Este artículo se publicó hace 3 años.
En las pupilas está el sexto sentido del número
Esta parte del ojo se dilata o contrae en función del número de objetos que detecta, lo que ayudará a diagnosticar la discalculia.
Malen Ruiz de Elvira
Madrid-Actualizado a
La pupila es un círculo negro y pequeño en el centro del iris, que es el tejido que le da color al ojo. Cambia de tamaño para regular la cantidad de luz que entra al ojo. Se hace más pequeña ante una luz brillante y tiende a agrandarse a medida que la luminosidad disminuye. Esta es una definición clásica de esta parte importante de la visión, pero resulta que la pupila tiene otras funciones, según se ha ido viendo en los últimos años.
Una de ellas, recién descubierta, es que la pupila es capaz de contar, porque reacciona espontáneamente a la cantidad de objetos que detecta en el campo de visión. Lo hace como ante la luz, dilatándose o contrayéndose aunque la luminosidad sea constante, en una respuesta refleja automática.
Los mecanismos que utilizamos para detectar cantidades están localizados en la pupila, aseguran, tras sus experimentos, investigadores italianos y australianos en la revista Nature Communications. "Cuando miramos a nuestro alrededor, percibimos espontáneamente la forma, el tamaño, el movimiento y el color de una escena. También percibimos el número de objetos que tenemos delante", explica David Burr, de las universidades de Sidney y Florencia.
"Esta habilidad, que compartimos con la mayoría de los animales, es del tipo básico evolutivo: nos revela inmediatamente cantidades importantes, como cuántas manzanas hay en un árbol o cuántos enemigos nos atacan". Por eso se cree que es un sentido en sí mismo, el sentido del número.
Mediciones de la pupila ante diferentes estímulos
En los experimentos se midió el tamaño de la pupila mientras los participantes observaban pasivamente (tenían instrucciones de no contar ni hacer tarea alguna) estímulos visuales, en este caso imágenes de diferentes conjuntos de puntos, negros o blancos. Los puntos, por ejemplo, podían estar aislados o unidos de dos en dos (en forma de pesa de gimnasia). Unir de dos en dos los puntos hace que parezca que su número es menor y esta es una ilusión visual bien conocida.
Resultó que aunque el número de puntos y el total de píxeles (la luminancia media) fueran los mismos, el diámetro de la pupila de los observadores varió gradualmente de acuerdo con el número de objetos percibido. En puntos negros sobre fondo blanco fue mayor cuando el número percibido era alto y menor cuando era bajo, explican los investigadores.
"Este resultado muestra que la información numérica está relacionada intrínsecamente con la percepción", asegura Elisa Castaldi, otra de las investigadoras, quien añade que en la práctica este hallazgo ayudará a diagnosticar tempranamente un trastorno que dificulta aprender matemáticas y se llama discalculia, también conocido como la dislexia de los números.
En el mismo laboratorio italiano de la Universidad de Pisa en el que se han hecho estos experimentos, se ha visto recientemente que el tamaño de la pupila, además de por la luz, está también regulado por factores cognitivos y de percepción.
Hace ya unos diez años que se empezó a comprobar que la pupila también reacciona cuando el ojo se fija en algo concreto, cuando se perciben ilusiones visuales e incluso ante el contenido semántico (el significado) de las imágenes que se observan. "Esto sugiere", señalan los científicos, "que las estructuras cerebrales que controlan el tamaño de la pupila reciben señales de modulación de áreas cerebrales superiores".
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