Catalunya tiene un patrimonio cultural muy rico y diverso, y cada vez más grande. En todo el país encontramos museos, monumentos y yacimientos que conservan un trocito de las civilizaciones y pueblos que vivieron en estas tierras en diferentes épocas de la historia de la humanidad, desde los íberos a los griegos y romanos. Todos dejaron algún rastro que en algunos municipios han sabido preservar muy bien, como la ciudad romana de Empúries (Girona), el poblado ibérico de Ullastret (Girona), la ciudad roma de Tarraco o el abric romaní de Capellades (Barcelona).

En total, cuenta con más de 12.000 yacimientos arqueológicos, 220 de los cuales declarados Bien Cultural de Interés Nacional y algunos de ellos inscritos a la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. De estos yacimientos, más de 150 están museïtzats y abiertos al público en todo el país. Hemos seleccionado unos cuántos para que este verano puedas reseguir el pasado de Cataluña a través de ellos.

La fortaleza de los Vilars d'Arbeca (Lleida)

A pesar de que la actividad turística de Lleida se concentra sobre todo en los Pirineos, la zona de Ponent tiene una gran riqueza patrimonial que muchas veces pasa desapercibida cuando hablamos del oeste de Catalunya. Desde la Seu Vella de la capital a las construcciones de piedra seca, los castillos de la Segarra y el Urgell y las pinturas del Cogul pasante por el poblado ibérico de los Arbeca. Nos paramos en este último punto, donde encontramos un conjunto arqueológico excepcional habitado inicialmente por la tribu de los ilergets.

Situado en el extremo noroeste del término, a cuatro kilómetros de Arbeca, se trata de una antigua fortaleza construida al siglo VIII a. C., puesto que casi toda la superficie construida corresponde a un sistema defensivo formado por doce torres. Además de visitarse, también ofrece un conjunto de experiencias, como degustaciones de aceite de oliva arbequina, una de las variedades de oliva más preciada del mundo.

El yacimiento de La Draga (Girona)

Nos vamos hasta Girona, concretamente en Banyoles (Pla de l'Estany), donde encontramos el yacimiento de La Draga, un poblado neolítico, actualmente negado por las aguas del estaño. Es uno de los asentamientos de agricultores y ganaderos más antiguos de Catalunya y el único de la Península Ibérica donde se han recuperado intactas herramientas hechas totalmente de madera. Tiene entre 7.200 y 6.700 años de antigüedad.

Recientemente, se han descubierto las evidencias más antiguas encontradas hasta ahora de gestión de forestal. Un equipo de investigación de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) identificó unas marcas antropológicas de hace 7.200 años, en los pilares de madera de laurel, que estarían hechas con azuelas.

Actualmente, el Parque Neolítico de la Draga permite al visitante descubrir la vida cotidiana al neolítico y conocer algo más sus antiguos pobladores.

El conjunto arqueológico de Tàrraco

La ciudad romana por excelencia de Catalunya es sin duda Tarragona, Tàrraco para los romanos. Conserva un conjunto arqueológico excepcional declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2000.

El conjunto comprende un total de 14 monumentos, situados en la ciudad de Tarragona y en municipios del alrededor: el foro provincial, el foro de la colonia, las murallas romanas, el circo, el anfiteatro, el acueducto de las Herreras, la cantera romana del Mèdol, el recinto de culto del foro provincial, la torre de los Escipiones, el teatro romano de Tarragona y la necrópolis paleocristiana.

Los tres restantes son el Arco de Berà (en Roda de Barà), la villa romana de los Munts (en Altafulla) y la villa romana de Centcelles (a Constantí).

La ciudad griega Empòrion y la romana Emporiae (Girona)

Después de Tarragona, el otro municipio romano de Catalunya es Empúries, el único yacimiento arqueológico de la Península Ibérica donde conviven los restos de la ciudad griega Empòrion con las de la ciudad romana, Emporiae. Es también la puerta de entrada de la cultura clásica.

Las ruinas griegas actuales pertenecen en la ciudad de época helenística. Destacan los recintos de Asclepi y Serapis, la pequeña industria donde se elaboraban conservas y salsas de pez, el Agora o plaza pública y los restos de pavimento de una sala de banquetes con una inscripción en griego.

