Lo que dicen de mí”
Desequilibrios, paranoias, crisis nerviosas… como la demencia que acompañó siempre a Brian Wilson. Genio del pop, fundador de The Beach Boys, magnífico cantante, gran compositor y extraordinario productor musical, en el cine le dio vida Paul Dano en Love & Mercy, un biopic vibrante, nada convencional, que dirigió Bill Pohlad y en el que el relato se contagiaba del talento del músico, de su percepción fragmentada de la realidad, de sus angustias y de su agudeza.
La heroína y el alcohol convivieron también unos cuantos años con el 'padrino del Soul', el inmenso Ray Charles
La heroína y el alcohol convivieron también unos cuantos años con el 'padrino del Soul', el inmenso Ray Charles. El director Taylor Hackford, sobre el único guion que escribió James L. White, llevó al cine en Ray la vida del cantante, compositor y pianista, en una película bastante convencional, pero que resultaba y, sobre todo, que se beneficiaba de la elegante interpretación que hacía Jamie Foxx, que se llevó todos los premios posibles por este trabajo.
"¿Sabes lo que dicen de mí?" preguntaba en aquella ficción Ray Charles a su compañera, la también cantante Margie Hendricks. "Dicen que perdí algo. Dicen que me quedé a mitad de camino. También podrían decir lo mismo de ti. Eras el alma de esta banda, ahora cada vez que estás cerca estás borracha. El alma borracha de un drogadicto ciego. ¡Que pareja tan adorable".
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