Receta de gratinado de salmón y brócoli
Salmón y brócoli hermanados por una deliciosa bechamel en una cama de mozzarella... Una receta fácil que puede convencer hasta a los más reacios a comer verduras y pescado azul.
Al estilo de unos macarrones, se monta una fuente de horno con los ingredientes citados y un poco de cebolla frita (acepta igualmente pimientos rojos y verdes), y se baña todo en la suculenta bechamel y con abundante queso.
Después se gratina hasta que el queso esté fundido y algo dorado en su capa superficial. El salmón debe estar sin espinas, cortado en dados, ya verás lo bien que combina con la bechamel.
Además de la mozzarella, puedes incluir otro tipo de quesos, más curados, por ejemplo, si lo quieres con un poco más de fuerza. El brócoli debe cocerse antes en agua con sal. Y lo mismo ocurre con el pescado, que se saltea en una sartén. Si echas un poco de eneldo o perejil fresco picado, no le sentará nada mal.
Receta de gratinado de salmón y brócoli
Ingredientes 4 personas:
400 g de salmón fresco, lomo o suprema, cortado en dados gruesos
1 brócoli, cortado en floretes
1 cebolla
25 gr de mantequilla
25 gr de harina
250 ml de leche
200 gr de queso mozzarella rallado
Sal y pimienta al gusto
Nuez moscada (opcional)
Cuece el brócoli y haz la bechamel:
Precalienta el horno a 200°C. Engrasa ligeramente una fuente para horno.
Fríe a fuego bajo la cebolla cortada en juliana en una sartén (reserva).
Hierve agua en una olla grande con sal y cocina los floretes de brócoli durante unos 3-4 minutos, o hasta que estén tiernos pero aún crujientes. Escúrrelos y colócalos en la fuente para horno.
En una olla pequeña, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega la harina y cocina por unos minutos, removiendo constantemente, para hacer un roux.
Vierte lentamente la leche en la sartén mientras remueves. Cocina la salsa hasta que espese, removiendo constantemente para evitar grumos. Si lo deseas, puedes agregar una pizca de nuez moscada rallada para darle sabor.
Condimenta la bechamel con sal y pimienta al gusto.
Prepara el gratinado:
Saltea los trozos de salmón en una sartén con un punto de sal y pimienta negra.
Coloca los trozos de salmón junto a los floretes de brócoli y la cebolla frita en la fuente (bien repartido y mezclado). Echa queso.
Vierte la bechamel sobre el salmón y el brócoli, asegurándote de cubrirlos completamente.
Espolvorea abundante queso mozzarella rallado sobre la bechamel.
Hornea en el horno precalentado durante unos 20 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
Retira del horno y deja reposar durante unos minutos antes de servir.
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