Este artículo se publicó hace 17 años.
Warren Ellis, un violín para dos asesinos
Compone junto a Nick Cave la banda sonora de ‘El asesinato de Jesse James’.
La personalidad de los músicos de rock suele mostrar estos dos aspectos: 1) Quieren ser libres como pájaros y 2) a veces son como niños. Basta echar un vistazo a las enciclopedias musicales y percatarse de las numerosas ocasiones en que ha sido utilizado el personaje de Peter Pan (las bandas y canciones que se llaman Peter Punk no se pueden contar con los dedos del cuerpo).
Recordemos la frase de Allen Ginsberg cuando conoció a The Beatles: “¡Pero si son como niños!”, exclamó el gurú beat. Y es que un niño no puede ser libre. Por eso tantas estrellas del rock han acabado como han acabado.De ahí que resulte especialmente interesante el momento en que un hombre del rock se ve obligado a someterse a la disciplina de un encargo, como les ha ocurrido a Nick Cave y Warren Ellis, compositores de la banda sonora de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford. “Al principio nos alarmamos bastante. No es habitual que te digan que algo no gusta y que hay que hacerlo de otra manera. Sobre todo cuando es una pieza que tú crees que funciona perfectamente”, explica Warren Ellis, componente de los Bad Seeds y líder del grupo The Dirty Three. El orgullo del rockero arty, herido. Y es que hay veces que viene bien un poco de exigencia desde fuera para que las cosas salgan mejor. Como reconoce Ellis, “finalmente, nos obligó a revisar nuestras composiciones y he de decir que, tras los cambios, le música quedó mucho mejor. Si Andrew Dominik [director de la película] hubiera aceptado lo que le dimos en primer término, hubiera sido una banda sonora mucho más floja”.
De todas formas, Mr. Ellis, no se preocupe: en la música para Jesse James se percibe su trazo, fino y grueso a la vez, y el del señor Cave. Siempre elegantes y sobrios, los dos músicos tejen una cortina de pianos y violines de gran belleza y delicadeza, pero sin perder la tensión y el dramatismo. En realidad, ¿quién mejor que Nick Cave, que tituló uno de sus discos Baladas sobre asesinatos, para poner música a las vidas de dos pistoleros?
Ellis vive con su mujer en París, tiene dos niños y, según cuenta, “nunca he estado tan ocupado como en los últimos dos años”. Es una especie de Sancho Panza, un Watson, un Luis Moya de Nick Cave. El escudero habla de su caballero: “Es fantástico colaborar con Nick. Nos sentamos y trabajamos. Si algo nos gusta, profundizamos en ello. Hablamos mucho, discutimos lo que queremos hacer. Para la banda sonora, nos sentábamos en el estudio de diez de la mañana a dos de la madrugada y tocábamos sin parar. Lo pasamos muy bien”. Eso sí, cuando se pone al frente de The Dirty Three, la banda instrumental que lidera, su violín toma todo el protagonismo. “Dentro de una semana empezamos a grabar el nuevo disco. Además, pronto participaré en el próximo álbum de Marianne Faithfull y en 2008 me espera la gira con los Bad Seeds”. Hiperactivo.
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