El enésimo rostro del conde de Montecristo en el cine
El actor Pierre Niney construye uno de los mejores Edmundo Dantés en la nueva adaptación codirigida por Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière, y se pone a la altura del personaje que interpretó Gerard Depardieu.
Madrid-Actualizado a
"Algún día volveré. Algún día os mataré". Edmundo Dantés cumplió su promesa. En el libro de Alejandro Dumas, regresó después de catorce años encerrado en la siniestra prisión del castillo de If. En el cine y la televisión, ha vuelto una decena de veces y este verano lo hace otra vez. De hecho, reapareció brevemente en el Festival de Cannes, en la nueva adaptación de El conde de Monte Cristo, protagonizada por Pierre Niney, uno de los mejores Edmundo Dantés del audiovisual.
"Dantés es el producto de una suma. El Dantés joven y despreocupado del principio se funde con el Dantés semejante a Cristo que sobrevive en su prisión, y éste con el Dantés cuarentón, ciertamente libre pero marcado por cicatrices físicas y morales. Uno no sustituye al otro, se suman, y por eso duele. Cada Dantés arrastra al Dantés anterior y se hunde en la oscuridad humana", explica el actor, espléndido en este trabajo, con el que se pone a la altura de otras interpretaciones legendarias del personaje, como la que hizo Gerard Depardieu en 1998.
"Como en la mitología y la tragedia, donde los dioses deciden jugar con un humano, volverle loco, señalarle con el dedo, Dantés está destinado a experimentar lo más injusto y oscuro que el mundo puede ofrecer a un hombre. Me encantó interpretarlos a todos", señaló Niney en una entrevista para las notas de producción de la película, un filme coescrito y codirigido por Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière.
Pierfrancesco Favino, Oscar Lesage, Anaïs Demoustier y Anamaria Vartolomei acompañan a Pierre Niney en el reparto
Pierfrancesco Favino, Oscar Lesage, Anaïs Demoustier y Anamaria Vartolomei acompañan a Niney en el reparto de la película, casi tres horas de aventuras, con amor, acción, espadas, lujo y lo contrario y, sobre todo, venganza y renacimiento a través del perdón. "Sólo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso haber querido morir, amigo mío, para saber cuán buena y hermosa es la vida".
En la prisión de If
Enterrados vivos en la cárcel de If estuvieron antes el mencionado Gerard Depardieu, Richard Chamberlain o Louis Jourdan, entre otros, aunque para un par de generaciones de españoles el rostro imborrable del hombre traicionado que busca venganza es el del actor Pepe Martín. Diecisiete episodios de una serie que produjo RTVE sobre la novela de Alejandro Dumas y que popularizó al personaje de Dantés.
Depardieu ha estado siempre, sin discusión, el primero en la lista de los Edmundo Dantés del cine y la televisión. Muy popular es la interpretación que hizo en 1975 Richard Chamberlain, en un telefilme dirigido por David Greene, en el que lo realmente destacable no era él, correcto y poco más, sino el resto del reparto que le acompañaba, con nombres como los de Tony Curtis, Angelo Infanti, Donald Pleasence, Trevor Howard o Louis Jourdan.
Este último también tuvo su propio conde de Montecristo en 1961, en una adaptación firmada por Claude Autant-Lara, coproducción entre Francia e Italia de tres horas que se promocionó con el eslogan: "All New! All in Color! (¡Todo nuevo! ¡En color!)".
Un largo 'flashback'
Por supuesto, llegaba después de tres películas de la época del cine mudo y unas cuantas, en blanco y negro, como la que dirigió en 1934 Rowland V. Lee, con el actor Robert Donat, que seis años después ganó el flamante Oscar por su trabajo en Adiós, Mr. Chips; o como la que protagonizó el galán español Jorge Mistral, a las órdenes de León Klimovsky, en una producción entre Argentina y México de 1953 en la que la historia se contaba como un largo flashback.
Jim Caviezel dio vida al personaje en 'La venganza del conde de Montecristo', una adaptación dirigida por Kevin Reynolds
Jim Caviezel también dio vida al personaje en La venganza del conde de Montecristo, una adaptación dirigida por Kevin Reynolds, muy convencional y efectiva, que contó con uno de los últimos trabajos del veterano Richard Harris, que encarnaba aquí al abate Faria, el sacerdote prisionero en If que daba a Dantés el mapa del tesoro.
"Un plus de alma"
Y Jacques Weber, cuando todavía arrastraba en Francia la fama de símbolo sexual que se había ganado con la película La malin plaisir, protagonizó una adaptación de la novela de Dumas para una miniserie de televisión, que estaba dirigida por Denys de La Patellière, padre de Alexandre, uno de los directores de la nueva película.
Cuando tenía ocho años, el cineasta estuvo en Portugal en aquel rodaje, que decidió su carrera de hoy. La novela de Dumas, que Alexandre de La Patelière compara con la ópera Don Giovanni, de Mozart, "es algo fundacional para mí", ha dicho. Fascinado por la mezcla de géneros, desde la aventura, pasando por el amor y el thriller, hasta el drama humano y político, para el director encontrarse ahora con Edmundo Dantés es casi un milagro. Es como si el propio Dumas a través de la voz de su conde de Montecristo se lo hubiera anticipado:
"¡Confiad y esperad!". "Edmundo Dantés −sentencia La Patellière− trasciende la literatura; pertenece a la mitología, a un universo casi fantástico. Hay en su personaje y en su historia un plus de alma".
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