Este artículo se publicó hace 4 años.
'Ex libris', el mundo que Trump no puede conquistar
El veterano maestro del cine documental Frederick Wiseman estrena online su último trabajo sobre la Biblioteca Pública de Nueva York. Amor por la cultura, y rotunda defensa de la comunidad, la cinta enciende el deseo de habitar ese mundo de humanidad.
Madrid-
"No podía permitirme ir a la Escuela de Cine. Aprendí en la biblioteca. Aprendí a escribir, a leer un guion… Estaba cuidando a mis hijos y no pude encontrar un trabajo, así que aprendí de la biblioteca". Es la experiencia que un hombre cuenta a sus vecinos en una reunión de la Biblioteca Macomb's Bridge, poco más de 63 metros cuadrados en medio de las Casas Harlem River, un complejo de viviendas públicas en Harlem.
Es la sede más pequeña de las 92 que tiene la Biblioteca Pública de Nueva York y es una de las escenas más descriptivas de la intención de uno de los maestros del cine documental Frederick Wiseman con su película Ex Libris. Premio FIPRESCI de la Crítica Internacional en el Festival de Venecia, esta obra de más de tres horas esperaba desde hacía año y medio a estrenarse en los cines españoles. Su extensión había impedido hasta el momento la llegada a las salas comerciales y ahora, en medio de la crisis de la covid-19, su distribuidora en España, La Aventura Audiovisual, ha decidido estrenarla online. En Filmin a partir de este miércoles 8 de abril.
No se ha encontrado el video https://youtu.be/0UsglJmevFM
"Todo lo que Trump no entiende"
"Bueno, es una película sobre Nueva York", concedió el veterano cineasta –Wiseman tiene 90 años– en una entrevista durante el certamen italiano, donde aclaró que "la biblioteca es la más democrática de las instituciones. Todo el mundo es bienvenido y todas las razas, etnias y clases sociales son participantes activos del día a día en la biblioteca".
Tan es así y tan empapada de esta idea está Ex Libris que cuando se estrenó en EEUU, hace dos años, se convirtió casi de inmediato en una película política. "La Biblioteca de Nueva York es todo lo que Trump no entiende", dijo entonces el director al diario británico Telegraph. "Trump lo convirtió en una película política porque representa, en mi opinión, todo lo que no cree o no entiende. La película en sí no es ideológica, pero en la atmósfera política actual, se convierte en eso", explicó a Indiewire en una conversación desde su casa en París.
Ex Libris, mucho más allá de lo que significó en EEUU en el momento de su estreno, es un retrato de la ciudad, del esfuerzo cultural y educativo que se hace desde esta gran biblioteca y de su labor para el colectivo. Una de las más importantes de Nueva York, es también una de las mayores del país y una de las mejor dotadas del mundo, con más de tres millones de libros. Sin embargo, como alguien dice en esta película "las bibliotecas no se basan en los libros, sino en las personas que quieren adquirir conocimientos".
Ex libris es una película increíble que destila amor puro por la cultura, por el arte, que contagia de afán por aprender, que emociona por su rotunda defensa de la comunidad, del colectivo, que envuelve con su atmósfera de libertad y de libre pensamiento, y que enciende un deseo genuino por quedarse a vivir para siempre en ese mundo de humanidad.
El papel de la biblioteca
La sede principal, un hermoso edificio neoclásico conocido hoy como Stephen A. Schwarzman Building, en pleno corazón de Manhattan, y sus 92 sedes repartidas por Nueva York no solo se dedican al trabajo tradicional de una biblioteca. Esta institución ha convertido sus espacios en centros comunitarios donde se imparten cursos de negocios, programación, idiomas… se hacen infinidad de actividades extraescolares y de educación para adultos… se prepara a los usuarios para buscar trabajo… se ofrecen charlas, lecturas, conferencias, conciertos…
…Se prestan libros y ordenadores para los usuarios que los necesitan con su conexión wifi, se impartes talleres de robótica para niños, se hacen sesiones de baile para ancianos, se montan exposiciones, se enseña a leer y escribir en Braille, se celebran clubes de lectura… y su consejo directivo, que cada año prepara concienzudamente los planes en los que invertirá las ayudas del Ayuntamiento de la ciudad y las donaciones privadas.
"Tenemos que definir el papel de la Biblioteca", dice en una escena Tony Marx, presidente y director ejecutivo de la biblioteca, al resto de consejeros. "¿Debemos intervenir en temas como ayudar a las personas sin hogar? Los que tenemos casa mantenemos la distancia con quienes no la tienen, pero en la Biblioteca no existen esas distancias. Al final, lo que necesitamos en esta ciudad es un cambio de cultura".
La solución a la desigualdad
Una cultura abierta, tolerante, divertida y para todos. "He visto encenderse la bombilla en los ojos de un alumno de 10 años y a una mujer de 80 decirme que este edificio la ayuda a seguir adelante", dice uno de los ejecutivos de la Biblioteca a un numeroso grupo de donantes privados. "Nosotros construimos mentes, alimentamos almas".
"Esa opinión tan extendida de que en el futuro no necesitaremos bibliotecas es falsa", afirma otra persona en la película. "El intelecto, la cultura y el conocimiento no tienen por qué ser elitistas, pueden desarrollarse de forma orgánica", añade otro, un escritor que habla de su trayectoria ante una sala repleta de gente.
Vecinos de Nueva York que pueden escuchar a Elvis Costello explicando por qué en Tramp the Dirt Down cantaba que bailaría sobre la tumba de Thatcher. "Cuando Inglaterra era la puta del mundo, Margaret era su madame", cantaba, y hace unos meses en la Biblioteca aclaraba: "No olvido lo que le hizo a mi país". Ciudadanos que asisten a la apasionada defensa que hace Patti Smith de Diario de un ladrón, el libro de memorias de Jean Genet. "El tipo de memorias que me gustan, Genet era así. Completamente sinceras y completamente falsas. Era su forma de convertir la realidad en arte".
Neoyorquinos que debaten sobre el marxismo o sobre la violencia en los barrios negros, que repasan El amor en los tiempos del cólera, que estudian Matemáticas, que disfrutan con un maravilloso cuarteto de cuerda o que escuchan asombrados al biólogo británico Richard Dawkins llamar a la acción a los "abiertamente laicos".
En la Biblioteca Pública de Nueva York puedes ver la Biblia de Gutenberg o puedes pedir información a uno de sus trabajadores, especialista en inglés antiguo, sobre la primera cita conocida de un unicornio en los libros. Puedes rastrear un árbol genealógico, disponer del mayor banco de imágenes del mundo, dejar a tus hijos en su guardería educativa, asistir a una petición de mano de obra femenina para las obras, "necesitamos mecánicas, electricistas, carpinteras, paletas…" o aprender el sistema de signos. Al fin y al cabo, como uno de sus trabajadores sentencia: "La educación y el acceso a la información es la verdadera solución a la desigualdad".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.