20.000 especies de abejas, de Estíbaliz Urresola y la serie La Mesías de Javier Calvo y Javier Ambrossi han sido las triunfadoras de la 29 edición de los Premios Forqué, entregados este sábado en una gala en la que algunos premiados pidieron que cese la guerra en Gaza.

La película de Urresola sobre la infancia trans se ha hecho con el galardón al mejor largometraje de ficción y el de Cine y Educación en Valores, mientras que la serie de los Javis, que aborda el trauma infantil y el fanatismo, ha ganado el de mejor serie de ficción y los de mejores intérpretes de series para Roger Casamajor y Lola Dueñas.

En cine han sido coronados como mejores actores Malena Alterio, por su papel de taxista en Que nadie duerma, de Antonio Méndez Esparza; y David Verdaguer, por encarnar al humorista Eugenio en Saben aquell, dirigida por David Trueba.

La gala de los Forqué, que conceden los productores audiovisuales de EGEDA, ha congregado en el Palacio Municipal IFEMA Madrid a los protagonistas de las principales películas y series del año, que no han podido cerrar los ojos ante la realidad de la guerra en Gaza.

Directores como Urresola y Javier Fesser y actores como Manolo Solo, David Verdaguer y Álvaro Cervantes lucieron en sus solapas chapas con el dibujo de una sandía, que se ha convertido en símbolo de resistencia del pueblo palestino y pidieron, sobre el escenario, que pare la guerra.

Malena Alterio fue la primera en hacerlo, señalando que los valores en que fue educada le impedían no pronunciarse. También Urresola: "Desde el fondo de mi corazón, hagamos algo para detener esta masacre de la vida que está ocurriendo en Gaza", dijo.

También se pronunció al respecto Javier Fesser, que reivindicó "el cine como arma de construcción masiva" y consideró "insoportable que haya gente que no tiene nada que celebrar" a causa de la guerra.

Otro de los momentos más emotivos estuvo dedicado al recuerdo de la recientemente fallecida Concha Velasco, con la cantante Ana Guerra entonando en su memoria el clásico Una chica yeyé y los presentadores, Macarena Gómez y Pablo Chiapella, también rindieron homenaje a Itziar Castro, que murió de forma repentina la semana pasada, a los 46 años.

Robot Dreams de Pablo Berger se llevó el premio al mejor largometraje de animación con su tierna historia de amistad entre un perro y un robot y el de mejor documental fue para Juan Mariné, Un siglo de cine, dedicado al histórico director de fotografía que precisamente recogerá el Goya de Honor 2024 en febrero próximo.

El premio a la mejor película latinoamericana fue para otro documental, La memoria infinita, en el que la chilena Maite Alberdi reconstruye a la vez una gran historia de amor, entre el periodista Augusto Góngora y la actriz y exministra Paulina Urrutia y el pasado de un país marcado por la dictadura.

Guillermo García llevó el foco hasta la Cañada Real de Madrid, el asentamiento irregular más grande de Europa, donde viven sin luz desde hace más de tres años, al ganar el premio al mejor corto por Aunque es de noche, una historia de amistad rodada en ese poblado.

Acompañado de sus dos jóvenes actores, residentes de la Cañada, García pidió "reflexión y acción" en torno a una realidad que "está a quince minutos de aquí".

Por último, el premio del público, respaldado por Cinesa, fue para la película española más taquillera del año, CampeoneX, de Javier Fesser, vista por casi dos millones de espectadores (1,97).

Eduardo Campoy se hizo con la Medalla de Oro

Enrique Cerezo, presidente de EGEDA, la entidad de gestión de derechos que organiza estos premios, entregó la Medalla de Oro a Eduardo Campoy, productor de películas como La niña de tus ojos, El perro del hortelano o La teta y la luna.

La gala, retransmitida por RTVE, también contó con otro número musical a cargo de Ana Mena que rindió homenaje a Lola Flores, en el 30 aniversario de su fallecimiento, versionando las canciones A tu vera y Limosna de amores.

Fran Perea también echó la vista atrás para recuperar su éxito Uno más uno son siete, mientras que Taburete mostraron su faceta más emotiva con Roto y elegante y Vicco puso a bailar a los asistentes al ritmo de una de las canciones del año, Nochentera.