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ARCO Madrid 2021 Bad Bunny se vuelve inmortal en la nueva edición de ARCO

La feria de arte contemporáneo de Madrid de 2021 contiene entre sus obras expuestas unos versos escritos por el reguetonero de Puerto Rico. Valorada en 30.000 euros y aún sin comprador, la obra contrapone la alta y baja cultura, así como la emancipación femenina. 

'Yo perreo sola', de Dagoberto Rodríguez.
'Yo perreo sola', de Dagoberto Rodríguez. PÚBLICO

Imagínese ser uno de esos magnates compradores de obras de arte que acuden cada año a ARCO (la feria de arte contemporáneo de Madrid) con la intención de desembolsar unos cuantos miles de euros. Imagínese deambular por los pasillos de IFEMA en busca de alta cultura, de esculturas definitivas y de cuadros inmortales. Y que en mitad de esa feria se cruce con un grabado en mármol tasado en 30.000 euros que contiene un verso escrito por Bad Bunny.

Yo perreo sola, canción del reguetonero puertorriqueño perteneciente al disco YHLQMDLG, ha traspasado fronteras y ha llegado hasta ARCO 2021 gracias a Dagoberto Rodríguez, artista cubano que pretende reivindicar tanto la música caribeña como la revolución feminista. Como Andy Warhol cuando dibujó el bote de tomate más representativo de la clase trabajadora y lo llevó a los museos, Yo perreo sola es una de las obras más desafiantes de la última edición de ARCO, que intencionadamente ha buscado alejarse de polémicas políticas de años anteriores.

Las palabras incrustadas en el mármol blanco contienen connotaciones rebeldes y emancipadoras: "He querido inmortalizarlo en mármol porque es un título y una expresión que dice que no necesitas a nadie para ser feliz. Es una expresión de autosuficiencia desde la feminidad, es un reclamo importante", asegura Rodríguez a Público

"Qué género musical no ha sido machista", se pregunta el artista

Con esta obra, propiedad de la galería Sabrina Amrani, Rodríguez busca pelear contra la estigmatización del reguetón, acusado de machista y siempre criticado tanto por el uso de expresiones callejeras como desde el punto de vista de la calidad: "El lenguaje ordinario existe desde siempre. Hay grandes obras que usan lenguaje de este tipo. También hay un reclamo legítimo de que las letras son sexistas en muchos casos y estoy de acuerdo en que algunas lo son, pero detrás de esa hojarasca hay una expresión auténtica y genuina. Pero qué género musical no ha sido machista", sostiene. 

De esta forma, en un rectángulo de mármol, un material que guarda conexiones con las piezas más inmortales de la historia del arte, Dagoberto ha grabado con letras doradas esas tres palabras, 'yo perreo sola', que quedan dibujadas en el centro de la obra y brillan por todos los contrastes, estéticos y culturales, que propone esta pieza.

El artista, mientras contempla su propia obra expuesta en ARCO, declara su admiración por Bad Bunny: "Vengo de Cuba, donde la cultura de masas y la alta cultura están mezcladas. En Cuba se usa todo y todo vale. Puedes oír música clásica y rumba. Esas jerarquías sobre el arte no las tengo establecida. Hay letras de mucho valor en el reggaetón, sobre todo en Bad Bunny. La canción Amorfoda, por ejemplo, se parece a los textos de Bukowski como A la puta que se llevó mis poemas". 

El mármol, compacto y por momentos impenetrable, ha sido picado a través de la técnica del chorro de arena, dejando así la estampa del autor con letras doradas. El material por excelencia de las esculturas renacentistas aparece aquí para dar soporte a unos versos que cuando salieron a la luz fueron tildados de machistas y oportunistas. "Pienso que es una letra no machista, todo lo contrario, es feminista. Me interesan mucho los textos de Bad Bunny y del reguetón en general porque tienen una métrica muy compacta. Son como los mensajes de WhatsApp, son muy eficaces. Y a mí me interesa eso como lenguaje y narrativa", apunta. 

En cuanto a este género musical, su aparición en la edición de ARCO 2021 supone un punto y final, una retirada definitiva de la venda en los ojos que se pudiera tener en torno al reggaetón. Tildado de mediocre, de grosero, de efímero y de machista, se ha convertido en la música urbana de moda en el planeta: "Se decía que el reguetón iba a acabar, que era una expresión corta. Llevo desde los noventa escuchando eso. A mí tampoco me gustaba, me parecía grosero hasta que vi a mi hijo cantarlo y pensé que tenía que prestarle más atención", zanja Dagoberto Rodríguez. 

Mujeres en Arco

Igual que este mármol blanco con contenido feminista, la presencia de las mujeres en ARCO gana algo de fuerza en una feria que en su última edición dejó datos sonrojantes: solo el 7% de los artistas españoles en la feria eran mujeres. Para equilibrar, en esta edición el apartado Proyectos de Artista está dedicado únicamente a mujeres. Hasta 28 puestos donde las presencia femenina guarda un espacio único. 

La ausencia de paridad, un objetivo aún lejano en esta feria de arte contemporáneo, es refutada con algunas de las obras más notables de la exposición firmadas por mujeres.  Es el caso de la serie Síntomas, de Inmaculada Salinas y perteneciente a la galería Rafael Ortiz, que propone una reflexión sobre los eslóganes de vida que uno acostumbra a oír prácticamente a diario. 

Síntomas, de Inmaculada Salinas.
Síntomas, de Inmaculada Salinas. Galería Rafael Ortiz

De igual modo, la galería ADN presenta obras con toque de cultura callejera donde la composición de la peruana María María Acha-Kutscher expone la lucha feminista alrededor del mundo: de Argentina a España pasando por todos los rincones del mundo donde las mujeres han alzado la voz en defensa de los derechos humanos. 

Mural de la lucha feminista dibujado por María María Acha-Kutscher.
Mural de la lucha feminista dibujado por María María Acha-Kutscher. Galería ADN.

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