El director de 'Una perra andaluza', la serie LGTBI+ hecha a bajo coste: "Es una exploración de la soledad y el deseo"
Pablo Tocino, director de la serie que se emite en Filmin, afirma: "Me parece muy peligroso asegurar que si tú te sacrificas y lo das todo de ti, lo consigues".
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sevilla,
Pablo Tocino se toma con Público un zumo de naranja en un bar en Triana (Sevilla), ciudad en la que vive desde los nueve años —él nació en Huelva—. Tocino tiene ahora 29 años y es el director de Una perra andaluza, una serie LGTBI+, su ópera prima, que no ha dejado indiferente a quienes la han visto.
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Estos son algunos de los adjetivos que han dejado los usuarios en la plataforma Filmin, donde se emite: "Realista, costumbrista, mariconista, andalucista, sucia, guarra, trash, surrealista, delirante, sin complejos, rebelde, atrevida, horrorosa, soez, cutre, deslavazada, chabacana, única, especial, mamarracha....".
La serie, que consta de dos temporadas —la segunda aún por estrenar, también la acogerá Filmin—, fue fruto de un largo proceso que arrancó cuando Tocino estaba en el instituto, en primero de bachillerato. Lo que empezó como un guion para un cortometraje, se convirtió, años después y milagrosamente, porque se logró rodar a coste cero, en Una perra Andaluza.
"Ha sido un trabajo colectivo. Estamos todos en colaboración. Nadie ha cobrado. Todos nos prestamos el material. Yo aporto mi casa, otra la suya, otro las cámaras...", asegura Tocino, sobre la mecánica y el cómo se pudo hacer.
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En la película, hay además varios cameos de artistas que han contribuido a su promoción como Cristina Medina, Falete, Maripaz Sayago, David Sainz, Vicente Romero, Lluvia Rojo y Carlos Peguer. "Los cameos han sido gratis también. Hay gente que nos imponía mucho. Pensamos que nos iban a decir que no y ha sido muy guay. Fue todo autogestionado realmente. También por eso hemos tardado tantísimo en hacer la serie. Y pensábamos que no iba a salir y bueno, por lo menos ahora está pudiendo verse", asegura Tocino.
Tocino afirma, a preguntas de Público, sobre el origen de la idea y el ejemplo de Malviviendo, una antecesora clara de Una perra andaluza. "Justo vi Malviviendo cuando empecé a tener la idea de la serie más estructurada. Malviviendo es el ejemplo de webserie. Fui también a un curso que hizo David Sainz, creador de Malviviendo, con Teresa Segura. La idea viene del bachillerato. Yo siempre había escrito, pero escribía más bien relatos a los que daba un punto cinematográfico. En primero de bachillerato, me dio por escribir un guion, luego en segundo lo retomé y luego fui añadiéndole cosas a lo largo de la carrera. Todo sin saber hacia dónde iba eso. Escribí dos más y entonces eran tres cortos. Yo decía dentro de mi flipe: 'voy a hacer una trilogía de películas' (risas)".
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El director es graduado en medicina: "Terminé la carrera de medicina, pero no trabajo de médico. No hice el MIR. Cuando terminé la carrera me propuse intentarlo. Había sido mi sueño desde pequeño, con seis años escribía en cuadernos cosas sobre películas inventadas que supuestamente dirigía yo, pero siempre lo había dado por imposible, como el que quiere ser astronauta".
"Me propuse —prosigue— [al terminar] intentar ese sueño a ver si era posible, porque podía ser que no sirviese para esto, que fuese demasiado complicado... Y luego respecto a mi realidad actual: pues he hecho la serie, pero evidentemente esto no me da de comer, voy tirando con encargos que me salen, también con trabajos puntuales como el de azafato de congresos, etc, pero la idea es que en el próximo proyecto pueda vivir de lo que estoy trabajando".
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Más allá del trabajo inestimable de actores y actrices, "sin los compañeros no habría sido posible hacer la serie, los de sonido, Álvaro, Ana, Pablo, Julia, de montaje y etalonaje, Adrián, Inés, Fernando o María, de producción, Mel, Laura, Carola, Lorena, o de fotografía, Sergio, Gloria, Luis...", reconoce el director.
Sobre el esfuerzo
Para Tocino, es importante desmontar el discurso de que con esfuerzo, todo se consigue. Deja esta reflexión, casi como un aviso a navegantes, al respecto: "Me parece importante hablar de eso porque si no lo hacemos, damos a entender un mundo que no existe y luego nos frustramos mucho cuando queremos acceder a él".
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"No tengo —prosigue— un nivel económico alto en casa ni nada de eso, pero sí tengo la suerte de que, por lo menos, puedo estar en la casa de mi madre. Si yo tuviese que estar en un piso fuera de mi ciudad pagándolo y trabajando por cuatro duros, probablemente no podría haber hecho esto. He podido hacerlo porque podía estar en una casa y no he estado preocupándome por pagar un alquiler".
Tocino: "Me parece muy peligroso asegurar que si tú te sacrificas y lo das todo de ti, lo consigues".
