Uno de cada diez viajeros al trópico regresa enfermo
Este año los turistas han traído sobre todo diarreas y dengue de Asia y Latinoamérica
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Tras volver de India, Lucía seguía con dolor de estómago y diarrea, por lo que decidió acudir al médico. "Me hicieron un análisis de sangre y de heces, y me dijeron que el malestar lo estaba provocando un parásito, Giardia lamblia, que estaba alojado en mis intestinos", explica esta joven de 33 años. Se trata de un parásito que contamina el agua, las frutas o los alimentos.
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El caso de Lucía no es excepcional. A pesar de la crisis, en España se calcula que cada año más de un millón de personas optan por destinos tropicales, como África subsahariana, el sureste asiático o Latinoamérica. Y se calcula que uno de cada diez de esos turistas vuelven con algún souvenir indeseable. Los síntomas más frecuentes son problemas gastrointestinales, fiebres, afecciones cutáneas y respiratorias. La mayoría de estas dolencias, si se tratan a tiempo, se quedan en anécdota. Otras, como la malaria, pueden acarrear complicaciones graves.
Este año el dengue está haciendo verdadero furor entre aquellos que regresan de Asia y América Latina. Se trata de una enfermedad transmitida por una variedad del mosquito Aedes el temido mosquito tigre y que provoca fiebre, dolores musculares y de cabeza. La movilidad y la capacidad de expansión y adaptación del mosquito están provocando que el dengue traspase fronteras: hace pocos días se detectó un brote en Francia.
Los turistas que vuelven de África enfermos suelen hacerlo de malaria, "en muchas ocasiones porque no toman la profilaxis", advierte el doctor José Muñoz, especialista en medicina tropical del Hospital Clínic de Barcelona. La mala prensa que rodea a la profilaxis de la malaria hace que muchos decidan no tomarla. "Los efectos secundarios están sobrevalorados. Al viajar, se suele achacar cualquier malestar a la medicación y se abandona, cuando la mayoría de veces no tiene nada que ver", añade Muñoz.
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Para muchos, los problemas comienzan durante el viaje. Según datos del Hospital Ramón y Cajal, cinco de cada diez personas que viajan al trópico padecen dolencias que se curan en el mismo país tomando medicación. "En lugares con concentraciones tan elevadas de población, con pocos recursos, sin higiene, abundan las infecciones que se adquieren con la comida o el agua", explica Muñoz. Es el caso de la bacteria Escherichia coli, la causa de diarrea del viajero más frecuente en India o Egipto.
"No existen destinos de riesgo, sino viajeros y viajes de riesgo", puntualiza Rogelio López-Vélez, responsable de medicina tropical del hospital Ramón y Cajal. "Los mochileros, quienes viajan más de tres semanas o en época de lluvias tienen más probabilidades de contraer alguna enfermedad tropical que quienes van a resorts de alto nivel", explica López-Vélez.
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Según un estudio realizado hace tres años en los aeropuertos de Madrid y Barcelona por el Hospital Ramón y Cajal, sólo la mitad de los viajeros a zonas de riesgo iba vacunada y apenas un tercio tomaba las pastillas para prevenir la malaria. "Antes, las agencias de viaje informaban a los viajeros de las precauciones. Ahora, la mayoría organiza su viaje por internet en el último momento y no pasa por los centros de vacunas", alerta López-Vélez. "La prevención es también la información. Y eso te lo cuenta el médico", añade Muñoz.