Este artículo se publicó hace 17 años.

El día que el diablo visitó Londres

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Después, en plena disputa religiosa se culpó a los católicos . Un relojero francés llamado Robert Hubert confesó ser un enviado del Papa y el provocador del fuego. Una comisión realizó una investigación y constató que se trataba de un mero rumor. Pero fue demasiado tarde para Hubert. Lo ahorcaron el 28 de septiembre.

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