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"Yo no pretendo —continúa—que parezca como que todo el mundo puede conseguir su sueño. Yo pensaba que no lo iba a conseguir. No me arrepiento, pero no lo volvería a hacer de esta manera porque hay muchas cosas buenas, pero también mucho sufrimiento y cosas malas. Me parece muy peligroso asegurar que si tú te sacrificas y lo das todo de ti, lo consigues. Igual sí, pero igual no. Dentro de que no soy alguien famoso, está el riesgo de que alguien piense: 'ah, pues este chaval lo ha conseguido, si yo no lo he conseguido seguro que es porque no me he esforzado suficiente, seguro que ese chaval está trabajando todo el día...'"
"Y eso —analiza— es lo que me parece tramposo y que puede provocar mucha frustración. A mí mismo me la provocaba sin caer en que las personas con las que me comparaba tenían un entorno bastante más cómodo que el mío. No soy la persona más privilegiada del mundo, pero por lo menos sí tenía eso. Otra gente no lo tiene. Y está eso en la serie. Hay personajes claramente privilegiados, como es el caso de Sofía, y personajes que están en el otro punto, como es el caso de Tamara, pero hay personas también que están en el medio. Yo estoy más ahí, pero no voy a pretender que estoy por debajo para hacerme el guay, porque luego alguien puede pensar que que eso es lo que hay que hacer y creo que eso es un problema. Entonces, la mal llamada cultura del esfuerzo me parece bastante peligrosa".
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Libertad creativa y críticas
La propuesta de Una perra andaluza puede gustar o no, pero es un ejercicio de radical libertad creativa. "En este modelo hemos tenido la cosa mala de no tener medios, por supuesto. Pero al mismo tiempo —reflexiona Tocino— no había nadie diciéndonos: 'pues esto no, esto sí'. Hablo de guion y dirección, de lo que es estrictamente mío y veo los primeros capítulos y veo los siguientes y hay una mejora".
"Hay decisiones que tomé —prosigue— cuando estábamos rodando y en alguna me equivocaría, y en otras, no, pero el caso es que dijimos: 'venga, pues vamos a hacerlo'. También llegó un punto en el que yo mismo perdí la esperanza de que esto fuese a terminar. Fue muy complicado por muchas cosas. [Pero] lo bueno es que dices, como no sabemos ni siquiera si esto va a salir, pues venga, vamos a hacer lo que nos dé la gana, porque total…"
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Sobre las críticas a la serie, mientras toma el zumo, Tocino asegura: "¿Cutre? Por supuesto, pero si no teníamos medios. He visto las críticas a la serie muy extremas en general. Y que al igual que sé que no es una obra maestra, también sé que no es una mierda. Y que de hecho en parte es algo positivo porque significa que algo te ha llegado, aunque sea para mal. Que también me alegro porque lo peor sería que la vieras y te quedaras igual. Si te has ofendido tantísimo, te ha enfadado tantísimo, pues, oye, algo habremos hecho bien. Cada uno tiene su gusto. Pero es verdad que la serie tanto a nivel técnico como de guión, en todo va mejorando, y se va viendo a medida que avanza. Si tienes como la idea de oh, culos o lo que sea.... [pero] si sigues viéndola, ya vas viendo que no, que hay más que eso".
Los temas, soledad, deseo, amistad, Andalucía
¿Cuál es el tema fundamental de la serie para su director?: "Al final los personajes son gente muy distinta, pero yo diría que lo que comparten es que se sienten solos. Diría que la serie es una exploración de la soledad y del deseo. Los personajes se sienten solos en un mundo que paradójicamente está hiperconectado y lleno de estímulos, [en el] que se sienten perdidos con sus deseos porque parece que el mundo o está hipersexualizado o está reprimido".
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Tocino: "El pegamento de la serie es la amistad, el apoyo mutuo. Esa amistad no es perfecta".
"Vemos —añade— esas dos tendencias respecto al deseo, hipersexualización versus represión, y por eso lo que intentamos es hablar de ello con naturalidad. Los personajes no saben muy bien cómo lidiar con sus deseos. El tema, para mí, son los conflictos que ellos tienen con la soledad y con el deseo y luego, pues ya las tramas que se van creando entre ellos. Y al final, algo que une y que creo que es el pegamento de la serie es la amistad, el apoyo mutuo que ellos se dan. Vale, pueden sentirse solos, pero se apoyan. Esa amistad no es perfecta. Esto no es una sitcom. Todos los personajes se enfadan o no son buenos amigos en algunos momentos".
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Sobre la juventud y la clase social de sus protagonistas, Tocino asegura: "Es verdad que es un grupo demográfico que no está muy presente en las series que son o bien de instituto o bueno, de personajes que ya están trabajando y tienen una carrera profesional como de éxito. No sé. No se ve a gente trabajando en trabajos precarios y trabajos que no quieren hacer. Ese punto no lo veo muy representado. Algún proyecto como el nuestro, más underground habrá. Sí está claro que nosotros queríamos hacerlo".
