J. D. Salinger descansa entre el centeno
Le bastó con una novela para convertirse en leyenda. A los 91 años de edad muere el escritor más corrosivo y solitario que ha dado la literatura norteamericana
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El escritor estadounidense Jerome David Salinger, reconocido por su primera y única novela El guardián entre el centeno (1951) —de la que se han vendido 60 millones de copias en todo el mundo—, ha muerto a los 91 años por causas naturales en su casa de Cornish, en el estado de New Hampshire, donde se refugió de la fama y vivió aislado del mundo durante décadas.
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Nacido en Nueva York el 1 de enero de 1919 e hijo de un rico importador de quesos y carne, Salinger pasó por varias escuelas de la ciudad y a los 15 años fue enviado a la Academia Militar, donde cuenta que escribía bajo las sábanas con ayuda de una linterna.
Con El guardián entre el centeno y con su principal personaje, Holden Caufield, Salinger retrató las dudas, la desorientación y el temor que se despiertan durante la adolescencia. Al menos, la adolescencia de la clase media estadounidense de mitad del siglo XX. La novela supuso toda una revolución ya que el lenguaje vulgar y de la calle que Holden Caufield emplea, atronó en los oídos de los norteamericanos con palabras como "bastardos", "condenado" o "joder".
Ello supuso reseñas como la del Club del Libro del Mes, en la que se podía leer que esa novela es "para cualquiera que haya educado un hijo, una fuente de asombro, placer y... preocupación". También supuso su prohibición en algunas escuelas de EEUU.
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El libro, escrito para adultos, se convirtió en una novela generacional que refleja para muchos jóvenes la incomprensión por parte del mundo de sus mayores de sus necesidades. El mismo Salinger llegó a reconocer que su juventud se había parecido mucho a la de su personaje. La historia la cuenta el propio Holden como narrador un año después de que acontecieran los hechos.
El protagonista de 'El guardián entre el centeno' era su alter ego
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Despertó la controversia entre quienes veían en su personaje principal un joven cuyos "delitos son menores comparados con los delitos de los adultos", como señaló The New York Times, y quienes creían que Holden era "absurdo, patético e irreverente", como lo definió el Christian Science Monitor.
Se ha considerado al joven Caulfield el alter ego de Salinger, así como en la mayoría de los personajes aparecidos en sus relatos cortos. Mary McCarthy, en un artículo del Harper's Magazine (1962), afirmaba que todos los personajes de Salinger tenían algo de él: "¿Y quiénes son esos chicos extraordinarios sino el propio Salinger dividiéndose y multiplicándose como la ameba original? Enfrentarse a las siete caras de Salinger, todas inteligentes, adorables y simples, es como mirar en un terrible estanque narcisista".
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En 1940 publicó su primer cuento, Los jóvenes, en Story Magazine. Un año más tarde fue llamado a participar como combatiente en la II Guerra Mundial y llegó a participar en el desembarco de Normandía. Eso supuso una traumática experiencia que no conseguiría superar nunca. Así le relató a su hija años más tarde: "Nunca consigues deshacerte de ese olor a piel carbonizada". No dejó nunca de trabajar, llevaba una máquina de escribir en la que, según dijo a un amigo, tecleaba siempre que encontraba una trinchera desocupada.
En la II Segunda Guerra Mundial participó en el desembarco de Normandia
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En 1967, se divorció, produciéndose a partir de entonces un apagón público sobre su vida. Las pocas veces que dio señales fue a través de sus abogados para evitar en distintas ocasiones la publicación de su correspondencia epistolar, entrevistas falsas o biografías no autorizadas.
Precisamente, en 1987, el Tribunal Supremo aceptó la petición de J. D. Salinger de que sus derechos de autor habían sido violados por un crítico de The Sunday Times que publicó cartas inéditas del escritor en una biografía no autorizada. La última polémica en los tribunales ocurrió el pasado verano, cuando el editor sueco Fredrik Colting publicó una continuación de El guardian entre el centeno bajo el título 60 Years Later. Salinger le demandó y ganó, pero la sentencia, que prohibía la publicación del libro, fue recurrida por los principales medios de comunicación de EEUU.
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Mark David Chapman, de 25 años de edad, fue el hombre que mató a John Lennon el 6 de diciembre de 1980. También hizo famoso a Salinger. Antes del asesinato comenzó a llamar falso al cantante de los Beatles. El mismo epiteto que utilizaba Holden Caulfield. Tras el homicidio, Chapman se sentó en la calle a leer El guardian entre el centeno.
Holden Caulfield
Narrador y protagonista de ‘El guardián entre el centeno’. Desde su publicación en 1951 es un éxito inagotable. Es el manifiesto de una generación: en ella, los jóvenes ven la incomprensión de los adultos hacia sus inquietudes. Holden, 16 años, es expulsado del colegio en Navidad. Deambula por las calles de Nueva York. Elia Kazan intentó adaptarla al cine, pero el escritor ya estaba escarmentado con una mala versión: ‘Mi loco corazón’, de Mark Robson (1949).
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Los Glass
Una familia a las que dio vida en varias obras. Los Glass aparecen por primera vez en el relato publicado en ‘The New York Times’, en 1948, ‘Un día perfecto para el pez plátano’. El padre judío, la madre irlandesa y sus siete hijos, unos chicos extremadamente sensibles. Uno de ellos, Seymour, el mayor, se muestra traumatizado como consecuencia de su experiencia en la Segunda Guerra Mundial. Se suicida por la deprimente realidad del mundo en el que vive.
J.D. Salinger
Del mismo modo que la familia Glass vive en su propio universo y no necesita nada más, poco a poco Salinger se fue recluyendo en su casa hasta quedar apartado de todo. Terminó por gustarle la gente en pequeñas dosis. La leyenda le dibuja como un hombre dedicado al budismo zen, vegetariano y la homeopatía.