Este artículo se publicó hace 14 años.
Cultura compra los papeles de Balcells por tres millones de euros
El ministerio se hace con el archivo de la agente literaria más importante de España, con manuscritos, cartas y documentos de autores como Neruda, García Márquez, Vargas Llosa
La operación se empezó a gestar hace un año y ayer los cinco tráilers que transportaban los miles y miles de documentos que la agente literaria más importante de este país ha almacenado en estos 50 años de trabajo llegaban a las instalaciones del Archivo General de la Administración, en Alcalá de Henares. Se trata de manuscritos, cartas y fotografías hasta ahora almacenados en dos naves industriales en Cervera (Lleida) y en la sede de su agencia en Barcelona. Según fuentes de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, el Ministerio de Cultura remata la compra por tres millones de euros, "mucho menos del precio en el que empezó la oferta".
2010 ha sido un mal año para muchas cosas, menos para negociar a la baja. Las entretelas de hasta cinco premios Nobel de Literatura (Pablo Neruda, Vicente Aleixandre, Gabriel García Márquez, Camilo José Cela y Mario Vargas Llosa) quedarán de esta manera al descubierto para los investigadores, así como las de los cientos de representados por Carmen Balcells. Pero también los no representados, porque todos los manuscritos que le han ido llegando también los guardaba y que ahora ha vendido. Todo lo que haya pasado por sus manos desde el año 1954 hasta nuestros días.
Cultura destaca el papel de Balcells en la gestación del 'boom' latinoamericano
Sobre tanto material, el Ministerio de Cultura destaca el valor del papel que jugó la agente literaria en la gestación del boom latinoamericano. De esos dos kilómetros y medio de documentos en línea se podrá husmear en la complicidad editorial que mantuvo Balcells con el editor Carlos Barral a la hora de lanzar el fenómeno literario más importante en los sesenta y setenta en todo el mundo.
Su propia novelaA sus 80 años de edad, Carmen Balcells está de retirada y quiere dejarlo todo atado y bien atado. Y ha empezado por dejar en buenas manos la mayor de sus obsesiones: su memoria. Con la venta de su archivo, ayer se desprendía de su propia historia, de los papeles que forman su mejor novela, para que los investigadores puedan contrastar cuáles fueron los caminos de los títulos que pasaron por sus manos: desde el original al producto filtrado por los editores, pasando por el podado de la censura franquista.
Pero con sus secretos no sólo se descubrirá el lado académico de los libros. También se darán a conocer las cartas personales que Balcells mantuvo durante estos años con sus autores, en las que se desmenuza el resto de cuestiones personales que hacen que los mitos de letras impresas en tapa dura bajen a la tinta china en sobre. No hay que olvidar que Balcellsfue la pionera en garantizar los derechos de los autores en este país.
Ella puso fin al contrato indefinido entre escritor y editorial, por el cual el autor estaba condenado a perder todos los derechos sobre su obra para siempre. Convirtió así en protagonistas a los escritores y sentó las bases para el modelo de gestión de los derechos de autor. Ahora, todas aquellas negociaciones están al descubierto.
Una buena, cuatro malasA falta de la ubicación definitiva, parece que está claro que el archivo no parará en la Biblioteca Nacional. Una vez que estén clasificados y catalogados todos esos kilómetros de documentos, habrá que ver cuántos de ellos merecen la pena. El trabajo del buen agente consiste en colocar una buena novela junto con otras cuatro malas. A pesar de ello, las fuentes de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas aseguran que es uno de los archivos más importantes que se ha comprado.
La última gran compra de un archivo personal realizada por una administración pública fue en el año 2007, cuando la Junta de Andalucía y la Diputación de Málaga adquirieron por cinco millones de euros el del premio Nobel Vicente Aleixandre (1898-1984). Más bajo fue el importe que desembolsó Castilla y León por el de Carmen Martín Gaite (1925-2000): un millón de euros. El precio del archivo fotográfico de los Centelles, 700.000 euros, se queda en nada comparado con estos acuerdos, y este también sale de Catalunya.
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