Miguel Delibes, el periodista humano

Para Miguel Delibes (1920-2010), el periodismo fue algo más que una circunstancia o un modo de vida. Era una forma de plantar cara al poder. Y supuso, además, una faceta que le acompañó durante toda su vida, aunque estuviera eclipsada por su literatura. "Jamás se consideró un escritor de periódicos, sino un escritor periodista. En él, la literatura y el periodismo estaban imbricados. Y en eso se adelantó a su tiempo", señaló ayer a Público su biógrafo Ramón García.

Una gran selección de los artículos de Delibes aparecen reunidos en el sexto volumen de sus Obras Completas. Miguel Delibes. El periodista. El ensayista, que acaba de publicar Galaxia Gutenberg. Desde 1943 fecha de su primer artículo en El Norte de Castilla, El deporte de la caza mayor hasta los últimos años de su vida, su pluma revolotea por los temas que siempre le interesaron como periodista: el propio oficio del periodismo, los deportes, la naturaleza, la literatura, el cine y Castilla. La recopilación se convierte así en "una radiografía de la sociedad y la literatura española", según la definió ayer el crítico literario Ignacio Echevarría.

La censura de prensa protagonizó su vida periodística. Principalmente tras ser nombrado director de El Norte de Castilla en 1958. "Don Miguel se enfrentó a ella, porque le tocaron esas circunstancias, pero también desafió al consejo de administración de su periódico. Para él, el periodista tenía que ser siempre crítico, y esto sólo podía hacerse desde una conciencia libre", afirmó su biógrafo.

Para conseguirlo reclutó a redactores como Francisco Umbral, José Lozano y Manuel Leguineche. Precisamente, del oficio que se practica hoy señalaba que, aunque se escribe mejor, "se ha caído en una ligereza y amarillismo que antes no existía. Y que, paradójicamente, se lucha menos contra los grandes intereses de las empresas", añadió García.

En el prólogo de esta recopilación de textos, José Francisco Sánchez alude a la capacidad de Delibes para dejar hablar a sus entrevistados. "Ahí radica su periodismo humano. Él nunca grababa las entrevistas. Apuntaba una frase o un tic. Según él, lo importante era cogerle el tono al entrevistado y ganarse la complicidad del lector", explica García.

Un periodista tiene que ser fiel a sí mismo y a su propio pensamiento. Esa era la máxima del autor de Las ratas. "Fue siempre un periodista independiente", finaliza Ramón García.