Rosa Regàs: “La transgresión es de lo más apasionante y divertido que hay”

MADRID.- La escritora y exdirectora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regàs, sigue rompedora, activa y guerrera. Acaba de publicar un nuevo volumen de sus memorias Amigos para siempre (Ed. Now Books), una mirada a los años 50 y 60, tiempos duros, por el franquismo, pero "apasionantes" en la amistad, lo cultural y personal. 

Hábleme de esa matización que introduce al comienzo del libro: "Estamos ante la tercera entrega de unas memorias que, sin embargo, preferiría denominar mis recuerdos"

Quizá se trate de una tontería, pero siempre he tenido la impresión de que las memorias son como más sesudas y objetivas, necesitan de más investigación, mientras que lo que hago en este es libro es dejarme llevar por la memoria, por los recuerdos, en el sentido más superficial y lúdico.

Y más caprichoso si me permite. A fin de cuentas muchas veces tendemos a reconstruir nuestro pasado de un modo un tanto autocomplaciente

No cuento las cosas tal y como ocurrieron, eso sería imposible, lo que cuento es lo que me sucedió a la luz de mi propia personalidad, de lo que he ido aprendiendo en los últimos años. Por ejemplo, cuando digo que tenía la obsesión de formar una familia porque apenas la había tenido de niña, lo que hago es un juicio de valor porque en realidad en aquel momento solo pensaba en tenerla y no tanto en el motivo de mi anhelo.

Hay quien dijo en su día que somos toda la vida lo que fuimos en el patio del colegio. ¿Cómo era la Regàs en el recreo?

Lo pasé bien, era una persona relativamente feliz, con cierto aire independiente. Nunca he sido de un grupo cerrado, he ido bastante por mi cuenta, he sido amiga de mis amigos…

Su primer libro lo publica con 57 años, lo cual parece casi una provocación frente a esa dictadura de la juventud y de lo juvenil que impera en nuestros días.

Hay personas que a los 30 años mueren y han hecho lo que nosotros no haríamos en varias vidas. Luego están los que como Kant escriben Crítica de la razón pura a los 58 años. En cualquier caso, lo que me parece lamentable es esa obsesión por la juventud por parte de algunos mayores, verles comprar cremitas y vestiditos, resulta patético contemplarles intentado imitar a la juventud.

Siempre ha reivindicado la República, ¿por qué cree que su legado político y moral sigue vigente?

La República es lo que marca la diferencia y la personalidad de un país. Valores como la educación o el amor por la cultura como base del progreso siguen vigentes, por no hablar de otros como justicia, libertad, solidaridad… Estas siguen siendo las banderas de la República, nos guste o no nos guste.

¿Por qué cree que ciertos partidos, que se dicen de izquierda más o menos moderada, no reivindican la República y si lo hacen es de forma tibia?

No lo entiendo. Me declaro fan de Podemos pero me ha decepcionado mucho que en el acuerdo al que han llegado con Izquierda Unida no hayan tratado este tema. Me produce una gran tristeza, y no porque crea que reivindicando la República ésta llegará antes, sino porque considero que los valores de la República son una carencia importante en su base ideológica.

Quizá es simplemente una cuestión de estrategia política, quizá creen que no es el momento de ondear esa bandera

Yo creo que mucha gente tiene el miedo a la República que se inculcó durante el franquismo. El hecho de que sigamos sometidos a ese terror implica que no hemos mejorado mucho desde que se acabó la dictadura. Me duele mucho, por ejemplo, y mira que admiro a Carmena, haya puesto en marcha una comisión para defender la memoria con personajes que tienen, desde mi punto de vista, una idea vergonzosa de lo que fue la Guerra Civil, una idea que considera igualmente responsables tanto a unos como a otros.

¿Trapiello?

Por ejemplo. El hecho de que incluyan a este tipo de personas en dicha comisión me decepciona mucho puesto que son incapaces de asumir que la Guerra Civil parte de un golpe de Estado en toda regla. Por contra, defienden en un libro tras otro la tesis de que en realidad eran dos bandos de locos que estaban enfrentados. Es para echarse a llorar, y mira que yo admiro a Carmena. Mi padre solía decir que a la República se le pudo escapar la autoridad de las manos, de manera que mucha gente por venganza o hartazgo cometió muchas tropelías, pero el otro bando asesinó en nombre de dios y la ley; esta es la gran diferencia, y no entender esto es no haber entendido nada.

¿Cómo cree que ha envejecido la gauche divine?

Para empezar quisiera decir que yo no creo en la gauche divine como tal. Aquello fue algo jocoso que acuñó en su día Joan de Sagarra, y que venía a representar a un grupo de individuos que en el tardofranquismo sentíamos la esperanza de que las cosas cambiarían. Además, estábamos convencidos de que a través de nuestro conocimiento y de nuestra profesión podíamos contribuir a dicho cambio. Si algo se consiguió no fue a través de las pancartas y la flores, sino que fue la posibilidad de romper pequeñas cadenas, de escandalizar, lo que terminó por acelerar los acontecimientos. Nos gustaba escandalizar, la transgresión es una de las cosas más apasionantes y divertidas que hay.

¿Fue el ’68 una performance o un paripé?

Yo creo más bien que mayo del 68 fue el principio del fin de todo este movimiento. Como si en un momento dado dijera: bueno, ya está bien, ya hemos transgredido suficiente…

Por último, una valoración sobre el auge soberanista en Catalunya

No entiendo como la gente quiere ser independiente de la mano de corruptos. No me cabe en la cabeza. Si me hubieran dicho que el objetivo es crear un pequeño país en el que brille la justicia y en el que corruptos son enviados a la isla Perejil de por vida, quizá me lo pensaría… Pero que me digan que estaremos mejor porque así no nos robará Madrid, pues no me lo creo, sinceramente.