Luz, hamacas y madera que acercan la cultura a los barrios de Barcelona
La biblioteca Gabriel García Márquez, la tercera más grande de la ciudad, ha celebrado su primer año de vida en el distrito de Sant Martí con más de 280.000 visitantes y como finalista del premio a mejor biblioteca del mundo. El veredicto llegará el día 21
Emma Pons Valls
Barcelona-Actualizado a
A los jubilados que leen diarios en la entrada se suman los jóvenes estudiando en el piso de arriba, niños trasteando con cuentos en su sala y barceloneses de todas las edades hojeando volúmenes en los diferentes espacios de lectura.
Esto es el universo habitual de una biblioteca, pero a la Gabriel García Márquez también se le añaden tik tokers y visitantes esporádicos que vienen a admirar uno de los equipamientos que más expectativas ha levantado en el último año en la capital catalana. Ahora es candidata a mejor biblioteca del mundo, un fallo que llegará el próximo día 21.
Tiene un fondo de más de 40.000 documentos especializado en literatura latinoamericana
La luz es el ítem que destacan todos los visitantes entrevistados por este diario una mañana de julio. También la amplitud, tranquilidad y belleza del lugar, que invitan a leer, estudiar y remover el fondo de más de 40.000 documentos disponible, especializado en literatura latinoamericana.
La biblioteca central del distrito de Sant Martí, inaugurada en mayo de 2022, es la tercera mayor de Barcelona. Con cerca de 4.000 m2 se ha convertido en todo un referente y su construcción de madera, con amplios ventanales por los que se ven los árboles y con muchos espacios para sentarse y leer, ha conquistado un barrio que antes alojaba la biblioteca más pequeña de la ciudad.
Pero no se conformaba, y la lucha vecinal fue clave para articular ese proyecto. "Es una biblioteca muy deseada", confirma Neus Castellano, directora del equipamiento.
"Los lugares entran por los ojos, que sea bonito invita más; al final se trata de abrir la cultura a toda la población", dice Maria José, que está sentada en la zona de ordenadores buscando información para su próximo viaje. No vive en el barrio, pero sí cerca, y viene cada vez que tiene ocasión, también con su hija.
Unos 1.100 visitantes al día y multipremiada
La biblioteca lleva el nombre del periodista y escritor colombiano, premio Nobel de literatura, que vivió en la ciudad entre 1967 y 1975, y se ha convertido en un emblema para toda la ciudad. Recibe a cerca de 1.100 personas al día. "Al principio pensábamos que era el efecto inicial, de la novedad, pero no. Se ha consolidado y tiene mucha actividad cultural y efervescencia", apunta Castellano.
"La sorpresa fue estar entre las cuatro finalistas, nunca había llegado ninguno del Estado"
En su primer día registró 7.000 visitas, y en el primer año se han acercado cerca de 280.000 personas. Para el equipo, uno de los datos más especiales es el de los 6.000 carnets a nuevos usuarios que han expedido en estos 12 meses.
Ahora, su eco ha atravesado fronteras: se encuentra entre las cuatro finalistas en el Premio internacional de Mejor Biblioteca Pública de 2023, que entrega la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA).
El veredicto se sabrá el 21 de agosto, y las otras tres finalistas son la Janez Vajkard Valvasor Krškov Public Library (Eslovenia), la City of Parramatta Library (Australia) y la Shangai Library East (China). "La sorpresa fue estar entre las cuatro finalistas, nunca había llegado una biblioteca española. Esto ya es un premio", dice Castellano.
El diseño del edificio ya le valió al estudio SUMA Arquitectura el Premio Ciudad de Barcelona de Arquitectura 2022, y el equipamiento también es finalista en los premios FAD de arquitectura e interiorismo.
Hamacas, balancines y silencio
En el espacio infantil se concentran los visitantes de menor edad, numerosos en este día de vacaciones. Sergio Sánchez viene a menudo pero es la primera vez que lo hace con su hijo, que está empezando a leer. "Quiero irle despertando el interés por la lectura", explica mientras miran cuentos juntos.
Cerca se sitúa el espacio dedicado a Francisco Ibáñez, el autor de cómics icónicos como Mortadelo y Filemón que era vecino del barrio y falleció recientemente. Acoge cerca de 500 obras.
Hamacas, balancines, alfombras y cortinas son algunos de los elementos que marcan unos espacios más cómodos de los que hay en la mayoría de bibliotecas. "Antes, en la otra, estaba todo muy apretado, era desagradable, ésta me hace venir más", reconoce Consuelo Andreu, vecina del barrio y usuaria también de los cursos de alfabetización digital que acoge. Sin embargo, hoy ha venido a buscar libros para su nieta.
Tiene un espacio dedicado a Francisco Ibáñez, célebre autor de 'Mortadelo y Filemón'
En el piso de arriba, Silvina Mocci hace un vídeo mientras baja lentamente las escaleras. Desde esta posición privilegiada, hace un plan general de las estanterías, los usuarios que hojean libros, los que están acomodados en las butacas leyendo.
Es arquitecta y profesora universitaria de Buenos Aires (Argentina) y cada vez que tiene vacaciones viaja para conocer nuevas obras y enseñarlas a sus estudiantes. Lo que más le ha llamado la atención es "la especialiadad y la accesibilidad" de un equipamiento también valorado por su gestión, más allá del diseño en sí. "Es un ejemplo de política pública que acerca la cultura y la educación a los barrios, no sólo a los que más pueden", resume.
Anna es una de las que está buscando una lectura de verano y que quizás se ha colado en alguno de los planos de Mocci. "En el centro ya tienen sus cosas, sus bibliotecas, es bueno que los barrios también las tengan para que no tengamos que desplazarnos. Si no, mucha gente ya no iría", afirma.
"El barrio es bonito y grande, pero no había cosas así. Es ampliar el barrio a mejor", coincide Celestino Peláez, en la sección de periódicos. Desde que se ha jubilado, viene cada día para hojear varios. Júlia Tomàs ha venido a recoger unos libros que había pedido y aprovecha el rato en el equipamiento para refrescarse un poco: "Tiene buenos horarios, está abierta por las mañanas, así tengo un lugar donde venir. Valoro mucho la parte de refugio climático", apunta, en relación a la contención que ofrece ante las sucesivas oleadas de calor.
Tejiendo barrio con proyectos comunitarios
Aparte del espacio, la biblioteca también teje barrio con proyectos como Radio Maconda, que es la emisora de las bibliotecas públicas de Barcelona, con un enfoque comunitario. El nombre homenajea una vez más a Gabo adaptando el nombre del pueblo imaginario representado en varias de sus obras, Macondo, la más famosa de las cuáles, Cien años de soledad.
"Empezamos en febrero y ha tenido muy buen recibimiento, la llevamos el personal bibliotecario de varios equipamientos", explica Castellano.
La especialización en literatura latinoamericana ha provocado también que el espacio se haya erigido como el centro cultural que la comunidad latina no tenía en Barcelona, y epicentro del festival KM América, centrado en esta literatura y organizado por Casa Amèrica Catalunya y Bibliotecas de Barcelona y por el que han pasado cerca de 4.000 personas en esta segunda edición.
"No sólo tiene proyección de ciudad sino internacional", reconoce Castellano, quien informa que la Fundación Gabo pronto aterrizará en el Estado a través de la biblioteca que lleva el nombre del periodista y escritor colombiano. "Responde a la idea de biblioteca como lugar donde encontrarse y hacer red entre vecinos", concluye Tomàs antes de dirigirse al área de préstamo a pedir sus libros.
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