Este artículo se publicó hace 15 años.

Ramón tenía veintitrés años

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Ramón se miró aquello extrañado, luego agarró el cuchillo para sacarlo pero se detuvo: ¿Y si me mato ya?, pensó extrañado. Así aprovecho el dolor, razonó. No, todavía no. ¿Pero por qué no?
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