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Evolución Así evolucionaron los dientes y las crestas de los dinosaurios pico de pato

Un grupo de científicos ha analizado de manera cuantitativa la variabilidad morfológica de los hadrosaúridos. El estudio revela que, aunque la dentición cambió muy poco respecto a los orígenes del grupo, sus crestas, que tenían una función comunicativa, evolucionaron varias veces y dieron lugar a una variedad espectacular de formas.

Recreación de hadrosáuridos lambeosaurinos del Cretácico superior. / Oscar Sanisidro-ICP

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Los hadrosáuridos fueron un grupo de dinosaurios herbívoros que vivieron durante la etapa final del Cretácico Superior. Típicamente pesaban entre dos y tres toneladas, podían elegir entre desplazarse a cuatro patas, o solo sobre las patas traseras, y se caracterizaban por unas poderosas mandíbulas con múltiples filas de dientes para masticar las plantas de las que se alimentaban.

Son conocidos popularmente como dinosaurios pico de pato debido a su cráneo alargado, pero el rasgo más distintivo estaba en su cabeza: una cresta formada por distintos huesos craneales más o menos desarrollados en forma y tamaño.

Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y de la Universidad de Bristol (Reino Unido) han utilizado la gran cantidad de datos morfológicos disponibles en este grupo de dinosaurios para analizar la diversidad de las formas existentes y el ritmo de la evolución de todos los huesos de su esqueleto, especialmente sus caracteres más distintivos: las crestas y la dentición.

El estudio, publicado en la revista Paleobiology, revela que el aparato masticatorio de los hadrosáuridos evolucionó rápidamente y que, una vez establecido, cambió muy poco en las especies del mismo grupo que aparecieron posteriormente. En cambio, las crestas continuaron modificándose varias veces a lo largo del tiempo. Esta evolución ocurrió en oleadas, es decir, en intervalos de tiempo cortos y recurrentes, que dieron lugar a crestas con formas muy diferentes: tubulares, redondeadas o lobulares, entre otros.

Crestas de todas las formas

Las vistosas crestas de los hadrosáuridos desempeñaban un papel esencial en la comunicación entre los individuos. Por un lado, eran un señuelo visual, probablemente relacionado con la competencia sexual por las parejas. Por otro lado, en algunas especies, también pudo servir para amplificar los sonidos del dinosaurio; en algunos grupos de hadrosáuridos como los lambeosaurinos se observan unos canales nasales extraordinariamente desarrollados conectados con la cresta.

“Pensamos que la dentición de los hadrosáuridos tenía un sentido adaptativo –era muy eficiente procesar los alimentos– y, por eso cambió muy poco a lo largo del tiempo, mientras que las crestas no estaban directamente involucradas en su supervivencia”, explica Albert Prieto-Márquez, investigador del ICP que firma el artículo.

“Es el mismo mecanismo que explica la vistosa cola del pavo real macho o las grandes cornamentas de los ciervos grandes”, comenta el investigador. Estas adaptaciones son parte de lo que Charles Darwin llamó caracteres sexuales, es decir, desempeñan un papel en la búsqueda de una pareja.

Cráneo de tres especies de hadrosáuridos: Lambeosaurus lambei (parte superior izquierda), Gryposaurus notabilis (superior derecha) y Parasaurolophus walkeri (inferior). / Albert Prieto-Márquez-ICP

Cráneo de tres especies de hadrosáuridos: Lambeosaurus lambei (parte superior izquierda), Gryposaurus notabilis (superior derecha) y Parasaurolophus walkeri (inferior). / Albert Prieto-Márquez-ICP

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