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Pedro Almodóvar: "El sexo es la mejor respuesta a la muerte"

El cineasta reivindica una muerte digna en 'La habitación de al lado', película que le ha valido el León de Oro en Venecia y que le ha ayudado a naturalizar un poco la muerte. Julianne Moore y Tilda Swinton son las protagonistas del filme, adaptación de una novela de Sidrid Nunez.

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El cineasta Pedro Almodóvar posa para la prensa durante la presentación de su película “La habitación de al lado”, este miércoles en Madrid. — Mariscal / EFE

madrid, Actualizado:

"El sexo, desde luego, es un buen escudo para luchar contra la muerte y contra todo lo peor que nos depara esta vida. En mis películas, cuando hay un momento muy dramático o un asesinato o alguien muere, normalmente la secuencia siguiente es alguien follando, porque no hay mejor respuesta a la muerte, es la mejor, es el mejor modo de enfrentarse". Los personajes de la nueva película de Pedro Almodóvar, una historia de eutanasia, de muerte digna, de acompañamiento final, hablan mucho de sexo.

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Que el sexo y el placer son vida, que hay maneras menos dolorosas de vivir la tragedia, que la vida y la muerte deben ser dignas, que la amistad es, de verdad, un valiosísimo tesoro y que las mujeres podemos compartirlo todo son certezas en la nueva película de Pedro Almodóvar, 'La habitación de al lado', su primer trabajo en inglés y el que le ha valido el León de Oro en el Festival de Venecia.

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Adaptación de la novela 'Cuál es tu tormento', de Sigrid Nunez, la película reposa sobre el trabajo espléndido de sus dos actrices protagonistas, Julianne Moore y Tilda Swinton –"están mejor de lo que yo esperaba, me parece que están sublimes las dos"-, reunidas en conversaciones esenciales, profundas, enumerando las fuentes del placer, hablando mucho de sexo, disfrutando del talento único de Buster Keaton… Dos intérpretes que habitan un espacio nuevo en el cine de Pedro Almodóvar, dominado por la contención y por cierta pureza.

Se hicieron amigas en la revista en la que trabajaron en su juventud. Íngrid se convirtió en autora de libros de autoficción y Martha, en reportera de guerra. Se distanciaron y ahora, en su reencuentro, Martha le pide a Íngrid que la acompañe en sus últimos días y la ayude a morir.

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"El cuarto invitado"

"De un modo muy palpable y nada paranormal, sobre todo en la casa donde rodamos, estábamos cuatro personas o personajes, el de Tilda, el de Julianne, el mío y la muerte, que estaba acompañándonos. Era el cuarto invitado en una mesa donde repasábamos diálogos, etcétera. Entonces sí que he notado que me iba habituando a esa presencia y la iba naturalizando, me he habituado a la idea de la muerte de un modo que antes de hacer la película no tenía", dice el cineasta, que reconoce que "eso no significa todavía que la acepte, creo que soy una persona muy inmadura en ese sentido, pero... No creo en la reencarnación, aunque naturalmente creo en el espíritu, en nuestro espíritu, y lo he comprobado con mis propios muertos".

De una educación que nos enseñe a aceptar la muerte habla el director, que en su caso asigna esta sabiduría a las mujeres de su familia y se lamenta de no haber recibido él esa herencia. Justo lo contrario que el aprendizaje de los cuidados, como el que ofrece el personaje de Julianne Moore al de Tilda Swinton en la película.

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"Las mujeres estáis mucho más educadas, y eso es algo negativo, para acompañar. De donde yo vengo, de la Mancha, las mujeres son las que se ocupan de las madres, de los padres, etcétera. Lo digo por mi propia familia, eran mis hermanas las que se hicieron cargo de ellos. Y están educadas para ello y saben hacerlo y lo hacen de corazón", dice Almodóvar, que añade: "Es interesante pensar cómo sería la película con dos varones, lo que ocurre es que el hombre es mucho más aburrido que una mujer. Aunque ahora hemos cambiado, creo. Sería una película mucho menos interesante para mí y menos divertida".

Solidaridad y empatía

'La habitación de al lado' trata de enfermedad y de muerte, pero huye de sentimentalismos impostados. "He tratado de hacer una película contenida. Quiero decir, se habla de la mortalidad, se habla de una agonía, se habla de la de la eutanasia… se habla de una mujer que agoniza en un mundo que agoniza también. Entonces, el género más cercano es el melodrama, pero yo quería huir del sentimentalismo, de lo ñoño y quería hacer una historia contenida".

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Un momento de 'La habitación de al lado'. — El Deseo

Moderado en este aspecto, Pedro Almodóvar se rebela contra la contención en otros momentos de la película, especialmente en el que protagoniza el actor John Turturro, al que ha convertido en altavoz de preocupaciones políticas y actuales que nos afectan a todos. "El hecho de que el neoliberalismo feroz va de la mano de la ultraderecha es evidente, pero en esa sociedad de EE.UU. es muy patente. Ahora van a tener unas elecciones y a ver por dónde tiran. Da mucho miedo".

"Pero yo en la película no solo hablo de eso, también hablo del hecho de empatizar, de estar al lado de alguien que lo necesita. A veces acompañar es probablemente lo mejor y lo máximo que podemos hacer por otras personas. Me refiero a el hecho de ayudar a la gente que lo necesita", afirma Almodóvar, que no quiere evitar una referencia al modo en que Europa y EE.UU. trata a emigrantes y refugiados. "Cuando alguien llama a nuestra puerta, como nos están llamando ahora, yo hablo de solidaridad y de empatía. Y lo último que puedes decir es que vas a mandarles a la Armada… eso de creer que la persona que llama a tu puerta es tu enemigo… No es tanto que yo intentara hacer una película política, sino que la realidad es la que es".

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Los mensajes de odio

Y de la política internacional a la de casa, donde también se puede aplicar este deseo de convivencia. "Antes de Venecia ya estaba harto de escuchar discursos del odio. Esta película es lo opuesto. Recuerdo que en un Cannes se me preguntó que me parecía que me compararan con Fassbinder y dije: 'Bueno, los dos tiramos a ser obesos y nos gusta a los dos la cocaína'. ¡Aquello no era el titular, era la portada de un periódico! En ese momento, me dije a mí mismo que este tipo de cosas me las podía evitar, pero hablar de los mensajes de odio creo que es algo que no hay que evitar. Creo que tenemos que bajar el tono en todo, hay que escuchar…pero el alboroto que hay, sobre todo en la vida política, es absolutamente inaguantable para los ciudadanos. Y no creo que ninguno nos lo merezcamos".

Tampoco se merecía él en concreto algunos ataques que ha recibido a propósito de algunas declaraciones que ha hecho en la promoción de su película. "Ha habido dos artículos que han salido en mi defensa estos días, sospecho que porque ha habido una reacción en la caverna. Es muy triste que alguien tenga que defenderme de haber ganado un León de Oro", afirma, aunque inmediatamente dice, y lo subraya, que "nunca como en este caso, con el León de Oro, me he sentido tan apreciado y tan querido por la gente aquí, nunca he tenido más mensajes, más flores… Reconozco que es la primera vez que siento que ocurre con una película mía. En San Sebastián, cuando pusimos la película, fue muy impresionante, tan impresionante o más que en Venecia y yo estaba en las nubes, porque esas manifestaciones de entusiasmo y calor las vemos siempre referidas a acontecimientos deportivos, pero nunca relacionadas con una película. Esa es la memoria que me llevo".

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