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Fotografiar espacios atrapados en el tiempo para evitar su desaparición

A través del proyecto personal 'La Makineta del Temps', Jaume Cardona inmortaliza edificios abandonados y derruidos. Con una cámara y un trípode recorre la Catalunya más rural para intentar recuperar aquellos inmuebles olvidados por el propietario y la administración.

2-3-2023
Los camerinos del Gran Teatro. Cedida por Jaume Cardona

Parecen capturas extraídas de la última serie apocalíptica de HBO The Last of Us, pero lo cierto es que son fotografías de espacios abandonados y derruidos de nuestro país. Desde hace varios años, Jaume Cardona recorre la Catalunya más rural para inmortalizar aquellas casas, colonias, cines, teatros, masías, escuelas, fábricas e iglesias olvidadas por el propietario o la administración. Muchos de estos inmuebles están en peligro de desaparecer, y con ellos, la historia de una familia o incluso de un país. Un cámara y un trípode pueden evitarlo.

Cardona es agente inmobiliario, pero aparte de su trabajo, tiene dos grandes pasiones: la fotografía y los sitios abandonados. La mezcla de estos dos elementos con un toque de curiosidad son los ingredientes de un proyecto que Jaume admite que "se le ha ido de las manos": La Makineta del Temps, una especie de blog personal donde publica fotografías de autor de todo tipo de espacios olvidados, una afición en auge, con cada vez más personas que se suman y cuelgan sus imágenes en las redes. "Siempre me han llamado la atención las cosas antiguas y viejas. De pequeño ya me subía a la buhardilla de la casa de mis tíos, situada en Bràfim, un pequeño pueblo de Tarragona”, explica.

Lo que primero fue una curiosidad por los espacios abandonados ha acabado convirtiéndose en una parte muy importante del día a día de Cardona. Ahora bien, el salto definitivo lo dio hace tres años. "La popularidad o el reconocimiento social, por así decirlo, llegó con la pandemia, concretamente los meses que estuvimos confinados en casa. Alguien con cierta popularidad en Twitter retuiteó una de mis publicaciones y los seguidores me empezaron a subir como la espuma", comenta.

Jaume se mueve principalmente por dos provincias de Catalunya: Tarragona y Lleida, y concretamente por su interior y las zonas más rurales. "Barcelona y Girona también tienen muchos espacios históricos abandonados, pero el Camp de Tarragona, y sobre todo Lleida, son territorios muy golpeados por el despoblamiento. Hay pueblos que tienen más casas que habitantes. Muchos de los inmuebles han quedado cerrados, estancados en el tiempo , principalmente porque los herederos se han ido a las grandes ciudades", asegura.

Recuperar patrimonio en riesgo de desaparecer

Una de las tareas más importantes, asegura Cardona, es la de recuperación del patrimonio de las zonas de Catalunya más castigadas por el despoblamiento. "Muchos de los espacios que fotografío son edificios en ruinas con cierta importancia histórica que están a punto de desaparecer, ya sea por el abandono de la administración o del propietario", comenta.

Hace poco fotografió Casa Vallmanya, en Alcarràs (Segrià), un inmueble catalogado como Bien de Interés Local que había sido la residencia de verano del MHP Francesc Macià. La iniciativa ciudadana Salvem Cal Macià-Casa Vallmanya está luchando por salvaguardar el edificio ante el avanzado estado de degradación que sufre. "Poner en valor estos inmuebles es una de las tareas más satisfactorias de todo esto", apunta.

3-3-2023
La Casa Vallmanya. Cedida por Jaume Cardona.
"Existe una falta total de implicación por parte de las distintas administraciones públicas"

Cardona ha fotografiado muchas casas particulares, pero también ha puesto el foco en inmuebles públicos históricos totalmente abandonados por la administración, como casales republicanos o teatros antiguos ya en desuso. "Normalmente son propiedad del ayuntamiento, pero al ser pueblos pequeños, no tienen capacidad económica para rehabilitarlos. Existe una falta total de implicación por parte de las distintas administraciones públicas", detalla.

