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En busca del ‘abuelo’ de los europeos

Un proyecto genético pretende rastrear la huella migratoria de la Humanidad

NUÑO DOMÍNGUEZ

El que más y el que menos conoce quiénes fueron sus bisabuelos, pero nadie puede mirar su árbol genealógico y averiguar quién fue el primer eslabón de la cadena, hace miles de años. Un equipo internacional de genetistas va a poder determinarlo consultando un banco de datos único: el ADN.

Dos expertos en genética comenzarán en noviembre a recoger muestras de ADN en España y el resto de Europa para conocer si el genoma de los españoles proviene mayoritariamente de cazadores nómadas del Paleolítico, hace 40.000 años, o de agricultores sedentarios que llegaron en el Neolítico, hace 10.000.

'Eso lo vamos a responder fácilmente con los datos genéticos”, señala David Comas, uno de los dos investigadores de la Universidad Pompeu Fabra cuyo trabajo forma parte de Genographic, un proyecto coordinado por National Geographic que pretende detallar el mapa migratorio de la humanidad desde sus orígenes en África hace al menos 60.000 años.

Los científicos analizarán unas 100.000 muestras de ADN de europeos —10.00 de ellas de españoles— con las que pretenden aparcar una intensa polémica sobre el origen genético del continente. Los expertos también sabrán si la expansión neolítica afectó a toda la Península o si se dirigió hacia el sur dejando de lado la cordillera Cantábrica.

Hace unos 40.000 años, los primeros humanos modernos llegaron a Europa. Para sobrevivir se dedicaban a la caza y la recolección de frutos. Unos 30.000 años después, otros pobladores trajeron la agricultura y la ganadería desde Oriente Medio. “Lo que no  sabemos es si esos agricultores y ganaderos reemplazaron  a las poblaciones autóctonas o si se mezclaron”, detalla Comas.

Aunque los expertos esperan encontrar rastros de ambos grupos, el análisis de ADN indicará si la herencia que predomina en nuestros genes proviene de cazadores paleolíticos o de campesinos neolíticos.

Vascos, indígenas europeos

En España, el estudio prestará especial atención a los vascos. Según el director de Genographic, el genetista estadounidense Spencer Wells, “los vascos son un gran ejemplo de población indígena europea. El ADN tal vez añadirá algo a lo que se conoce sobre sus orígenes”, destaca el científico desde Washington en una entrevista telefónica.

Sin embargo, las posibilidades de encontrar diferencias genéticas con el resto de los españoles son muy bajas, apunta Comas. “Ya se ha visto con otros marcadores que no son tan distintos y que seguramente proceden de las mismas poblaciones que el resto de los peninsulares”, puntualiza. El proyecto, con un presupuesto de 40 millones de dólares, concluirá en 2010 y pretende ser “el mayor estudio antropológico emprendido hasta la actualidad”, según Wells.

Los dos antepasados más antiguos que se conocen han sido bautizados por los investigadores como Eva y Adán. Al contrario que los personajes bíblicos, éstos nunca se conocieron. Eva, el primer pariente femenino de la humanidad, vivió en el este de África hace unos 150.000 años. Adán vivió en la misma zona, pero hace sólo 60.000 años. El linaje genético de Adán y Eva aún está presente en el ADN de muchas poblaciones actuales.

Según los científicos, cuanto mayor es la diversidad genética de una población, más antiguo es su origen. Los continentes con gran diversidad, como África, comparten un ancestro muy remoto. Por el contrario, Europa es menos diversa, indicando que sus primeros pobladores son más recientes.

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