Sensores de movimiento para vigilar la conducción
Una firma ofrece a las aseguradoras un medio de seguir los hábitos al volante
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Era el sueño de las compañías de seguros (y quizás de muchos conductores): una forma de medir cómo conduce cada persona y diseñar una póliza a su medida. La empresa Detector , conocida por su sistema de localización de coches robados, presentó ayer PAYD, una tecnología que, como la caja negra de un avión, mide hábitos de conducción.
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El chivato se instala en el coche y es capaz de recoger toda una serie de elementos, como la velocidad a la que se circula, el tipo de vía, los acelerones y frenazos y, en general, todos los movimientos del vehículo. Para ello, PAYD lleva en su interior una serie de acelerómetros. Los sensores son fabricados por la misma empresa que surte a Nintendo de la tecnología de movimiento de su videoconsola Wii.
Lo siguiente es mandar los datos a un servidor central mediante la red GSM y localización por GPS. Aquí, se le aplica un algoritmo y, de la operación resultante, sale un coeficiente de buen conductor (en una escala de 0 a 10). Con esta cifra, la aseguradora puede ir personalizando su póliza.
Privacidad
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Para el director general de Detector, Javier Goikoetxea, las posibilidades que abre esta tecnología son muy amplias. No será para ahora, pero sistemas como éste podrían hacer cambiar la política de sanciones, pasando de castigar a los malos conductores a premiar a los buenos, dice. En cuanto a la privacidad de los datos, Goikoetxea recalca que nunca se revela por dónde se circula, sólo el tipo de vía, no su nombre.
Esta tecnología, que también está siendo ensayada por la aseguradora Mapfre, podría además ayudar en la medición de los niveles de emisión de gases, mejorar la reconstrucción de accidentes o recoger datos de hábitos de conducción que sirvan para diseñar nuevas políticas viales.
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En España se roban cada año unas 96.000 motos (un 60% de cilindrada superior a los 125 CC). Con estos datos en la mano, los directivos de Detector pensaron que sería buena idea trasladar su sistema de localización de coches robados a los vehículos de dos ruedas.
Este detector se esconde en la moto y está vinculado con un código único, almacenado en una llave que posee el dueño. Cuando se manipula la motocicleta en ausencia de esta llave, el sistema salta y emite una señal de aviso que llega hasta un centro de control.
A diferencia de los sistemas basados en la localización por GPS, éste trabaja con una combinación de señal de radio UHF y el GSM de la telefonía móvil. Esto presenta dos ventajas frente al GPS, que puede ser interferido por cacos con ciertos conocimientos y, además, en espacios cerrados o túneles se queda sin cobertura, lo que puede hacer que se pierda la pista.Cuando el dueño denuncia el robo, el centro de control de Detector rastrea la señal emitida por la moto y la localiza gracias a una red de antenas repartidas por todo el país.
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Por otro lado y gracias a un acuerdo con el Ministerio del Interior, esta tecnología está instalada en coches de Policía y Guardia Civil. Durante la prueba realizada ayer en Madrid, el sistema lanzaba una serie de avisos que se volvían más continuos e intensos a medida que se acercaba a la moto robada.