Pone el ejemplo del casal republicano de Puigverd d'Agramunt (Lleida). En 1939 fue expropiado por el franquismo, hasta que en 1957 decidió desprenderse del inmueble y entonces lo compró un particular. Setenta años después, el propietario ha devuelto el equipamiento al pueblo. "Ahora mismo, el Ayuntamiento de Puigverd d'Agramunt, con 230 habitantes, tiene una patata caliente en sus manos", dice Cardona, que asegura que el edificio, "que tiene un valor histórico importantísimo, se está cayendo y el consistorio no puede pagar su rehabilitación". "El alcalde me dijo que para arreglarlo necesitan el presupuesto de todo un año", afirma.

3-3-2023
El casal republicano de Puigverd de Agramunt.— Cedida por Jaume Cardona

"Si a través de La Makineta del Temps puedo conseguir salvar patrimonio como el casal republicano de Puigverd d'Agramunt, mi labor toma todo el sentido del mundo", comenta Cardona. En este caso, la Federació Catalana d'Ateneus ya se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento para ayudarles a conservar el equipamiento.

Dos normas no escritas

"Hay muchísimos espacios abandonados, el problema es encontrar a alguien que te abra las puertas"

Jaume explica que tiene dos normas no escritas que siempre intenta autoimponerse cuando tiene que entrar en un espacio abandonado: la primera es encontrar a alguien que te abra las puertas, "que no siempre es fácil", dice. "Hay muchísimos espacios abandonados, el problema es encontrar a alguien que te abra las puertas. Tienes que ir estirando el hilo, hablando con gente del pueblo o el ayuntamiento, hasta llegar a la propiedad del inmueble", explica. "La cara B de esta afición es tratar de acceder a estos espacios sin violentar la propiedad. Para mí, es vital esta premisa", termina. 

La segunda norma no escrita es no tocar nada de la escena, es decir no alterar el espacio. "Una de las cosas que siempre me ha llamado la atención cuando consigo acceder a un sitio, con o sin permiso, es ver cómo ese espacio se ha quedado atrapado en el tiempo", apunta. Cardona pone de ejemplo los orinales que habitualmente se encuentra debajo de las camas de muchas de estas casas antiguas. "Si nadie lo ha tocado en 40 o 50 años o más, ¿quién eres tú para hacerlo? Para mí captar ese momento, congelarlo en el tiempo, es lo más fascinante de todo", apunta.

3-3-2023
Una habitación de una casa abandonada con un orinal al lado de la cama. Cedida por Jaume Cardona

Cardona recuerda la vez que fotografió a una antigua colonia industrial, que por su propia idiosincrasia cayó en decadencia y se abandonó. Cuando entró en una de las aulas de la escuela de la misma colonia, en la pizarra estaba escrita la frase: "No hay que hacer el tonto en la clase". "Un día alguien escribe en esta pizarra por última vez y nadie lo borra. Al cabo de décadas alguien vuelve y sigue ahí. Esta permanencia me remueve y es lo que más me engancha de esta afición".

3-3-2023
La escuela de una antigua colonia industrial. Cedida per Jaume Cardona

"Encontrarte un sitio tal cual estaba hace 40 o 50 años, pensar que alguien cerró esta puerta un día y ya no la volvió a abrir nunca más, con los platos en el fregadero, el café hecho o la cama para hacer... es brutal", explica con detalle Cardona. Cada espacio, cada fotografía es una historia. Jaume recuerda la vez que entró en una casa abandonada y en el suelo encontró un diario escrito por una niña que relataba cómo vivió los primeros días de la Guerra Civil. "Aquel hallazgo me impactó mucho. Lo devolví a su sitio y seguí haciendo fotos. Siempre me ha quedado la espina de saber qué pasó con aquella niña, por qué no siguió escribiendo...".

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