El director califica su propia creación con la palabra dramarracha. ¿Qué significa? "Es una actitud que tienen los personajes y también la propia serie a la hora de mostrar las situaciones que le ocurren a los personajes, que pueden ser desagradables, que a la vez son cutres y surrealistas. Se trata de adueñarte de la situación como actitud defensiva también, algo así como: 'no me duele tanto si me río de ello'. Hay cosas que le pasan a los personajes. Hay cosas que le pasan a los personajes que son un drama pero a la vez surrealistas. En la segunda temporada hay más momentos así. Es más dramática, se ve más claro eso, la presencia del drama".
Sevilla, Andalucía es un personaje más de la serie: "Si hubiésemos tenido pasta, habríamos rodado en otras ciudades, más allá de Sevilla. Andalucía, la idiosincrasia andaluza, para mí sí que es un personaje de la serie. Me hubiese gustado que fuese más coral. En Sevilla nos miramos mucho el ombligo y a la vez Sevilla tiene muchas cosas muy guays y bonitas".
Tocino: "Con humor se puede hablar de muchas cosas sin tener que estar despellejando a nadie".
Al respecto del humor, Tocino deja dos ideas. Por un lado: "Creo que con humor se puede hablar de muchas cosas sin tener que estar despellejando a nadie. También intentamos no señalar a los otros y decir el problema es de esta gente, de otros, porque a lo mejor el problema también lo tienes tú, como el tema del machismo. Todos somos machistas. Otra cosa es el grado. Esto está presente en la serie. No mostrar solo una cosa, sino varias, está también la cosa generacional, los motivos LGTBI+".
Y por otro lado: "El que más llama la atención es un humor más escatológico, un humor más sexual, pero también hay humor absurdo y surrealista. Creo que hay distintos tipos de humor. A mí me hacen gracia muchos tipos de humor. En la serie se tratan temas a través de distintos tipos de humor (escatológico, sexual, absurdo, negro). El humor ayuda a hablar de temas complejos".
Influencias y aprendizaje
Hay momentos en que la serie recuerda al primer Pedro Almodóvar ¿Ha sido una influencia?: "La Mala Educación la vi muy chico, no la entendía muy bien, después, sí. Mujeres al borde de un ataque de nervios es mi peli favorita de Almodóvar. Yo sabía quién era Almodóvar, pero no había visto su cine. Y al descubrir el cine de Xavier Dolan, y ver que Dolan lo citaba como referencia, empecé a verlas... empezando por Mujeres al borde de un ataque de nervios, que me encantó. Hay otras que también me han gustado mucho, como La flor de mi secreto o Volver y otras que no me han llegado tanto. Y sí que me ha influido. Me da mucho pudor si alguien me compara con él".
Para Tocino, el trabajo ha sido al mismo tiempo un aprendizaje: "He ido aprendiendo muchísimo. Los primeros capítulos son caóticos, pero yo aprendí muchísimo a nivel técnico, a nivel humano, a nivel de todo. Yo no soy la persona más segura del mundo. Entonces como que eso también te curte un poco y tienes que tener un poquito de seguridad para transmitir las cosas y sobre todo para tranquilizar a lo mejor un momento dado a alguien. Y la he cagado mucho también. Estos procesos son así".
Tocino: "Quería dejar espacios abiertos para sugerencias tanto dentro del propio guión como del personaje".
El trabajo con los actores y actrices tuvo su punto simbiótico: "Evidentemente, hay actores y actrices de la serie con los que ahora mismo tengo mucho contacto. Entonces los considero amigos y aunque ya hemos terminado la serie. Yo soy muy maniático y es verdad que muchas veces era: 'tiene que ser esta frase'. Pero a la vez también quería dejar espacios abiertos para sugerencias tanto dentro del propio guión como del personaje. Y hay aspectos que yo no he vivido. Pues también ahí me he dejado llevar más por ellos y ellas".
El guion, lejos de estar grabado en piedra, se ha ido modificando por el camino. "El guión se supone que no se toca, y sí se toca. Aquí se manosea. Se ha hecho de todo, porque, claro, estábamos en movimiento. A lo mejor un día no podías contar con un actor porque le había surgido algo. Tienes que pensar en un plan B y en un plan Z. A veces había que modificar cosas después porque no tenían sentido o por temas de ritmo, lo que fuera. Ha sido un proceso muy vivo, muy caótico y una odisea. Tenemos muchas anécdotas, es una serie muy dramarracha. Otras veces hemos sufrido mucho".
Para Tocino, Filmin les ha dado "la oportunidad". "El caso es que se han interesado, la verdad, yo pensaba que no. Llegó un punto en el que, ya casi más por la gente, por el equipo técnico, por lo menos quería que se viese, que al menos la gente pudiese ver su trabajo, aunque no llegásemos a nada, y que por eso lo de Filmin ha sido una noticia estupenda: no solo estamos pudiendo ver nuestro trabajo, sino que le está llegando a más gente. En YouTube sabíamos que no, porque bueno, allí violencia hay toda la del mundo, pero algo mínimamente sexual, un desnudo, pues no. De hecho nos ha pasado, nos han eliminado el canal sin previo aviso. Estamos ahí viendo, pero no creo que lo podamos recuperar".