Fernán-Gómez: un viaje hacia el corazón del arte

1 ARTISTA DESDE EL MISMO PARTO: NACIÓ DE GIRA TEATRAL

Fernando Fernán-Gómez nació el 28 de agosto de 1921 en Lima (Perú). Su madre, la actriz Carola Fernández Gómez, estaba de gira por Latinoamérica. Fue inscrito en el consulado de Buenos Aires y conservó la nacionalidad argentina hasta 1970.

A los tres años pisó por primera vez suelo español. Debutó en una obra teatral de su colegio, encarnando a un camarero. A partir de 1934 se enroló en grupos de teatro aficionados.

3 UN APRENDIZ DE FILÓSOFO QUE SE METE A ACTOR

Su afición al teatro le llevó a abandonar sus estudios de Filosofía y Letras. Debutó en 1938 con la compañía de Laura Pinillos. Allí le descubrió Jardiel Poncela, que le dio su gran oportunidad en 1940, en la obra ‘Los ladrones somos gente honrada’.

Su primera incursión en la gran pantalla se produjo en 1943 con la película ‘Cristina Guzmán’. Fue el inicio de una carrera de casi 60 años en los que rodó más de 150 películas.

En 1945 se casó con la cantante María Dolores Pradera, con la que tuvo dos hijos: Fernando y Elena. Divorciado de Pradera, convivió durante décadas con Emma Cohen, con la que se casó en el año 2000.

En 1953 dirige su primera película, ‘Manicomio’. Fue un fracaso comercial, igual que su segundo trabajo como realizador, ‘El mensaje’ , de 1953. Su primer éxito tras la cámara le llegó en 1958 con ‘La vida por delante’.

En 1961 publicó su primera novela, ‘El vendedor de naranjas’, que pasó inadvertida. En el futuro llegaría a ser finalista del Planeta, en concreto en 1987 por ‘El mal de amor’.

Influido por el neorrealismo italiano, en 1963 dirigió ‘El mundo sigue’. Esta película y la siguiente, la oscura ‘El extraño viaje’, fueron secuestradas por la censura de la época. Fernán-Gomez se convirtió en un cineasta maldito.

En los 70 trabajó con Saura, Erice, Armiñán... Sus películas viajan a los más prestigiosos festivales, donde Fernán-Gómez no pasó desapercibido. Ganó dos Osos de Plata al mejor actor en el festival de Berlín. Fue en 1976, por ‘El anacoreta’, y en 1985, por ‘Stico’.

No recibió ningún Óscar, pero participó en dos películas que sí se lo llevaron: ‘Belle Epoque’ y ‘Todo sobre mi madre’. En 1995 recibió el Príncipe de Asturias, en 1998 ingresó en la RAE. Al año siguiente recogió el premio Donosti en el Festival de cine de San Sebastián, y en en 2005 el de Berlín le entregó un Oso de Oro de honor.