El 'Grand Prix' y otros programas míticos de la televisión en verano

El verano es el momento en el que las cadenas apuestan por los formatos más frescos y algunos experimentos. Algunos se han quedado en la memoria de los televidentes para siempre, otros no tanto. Revisitarlos puede suponer un ejercicio de nostalgia o de vergüenza ajena, según se quiera ver.

El 'Grand Prix' es el programa de verano por excelencia

Si se habla de la televisión española en verano, es imposible no mencionar al Grand Prix. Es el programa de verano por excelencia. La cucaña, los troncos locos, la patata caliente o los bolos forman parte ya del imaginario colectivo.

El programa estuvo en emisión durante 13 veranos, con Ramón García como presentador en 10 de ellos entre 1995 y el 2005. Muy pocos se acuerdan ya de la etapa en la que la FORTA asumió la gestión del programa y Bertín Osborne se puso a los mandos. Aunque la imagen del programa siempre ha estado ligada a la figura de 'Ramontxu'.

La buena noticia para los seguidores del programa es que este verano vuelve a emitirse de la mano de Ibai Llanos y Ramón García, que repete su mítico rol de presentador.

'El karaoke de Telecinco' y una oda a los cantantes frustrados

En todo pueblo hay un cantante frustrado, ese que si se le presentaba la oportunidad iba a triunfar. Hasta que llegó la oportunidad. Telecinco se propuso llevar un escenario a las plazas de los pueblos españoles y hacer un concurso de karaoke con un curioso resultado.

El programa enganchó a los telespectadores y regaló versiones desastrosas de grandes clásicos, gallos y malas entonaciones. Aunque algún talento oculto se puedo destapar. Gracias al formato descubrieron a Nuria Fergó.

'Bellezas al agua': una de caspa y otra de arena

Revisitar formatos noventeros puede atraer recuerdos olvidados o situaciones que en su momento no se identificaban. Bellezas al agua es el ejemplo de programa con un machismo que sería inadmisible en la televisión actual, pero que pasó desapercibido en su tiempo.

El programa era un concurso de pruebas en la playa, con mujeres en bikini como reclamo. Una de las pruebas consistía en que dos concursantes se besasen bajo el agua para mantener la respiración el máximo tiempo posible. Un programa que no se podría volver a hacer en la actualidad.

'Uno para todas', la precuela de 'Mujeres y hombres...'

Si Mujeres y hombres y viceversa es el súmmum de la vergüenza ajena en cuanto a programas de citas se refiere, Uno para todas es su abuelo fan de Pajares y Esteso. 

La trama del programa era sencilla. El objetivo era que 200 mujeres eligiesen al "hombre del verano", ayudadas por las azafatas o 'chicas glu-glu', que se les llamaba. Al final del verano se acabaría coronando un rey entre todos los participantes. El tema de los tronistas venía de antes de lo que nos imaginábamos.

'¿Quién dijo miedo?', los que vieron este programa

Famosos de segunda o tercera, piscinas, bikinis, bromas de empujar a la gente al agua... todo esto en un programa.  "Miedo" es lo que dijeron todos aquellos que sufrieron este programa en el verano del 2000. Siglo nuevo, viejas costumbres.

El programa consistía en realizar una serie de pruebas en las que los concursantes recibían la ayuda de los famosos de turno para lograr premios. La tónica de casi todos los programas de verano, vaya.

Clases de alta sociedad con Carmen Lomana

No todos los programas veraniegos son tan antiguos como creemos. Corría el verano de 2010 y con la euforia de la victoria en el mundial de fútbol, Telecinco aprovechó para colarnos un reality con Carmen Lomana.

El programa adaptaba un formato británico y consistía en que Carmen Lomana educaba a un grupo de jóvenes en la alta sociedad. El objetivo es que la chavalada saliese "refinada" en comportamiento y apariencia. En cuanto a audiencias funcionó relativamente bien, pero no pasó de la primera edición.

Bañadores, piscinas, vaquillas, Carmen Lomana... Los programas del verano tienen un paso fugaz por nuestras vidas, pero alguno consigue dejar huella en los telespectadores. Aunque si les preguntasen, la mayoría preferiría haber estado en la playa cuando los emitieron.