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El biógrafo de Alice Munro reconoce haber omitido que su expareja abusó de una de las hijas de la escritora

Robert Thacker admite que conocía los abusos pero no los mencionó en el libro sobre Munro porque, en su opinión, eran un "un desacuerdo familiar".

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La escritora Alice Munro en una imagen de archivo - Público.

madrid,

El autor de Alice Munro: Writing Her Lives (Alice Munro: Escribiendo sus vidas), Robert Thacker, ha admitido este lunes al periódico canadiense The Globe Mail que conocía los abusos sexuales perpetrados por la expareja de la ganadora de un Nobel, Alice Munro, a una de las hijas de la escritora, Andrea Robin Skinner

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Robert Thacker reconoce que entendió los abusos como "un asunto privado" un "desacuerdo familiar"

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El biógrafo reconoce que Skinner le contó en 2005 que su padrastro, Gerald Fremlin, había abusado de ella cuando tenía nueve años –hechos que Skinner relató el domingo en el periódico Toronto Star–. Unos abusos que con esta revelación conocían ya tres personas, la propia Munro, su padre Jim Munro, y el propio Thacker. Nadie hizo nada. En 2005, Fremlin fue condenado a dos años de cárcel y a evitar el contacto con menores de 14 años en ese periodo por la demanda de su hijastra. A pesar de la sentencia, Munro siguió con él hasta que murió en 2013.

Thacker dice que vio los abusos como un "desacuerdo familiar", "un asunto privado" que no aportaban al texto final; la escritora los entendió como una infidelidad y Jim Munro simplemente los ignoró para seguir enviando cada verano a su hija con su madre y su abusador. El libro se publicó en 2011 y, antes de ser impreso, Skinner intentó que Thacker incluyera las agresiones en el texto. No lo hizo. 

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"En 1976, fui a visitar a mi madre, Alice Munro, durante el verano a su casa de Clinton, Ontario. Una noche, mientras ella estaba fuera, su marido, mi padrastro, Gerald Fremlin, se metió en la cama donde yo dormía y me agredió sexualmente", relató Skinner en el medio canadiense meses después de la muerte de su progenitora.

Romper el silencio: "Mucha gente influyente se enteró de parte de mi historia"

Skinner alzaba la voz por todas las víctimas en un alegato contra el silencio. "A la sombra de mi madre, un icono literario, mi familia y yo hemos ocultado un secreto durante décadas. Ha llegado el momento de contar mi historia", destacaba en el artículo. Su testimonio cobra fuerza en un momento donde la ola del movimiento 'Me Too' sigue en plena crecida. 

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El testimonio de Skinner cobra fuerza en un momento en el que el 'Me Too' sigue en pleno auge

Con sus palabras quiere visibilizar los abusos hacia los menores. Niños y niñas a los que muchas veces no se les escucha. "En mi caso, la fama de mi madre significó que el secreto fue más allá de mi familia. Mucha gente influyente se enteró de parte de mi historia y aún así la siguieron ayudando a perpetuar una narrativa que sabían era falsa", escribía.

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La atención mediática sobre el caso y el vuelco en el panorama literario dan cuenta de que algo está cambiando a la hora de atender los abusos. El silencio ya no es una opción para las víctimas. Queda que adultos e instituciones tomen partido. 

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