"El director de un museo también es un autor"
Entrevista a Glenn Lowry, director del MoMA. Desde la creacion en 1929 del museo, ha sido el mejor de los seis directores captando fondos privados para el centro
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Representa un modelo de museo inviable, de momento, en España: hace 82 años se fundó como entidad privada, sin presupuestos públicos y respirando gracias sólo a las donaciones de sus miembros y empresas. De sus 16 años como director del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, Glenn Lowry será recordado por su intensa campaña para conseguir 900 millones de dólares para renovar la institución dedicada al arte contemporáneo más importante del mundo. Es el primer invitado del Círculo Arte y Mecenazgo, de la Fundación La Caixa.
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¿De dónde va a conseguir dinero para comprar dos pinturas y siete esculturas de Cy Twombly? ¿Cómo se sufraga una compra de ese calibre en estos momentos?
«Los museos van a tener que buscar nuevas fuentes de financiación»
El dinero viene de diferentes lugares: de amigos y de patronos que comprarán parte de las obras y las donarán al museo en algún momento del futuro. También tenemos nuestros propios fondos para la compra, que proceden de distintas fuentes privadas. Y Cy nos va a regalar una de las esculturas.
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En Europa los museos dependen de la inversión pública, pero cada vez es más recortada. ¿Deberían cambiar la estrategia?
Hay una expresión en inglés que dice: Siempre es más verde la hierba al otro lado de la valla'. Nuestro sistema no es ni mejor ni peor que el sistema europeo, es diferente.
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«Los recortes públicos no los compensará el sector privado»
Pero el dinero público para los museos se acabó. Habrá que hacer algo.
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Por supuesto, pero también los museos norteamericanos.
¿En qué tienen que cambiar los museos norteamericanos y en qué los europeos?
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«En EEUU se quiere recortar las ventajas fiscales a los inversores en arte»
Lo que está claro es que si la financiación pública va a reducirse y si los museos quieren seguir prosperando, tendrán que buscar nuevas fuentes de financiación. El reto que se plantea ahora es que cuando un Estado financia a una institución espera que se comporte de una manera determinada. Quizá ese no sea el modo en que los intereses privados quieran que se comporte esa misma institución. No es tan fácil cambiar la financiación pública por dinero privado. Para tener éxito en esta tarea hay que modificar el comportamiento de toda la institución. ¿Está acaso preparada la sociedad para esto?
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No parece que la española haya creado las herramientas para ello.
No sé cuál es la respuesta, pero esa es la pregunta. No se puede esperar que el 30% que reducirá el Gobierno en financiación vayamos a conseguirlo del sector privado. Hay que trabajarse la relación con esas entidades privadas. Eso significa que hay que buscar sus intereses. No quiero decir que uno tenga que darles todo el territorio, pero sí que todo el mundo debe estar contento.
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«Del arte español no nos interesa sólo Juan Muñoz, Picabia, Dalí»
Hablemos entonces de impuestos. En España todavía no hay ventajas fiscales atractivas para el inversor. Además, la compra de arte no sólo no es recompensado sino gravado con un IVA de artículo de lujo (18%), ¿qué se puede hacer con esta situación?
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Bueno [sonríe], en EEUU hace tiempo el Gobierno decidió que no iba a financiar ni la cultura ni los museos. Hablamos del Gobierno federal. Se dio cuenta de que para conseguir que alguien financiara la cultura tenían que crear incentivos. Y el incentivo que se creó en los sesenta fue un incentivo fiscal. Pero debido a la crisis económica actual, en EEUU hay mucha presión para que esos incentivos fiscales se vean reducidos. Si esas ventajas se reducen, nos quedamos sin red de seguridad, sin aportaciones. Tendría unos efectos muy graves en las aportaciones privadas a los museos de EEUU.
¿Qué cantidad fija la ley en EEUU para la rebaja fiscal?
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«Manolo ha hecho que el Reina Sofía sea emocionante otra vez»
¿Cuántas horas tienes? [Risas] Es muy complicado. Es un tipo de interés gradual. Como máximo puedes deducirte el 38% de la renta.
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Si el patrocinador entra fuerte con su dinero, ¿corre peligro de quedar relegado el director?
Los patrones pueden dar dinero, pero no significa que sean ellos los que deciden cómo debe dirigirse el museo o qué obras se van a comprar o qué exposiciones se van a enseñar. El director funciona como un medio entre los patronos y el personal del museo.