De época romana destaca la Domus 1 con los mosaicos que decoraban el suelo, la Insula 30 (zona ocupada por las termas públicas de la ciudad), el Foro, los restos de la Basílica y la Curia y las tabernae o tiendas. También se puede visitar el museo monográfico de las excavaciones de Empúries que custodia la excepcional escultura original de Asclepi encuentro al yacimiento.

Parque de las Cuevas Prehistóricas de Serinyà (Girona)

Ocupadas por el hombre desde los inicios del Paleolítico mediano hasta la edad de los metales, el Parque de las Cuevas Prehistóricas de Serinyà, también en el Pla de l'Estany (Girona), alberga varios abrigos y cuevas: la de la Arboleda, la de Mollet y el Reclau Viver. Los estudios que se han hecho revelan que nos encontramos en uno de los mejores yacimientos de la Europa occidental para conocer el paso del hombre de Neandertal al hombre moderno.

Entre los hallazgos más importantes, destaca el cráneo localizado el 1973, que es el resto de humano moderno más antiguo de Catalunya (tiene 22.300 años de antigüedad). Hace poco, se descubrió que las cuevas de Serinyà fueron un refugio climático hace unos 30.000 años. Arqueólogos de la Universitat de Girona recuperaron muestras de las cuevas del Reclau Viver y de Mollet III que pertenecieron a dos individuos prehistóricos que estuvieron enterrados ahora hace unos 22.000 años. Un periodo que se conoce como gravetiano final, justo antes del momento más frío de la última glaciación.

El Abric Romaní de Capellades (Barcelona)

Sin duda es uno de los yacimientos más impresionants y mejor conservados de Catalunya y de Europa. El Abric Romaní de Capellades, en la comarca del Anoia (Barcelona), se ha convertido en uno de los principales yacimientos del paleolítico mediano de la Península Ibérica. Gracias a estos descubrimientos es posible reconstruir el modus vivendi de los neandertales y su interacción con el medio natural en que vivieron.

Hace entre 75.000 y 40.000 años, el acantilado del Capelló fue refugio de los neandertales, una especie extinguida de homínidos que se organizaba en pequeñas comunidades de cazadores-recolectores. Las diferentes excavaciones han permitido recuperar una veintena de objetos de madera, cerca de 200 chimeneas y numerosos enseres realizados en piedra y hueso que evidencian unos sistemas de producción técnica realmente avanzados.

Hace unos meses, los arqueólogos encontraron el primer resto humano: fragmentos parciales de un cráneo de neandertal de 60.000 años de antigüedad.

Ciudad ibérica de Ullastret (Girona)

Volvemos al Baix Empordà (Girona), pero esta vez para descubrir la ciudad ibérica de Ullastret, el asentamiento íbero más grande descubierto hasta ahora en Catalunya. Flanqueada por imponentes murallas, ejercía como capital de todo el territorio indiketa, del cual explotaba agricultura, ganadería, minas y canteras.

Ullastret ha sido testigo de una de los hallazgos arqueológicos más importantes de los últimos años: la de los jefes cortados de Ullastret. Son 15 fragmentos craneales humanos fruto de una práctica ritual de origen celta que consiste en exhibir al jefe del enemigo vencido como un trofeo de guerra.

A pesar de que el conjunto de Ullastret está formado por dos poblados ibéricos, sólo son visitables los restos del Puig de Sant Andreu. El itinerario permite ver la muralla ibérica más grande y antigua de Catalunya, reforzada con seis torres circulares. Hace poco, al yacimiento de la isla de Reixac, los arqueólogos descubrieron la puerta más grande de una ciudad íbera.

Las pinturas rupestres del Cocó de la Gralla, en el Montsià

Acabamos en el sur del país, concretamente en el Montsià (Terres de l'Ebre, Tarragona), donde un pequeño pueblo a los pies del Mont Caro, Mas de Barberans, alberga un conjunto pictórico rupestre excepcional: el Cocó de la Gralla, situado en unas cuevas del Parc Natural dels Ports. Su antigüedad es de unos 8.000 años y se pintó dentro del periodo epipaleolítico.

Las pinturas representan dos hileras de arqueros a la carrera hacia la izquierda, de dos tamaños diferentes, varios animales y huellas, que forman una posible escena de cacería o ritual. Se pueden visitar libremente siguiendo un itinerario señalizado, a pesar de que no se puede entrar al yacimiento. Para acceder, tienes que reservar plaza en las diferentes visitas guiadas que organiza el Museu de la Pauma. La próxima es el 9 de agosto.