Pinchazos en la oficina de los horrores
El sumario destapa la miseria cotidiana en la entidad
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Un día cualquiera en la oficina. Los interrogatorios y los pinchazos telefónicos del caso SGAE también han servido para destapar una trama de miseria cotidiana que pone una guinda bizarra a la delictiva. Historias a mitad de camino entre un filme de terror laboral y una comedia negra de Azcona. Entre The Office y El pisito.
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Natalia Gómez de Enterría, directora de recursos humanos de la entidad de derechos de autor, declaró a la Guardia Civil que Teddy Bautista "era una persona que admitía mal las críticas o la confrontación de ideas". Como se lee en el sumario, Gómez Enterría sufrió las iras de Teddy cuando mostró resistencia a aplicar un ERE en la SGAE: "El Sr. Bautista quería despedir a personal del Grupo SGAE, quería hacerlo con celeridad". Gómez le explicó a Bautista "que había que cumplir unos plazos, negociar un convenio laboral y no se podían tomar decisiones apresuradas, pero Teddy no lo entendía y le instaba a hacerlo cada vez que se reunían, era impulsivo". Bautista "se enfadó" cuando Gómez "le dijo que no había argumentos para apoyar una crisis económica en la SGAE para poder justificar un ERE, Teddy le gritó y le dijo que no tenía ni idea, se puso muy violento".
Enterría sufrió las iras de Teddy cuando se resistió al ERE en la SGAE
Gómez de Enterría también protagonizó un episodio digno de aparecer en una antología de la picaresca laboral española: la baja eterna del chófer de Teddy Bautista. Capítulo con ecos también a Los Soprano, dado el interés de Bautista por asegurarse la discreción de sus exempleados. "Fue ella la que tras un acto descubre al citado conductor, Fernando Moreno, que había bebido y no estaba en condiciones de trasladar al presidente, se le busca sustituto (...) Se barajaron varias soluciones a su caso, ella propuso el despido, pero el Sr. Bautista no lo creyó conveniente ya que había sido su chófer durante 25 años y podía conocer cosas incómodas y revelarlas. Entonces resolvieron que estando próxima la fecha para poder ser prejubilado, que estuviese en su casa cobrando, y evitar conflictos con él y prejubilarlo".
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Otro caso de chirigota laboral en la entidad gestora de derechos de autor: un trabajador del que se "quería prescindir por su bajo rendimiento" acabó manteniendo su puesto porque "estaba colocado ahí por ser hijo de un amigo de Bautista y no se le extinguía por el coste altísimo de la indemnización. Se optó por mantenerle en su domicilio hasta la prejubilación".
Teddy prejubiló a su chófer por la vía rápida para comprar su silencio
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José Neri es una de las grandes estrellas tanto de la trama delictiva como de la cotidiana. El miércoles 18 de mayo, a las 11:29, recibe una llamada de su pareja, María Antonia García Pombo. La conversación funciona como una parodia involuntaria de la complejidad del entramado delictivo que han montado: ninguno de los dos parece controlar no ya las ramificaciones del tinglado, sino siquiera en qué gastan el dinero.
Sumario: su mujer "le dice que se acaba de recibir por correo certificado un requerimiento a Hipotálamo de notificación al pagador de créditos y una diligencia de cantidades embargadas por importe de 52.352 euros en favor de un deudor Hiberperla S.L. Neri le dice que no tiene ni idea de qué es Hiberperla, que ellos no tienen ninguna relación con Hiberperla, que ellos no han hecho nada con Hiberperla. Neri le dice que mire en internet qué es Hiberperla (...) Neri dice que es la primera noticia de Hiberperla que tiene. Su pareja le pregunta si él con Hipotálamo no tiene nada avalado ni nada, a lo que Neri contesta (nervioso y alzando la voz) que él no ha comprado a nadie y que no se lo va a decir más".
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Pese a semejante follón, Neri también tiene tiempo para controlar a sus subordinados, de los que creía que estaban tumbados a la bartola mientras él trabaja sin descanso: "Neri dice que está pensando en ponerle los sistemas de grabación que pusimos a Piñeiro en su momento al personal", se lee en la transcripción de una llamada que acaba con Neri fuera de sí: "Quiero saber la cantidad de tiempo que están trabajando y los resultados que están teniendo, o sea, poder medirles y decirles un día, mira no me toques el ciruelo porque es que esto es lo que sacas, esta es la cantidad de tiempo que están aquí, ocho horas conectados de verdad, están trabajando tres".
Neri decide un día que quiere prescindir de 50 trabajadores. No lo logró. Se cabreó y le insinuó a la jefa de recursos humanos "que los metiera en una cuarto aislado".
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El colofón a la astracanada celtibérica lo pone Ramoncín. "En la auditoría de las cuentas del año 2004 los auditores revisan la cuenta Gastos anticipados' (...) Entre ellos hay uno denominado CD Ramoncín que lleva asociado pago por anticipado de 20.000 euros a Producciones lmpertinentes, SL. Consultada la información que obra en el RM sobre esta sociedad resulta que a esa fecha tenía como administrador único a José Ramón Julio Márquez Martínez". Es decir, el mítico Ramoncín, al que le pagaron un disco por la cara.