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El espectáculo de unas galaxias muy, muy lejanas

Publicadas imágenes "espectaculares" de los restos de dos antiguas galaxias enanas, que podrían haberse extinguido hace unos 5.000 millones de años.

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Que estén muertas no quiere decir que no puedan ser protagonistas de su propio espectáculo. Lo han demostrado Investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y astrofotógrafos aficionados de EEUU. Sus observaciones han captado imágenes "espectaculares" de los restos de dos antiguas galaxias enanas, que podrían haberse extinguido hace unos 5.000 millones de años.

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El astrofísico del IAC David Martínez afirma, que la investigación realizada en este campo con el astrofotógrafo del Observatorio Black Bird, R. Jay Gabany, es "muy parecida" a la arqueología, pues se están "desenterrando" con técnicas contemporáneas "los fósiles" de las galaxias enanas del pasado.

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Esta investigación parte de la teoría cosmológica más aceptada en la actualidad, según la cual las galaxias espirales, como la Vía Láctea, se formaron a partir del aglutinamiento de galaxias enanas que orbitaban a su alrededor, en un proceso que ha durado más de 10.000 millones de años.

Con los potentes telescopios actuales los astrónomos buscan los restos de esas galaxias enanas, "enterradas" en el fondo estelar, y se intenta reconstruir este pasado cósmico "igual que los arqueólogos reconstruyen los monumentos" a partir de los fragmentos que encuentran, explica Martínez.

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El científico subraya el papel que tienen en este campo los astrónomos aficionados, que pueden dedicar muchas horas al intento de captar imágenes de estos restos galácticos, denominados "corrientes de marea".

Una corriente de marea es un río de estrellas y materia oscura que emana de una galaxia enana cuando se destruye en torno a una galaxia espiral.

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Estos procesos son los denominados de "canibalismo galáctico", pues una galaxia mayor "se come" a las pequeñas de su entorno, que "se deshacen como azucarillos y sus estrellas pasan a formar parte de la grande".

Martínez y Gabany han podido captar dos corrientes de marea en imágenes que se encuentran entre las primeras obtenidas en el mundo en este ámbito, gracias a una exposición de entre 15 y 16 horas, y son imágenes "muy profundas" de restos de antiguas galaxias enanas, de al menos unos 5.000 millones de años.

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Estos son los primeros resultados de la colaboración entre el investigador del IAC y el astrofotógrafo estadounidense, que tenían "pistas" a través de las imágenes captadas por telescopio en las que se detectaban "sobredensidades" en varias regiones celestes, y al profundizar se vieron las corrientes de marea.

La colaboración entre ambos comenzó hace un año con el estudio de las corrientes de marea en el entorno de la Vía Láctea, y ahora se abre "un nuevo paso" para detectar estos restos galácticos en otras galaxias espirales. Se trata de corrientes que dan vueltas en torno a la galaxia y resultan "bastante espectaculares".

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La idea de ambos colaboradores es buscar corrientes de marea en todas las galaxias espirales cercanas a la Vía Láctea, en el entorno de unos 50.000 años luz.

Los resultados se compararán con los modelos cosmológicos complejos que elaboran los superordenadores, pues David Martínez detalla que, según las teorías cosmológicas, las galaxias espirales como la Vía Láctea deberían estar rodeadas de muchos de estos restos galácticos.

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El problema es que, según estos modelos, una galaxia espiral debería estar rodeada de unas 200 galaxias enanas, y en el caso de la Vía Láctea "sólo vemos 20".

Por ello hay una "crisis" en los modelos cosmológicos, pues no se sabe si estas teorías son correctas y entonces se deberían revisar, y varios grupos científicos trabajan para aportar distintas soluciones.

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El trabajo que desarrollan Martínez y Gabany puede contribuir a esclarecer estas dudas, pues básicamente intentan buscar "galaxias perdidas", puntualiza el científico del IAC.

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