Este artículo se publicó hace 14 años.
La incontinencia de Fiódor Dostoievski
Un libro recopila las crónicas, artículos, críticas y apuntes del escritor ruso
Dostoievskiano: texto inmenso, solemne y no siempre del todo comprensible del novelista ruso Fiódor Dostoievski, autor de obras maestras de la literatura universal como Crimen y Castigo. Vale, se trata de una definición paródica, pero no se puede negar que Dostoievski intimida.
Incluso se podría pensar que la publicación de Diario de un escritor (Páginas de espuma), un volumen de 1.610 páginas con las crónicas, artículos, críticas y apuntes del autor de Los hermanos Karamazov, no va a ayudar precisamente a que dejemos de sentir temor reverencial a la incontinencia literaria del autor ruso. O quizás sí ayude.
"Lo que más me sorprende del libro es su primera parte, donde encontramos a un escritor satírico, irreverente, burlesco, que choca con la idea de Dostoievski como autor extremadamente serio", cuenta el escritor y crítico literario Paul Viejo, que se ha encargado de la edición de la obra.
Diario de un escritor parece escrito por varios dostoievskis diferentes: el articulista de actualidad, el crítico literario, el escritor de relatos breves, el periodista, el polemista, etc. ¿Pero qué hay del novelista? "Posiblemente lo que une al Dostoievski novelista con el periodista es la desmesura. La ausencia de control sobre la cantidad de información que se vuelca en el texto. Algunos críticos suelen decir que a sus novelas, incluso a Crimen y castigo, les sobran páginas. Y es cierto. Pero es que Dostoievski no era un estilista. Estaba más preocupado por el fondo que por la forma", cuenta Viejo sobre un novelista que escribió toda su vida a destajo.
"Lo que une al Dostoievski novelista con el periodista es la desmesura ", explica el crítico Paul ViejoViejo sostiene incluso que la sintaxis del Dostoievski periodista es "descuidada", pero que, pese a ello, siempre logra "profundizar" en los temas gracias a la "apabullante cantidad de datos que proporciona".
Resumiendo: Dostoievski profundizaba hasta cuando escribía una columna de opinión en 5 minutos. Y, cuando le dedicaba un poco más de tiempo, profundizaba tanto que acababa extrayendo petróleo. Ya lo dijo Nietzsche: "Dostoievski fue el único psicólogo del que se podía aprender algo". Amén.
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