¿No hay manera de regular la participación de los mecenas para que no se tomen más capacidades que las que les corresponden?
El paradigma es el siguiente: los patronos establecen la política, pero el personal es quien la aplica.
¿Cuál es el futuro del MoMA: el edificio ya no puede crecer más y el arte contemporáneo no para?
Tenemos planes de crecer más: hemos comprado unas propiedades inmobiliarias cercanas a la zona donde nos encontramos. Tendremos salas de exposiciones de unos 4.000-5.000 metros cuadrados, pero seguramente nos volveremos a quedar sin espacio. Entonces tendremos que decidir si seguimos coleccionando o si vamos a desprendernos de nuestro material histórico o si comprimimos la Historia que podemos contar para poder dejar espacio para el futuro.
¿Ha tenido que eliminar partes de la Historia que están coleccionando que ya no les interesa tanto como cuando empezaron a coleccionarlo?
Esto pasa constantemente. El problema más interesante es saber si seguimos interesados en coleccionar lo que nos interesaba hace 50 años, como el arte popular. Nos dimos cuenta de que no nos interesaba seguir coleccionando arte popular.
¿Ha visitado ya el Museo Reina Sofía de Manuel Borja-Villel?
Sí y creo que Manolo ha hecho un trabajo fantástico. Esta tarde he estado con él un par de horas y ha hecho que la colección del Reina Sofía sea emocionante, fresca, interesante, parezca nueva y sea imprevisible otra vez. Cualquier persona que tiene el privilegio de trabajar con obras de arte puede hacer que lo que tiene parezca mejor de lo que es o estropearlo. Manolo ha hecho que la colección del Reina Sofía, muy idiosincrásica, esté mucho mejor de lo que yo nunca la había visto.
Él también utiliza la narración sin cronología.
A nosotros nunca nos ha interesado la cronología. Nos interesa la cuestión de la Historia y cómo se narra. Siempre hay una dimensión cronológica, pero eso no significa que uno tenga que seguirla.
A Borja-Villel se le critica por un exceso de autoría. ¿El papel del director también ha cambiado?
Para mí Manolo es brillante. Efectivamente, tiene mucha energía pero no creo que haya ningún problema: un director de museo también es un autor. La cuestión es saber si tiene algo que decir. Y yo creo que él sí tiene que decir.
El pasado del MoMa estuvo muy ligado con la propaganda política e ideológica, ¿hoy la propaganda de qué manera se sirve del arte?
Esta es una interesante cuestión. Pienso mucho en la interpretación que liga la dimensión propagandística al arte, porque creo que esto es real sólo en parte. Es fácil decir que el museo fue cómplice en ese esfuerzo para demostrar que las nociones norteamericanas de libertad y democracia podrían generar obras de arte fantástica, frente a los artistas realistas más constreñidos tras del telón de acero. Creo que la cuestión es más compleja: al museo le interesaba el expresionismo abstracto, porque aquellos eran los artistas más importantes de su tiempo y para nosotros un orgullo coleccionarlos y exhibirlos. Del mismo modo que cualquier museo está orgulloso de coleccionar y mostrar los artistas de su región y de su nación. Cómo los demás interpreten esto y cómo quieren utilizarlo es una cuestión diferente. Sí, fuimos en parte cómplices, sí. Teníamos que serlo, estábamos coleccionando aquel arte.
¿Si antes había fines ideológicos y políticos, hoy a quién le interesa utilizar el arte como propaganda?
La política y la ideología ha estado ligada al consumo del arte desde hace mucho tiempo: Goya, Velázquez, Rubens, todos. Sigue formando parte de nuestros días.
¿Cuáles son los artistas españoles actuales que interesan al MoMA?
Este es el dilema del jet lag. Hemos hecho proyectos. Hace cuatro años hicimos una exposición en el PS1
¿Alguna exposición de españoles en el futuro?
Bueno, seguimos fijándonos en el arte contemporáneo español. No nos centramos únicamente en Juan Muñoz, en Picabia, Dalí Nuestros intereses van más allá, hay artistas jóvenes que nos interesan. Pero lo fundamental es que no nos fijamos en artistas con una dimensión nacional. No, no hacemos eso. No tiene sentido.