Receta de patatas al curry
Con un buen puñado de especias y unas pocas patatas, puedes degustar un plato digno de un brahmán. Las patatas al curry son una especialidad del subcontinente indio, territorio donde, por motivos religiosos y económicos, saben hacer los platos vegetarianos más sabrosos del mundo.
Las patatas se cocinan con muchas especias y con una pasta de ajo, jengibre y anacardos. Se hierven primero, luego se fríen, y se guisan después con una salsa de yogur y curry. Toda una aventura gastronómica. Una exploración exótica. Y no echarás en falta la carne, palabrita de Krishna.
Como en muchas de las recetas indias, se trata de ir ajustando la mezcla de especias (masala) a tu paladar. Lo mismo ocurre con el picante. Se usan las patatas baby porque son más manejables y absorben mejor la salsa.
Patatas al curry
Ingredientes 4 personas:
500 g de patatas pequeñas (baby)
Aceite para freír
Sal al gusto
Para la salsa:
2 cebollas grandes, picadas finamente
3 tomates medianos, picados finamente
1 yogur natural
2-3 dientes de ajo
1 trozo pequeño de jengibre
2-3 chiles verdes (ajusta según tu preferencia de picante)
1/2 taza de anacardos
1 cucharadita de semillas de comino
1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo
1 cucharadita de cilantro en polvo
1 cucharadita de comino en polvo
1 cucharadita de garam masala
1/2 cucharadita de chile en polvo
1/2 cucharadita de azúcar (opcional)
100 ml de crema (opcional, para una salsa más rica)
Hojas de cilantro fresco, picadas para decorar
Sal al gusto
Aceite
Prepara las patatas:
Lava bien las patatas y hiérvelas en agua con sal hasta que estén tiernas pero no deshechas.
Escúrrelas y déjalas enfriar. Pela las patatas si lo deseas.
En una sartén grande, calienta suficiente aceite y fríe las patatas hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
Retíralas y colócalas en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Prepara la salsa:
En un procesador de alimentos, haz una pasta fina con los dientes de ajo, el jengibre, los chiles verdes y los anacardos, añadiendo un poco de agua si es necesario.
En una sartén grande, calienta 2-3 cucharadas de aceite y añade las semillas de comino. Deja que chisporroteen.
Añade las cebollas picadas y sofríe hasta que estén doradas.
Añade la pasta de ajo, jengibre y anacardos, y sofríe durante unos minutos.
Añade los tomates picados y cocina hasta que se deshagan y formen una salsa espesa.
Añade la cúrcuma, el cilantro en polvo, el comino en polvo, el garam masala y el chile en polvo.
Cocina la mezcla durante unos minutos para que las especias se integren bien.
Termina la salsa:
Reduce el fuego y añade el yogur, batiendo constantemente para evitar que se corte. Cocina a fuego lento hasta que la salsa esté bien mezclada y espesa.
Añade las patatas fritas a la salsa, asegurándote de que queden bien cubiertas.
Si deseas una salsa más rica, echa la crema y mezcla bien.
Ajusta de sal y azúcar (si lo usas) al gusto.
Tapa la sartén y cocina a fuego muy lento durante 10 minutos para que las patatas absorban los sabores de la salsa.
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