Este artículo se publicó hace 14 años.
"Creíamos que el Sónar era un festival esotérico"
The Chemical Brothers cierra el certamen barcelonés
Tras la primera toma de contacto con el público de su séptimo disco, Further, el dúo inglés The Chemical Brothers se presentó en el Sónar de Barcelona. "Como en cada nuevo trabajo, cada concierto es un desafío", comentaban horas antes del encuentro con sus fieles. Con humildad, simpatía y muy tranquilos, a pesar de la inminencia de su actuación, demostraron tomarse sus profesión con toda la ambición. "Somos conscientes de que lo que presentamos puede aceptarse de una manera diferente aquí que en Londres. Nosotros estamos prácticamente igual de excitados y con las mismas ganas de sorprender. Eso es lo que intentamos, una vez más", coinciden en advertir Tom Rowlands y Ed Simons.
Su tercera participación en el Sónar les da muy buenas vibraciones. "La primera vez que vinimos hemos de reconocer que temíamos encontrarnos con un festival... como esotérico. Nos costó ubicarnos porque nos veíamos perdidos entre demasiadas tendencias", reconoce Tom Rowlands. "Sin embargo, ya aquella vez conectamos con el público y las dos siguientes [la última, en 2005] fueron también fantásticas. Y estaremos encantados de volver en un futuro".
"Nos gusta pensar que podemos ser una nueva tendencia house"
El disco que presentan consta de ocho temas muy cuidados, cada uno con un vídeoclip exclusivo: "Tampoco creo que sea especialmente cuidado", corrige Ed. "Simplemente, en cada nuevo álbum aportamos una forma diferente de aproximarnos a los temas, a la realidad, es decir: presentamos un nuevo punto de vista". En este caso, el director AdamSmith y el artista Marcus Lyall han impregnado más carácter, si cabe, a los temas gracias asu colaboración en el ámbito audiovisual.
Definitivamente menos dance que sus primeros trabajos, la pareja confía en aportar algo nuevo a la música. Ese ha sido su objetivo desde que irrumpieron en la escena musical mundial pinchando como Naked Under Leather, en 1992 y, después, hasta 1995, como The Dust Brothers. "Me gustaría pensar que podemos ser una nueva tendencia en el house", se atreve a decir Ed. Están abiertos a muchísimas tendencias de la música, no sólo electrónica, desde New Order a Public Enemy, pero también están atentos a los nuevos autores. El Sónar es una oportunidad para ello.
"La música es como una escultura: hay que darle una forma concreta"
Sin embargo, no creen que el futuro de la música esté exclusivamente en la música electrónica. "La música no tiene límites", proclama Tom. "La idea es desarrollar múltiples géneros y el nuestro es uno más, que en ningún caso va a desbancar a otros". Sí reconocen que las fronteras de la electrónica están en constante expansión. Ellos son el mejor ejemplo, ya que sus temas se encuentran desde en videojuegos hasta en la Tate Modern de Londres, que en 2006 fue el primer grupo invitado por la prestigiosa galería a componer un trabajo inspirado en la obra que más les llamara la atención de la colección de arte moderno. "Fue una experiencia enriquecedora. Es excitante y motivador ver la música aplicada a diferentes productos, ya sean videojuegos o arte abstracto", explica Tom. "La música puede ser considerada como una escultura", añade Ed. "Le vas dando forma a algo hasta que adoptas un motivo concreto y lo conviertes en producto".
Entonces, ¿hablamos de un arte abstracto para escuchar? "Estamos interesados en el arte abstracto porque es una buena fuente de inspiración", razona Ed. "Cuando en arte consigues dar con un espacio nuevo, has dado con algo que es rompedor, puramente original. Y todo lo que venga de crear sonidos nuevos puede ser considerado algo que, por lo menos, se sitúa en la frontera del arte. Igual que el arte abstracto".
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