Este artículo se publicó hace 13 años.
Castilla y León insiste en la estación de San Glorio
El proyecto para construir una instalación de esquí está en la lista de amenazas que los científicos elaboraron en Nagoya
Durante la celebración de la Cumbre Mundial de la Biodiversidad celebrada el pasado octubre en Nagoya (Japón), un grupo de científicos decidió trascender el plano teórico y pasar a la acción. Seleccionaron 26 problemas graves para la conservación de la biodiversidad que podían tener solución mediante la intervención de los gobiernos. El resultado fue la lista Biodiversity 100 que, publicada en colaboración con The Guardian, abarca desde la masacre de los tiburones en Indonesia a la progresiva deforestación de la Amazonia. Una vez identificados los casos, lo comunicaron a los gobiernos responsables buscando una reacción positiva. La iniciativa mereció una reseña en la revista Nature.
El proyecto de la Junta de Castilla y León para construir una estación de esquí junto al puerto de San Glorio fue seleccionada como uno de esos paradigmas de "la sangrante diferencia entre las palabras y los actos", explica a Público Guillaume Chapron, profesor de la Estación Biológica de Grim-sö (Suecia) y uno de los autores de la lista. El Gobierno de Castilla y León aprobó el pasado jueves el proyecto de ley de las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) de la Montaña Cantábrica Central. Mediante la tramitación de urgencia, se pretende el visto bueno definitivo del Parlamento en marzo. "El Gobierno de Castilla y León hace una bonita propaganda sobre su compromiso en conservar la biodiversidad, pero nada más. En el caso de San Glorio, la decisión sería muy sencilla: cancelar el proyecto y salvar el hábitat crítico del oso", añade Chapron.
Expertos consultados por Público aseguran que la aprobación de las DOT no eliminan las trabas al proyecto de San Glorio. "Ese proyecto aún debe ser presentado en sus detalles y superar trámites de evaluación de impacto ambiental, entre otros". Recuerdan, además, que el proyecto debe obtener el visto bueno de la Unión Europea.
Luigi Boitani es catedrático de Zoología de la Universidad de Roma. Como presidente de la Estrategia Europea para los Grandes Carnívoros, trabaja con frecuencia con la Comisión Europea y el Consejo de Europa. "El proyecto de San Glorio es el paradigma del fraude intelectual que caracteriza las políticas de muchos gobiernos: declaran que hacen todo lo posible para salvar la naturaleza pero actúan en dirección contraria", destaca Boitani.
En las cartas enviadas al Ministerio de Medio Ambiente y a la Junta, se alude a las investigaciones desarrolladas con osos en Escandinavia por el científico Jon Swenson. Este explica por qué no debería construirse una estación de esquí: "Hemos encontrado que los resorts turísticos, incluyendo las estaciones de esquí, desplazan a los osos tanto como ciudades de 3.000 habitantes". Y añade: "Además, las hembras preñadas que son molestadas en las oseras producen diez veces menos crías porque deben buscar otra osera. La combinación de estos factores puede ser crítica para la pequeña población oriental de la Cordillera Cantábrica".
Más determinante se manifiesta Boitani: "La estación de esquí es absolutamente incompatible con la supervivencia de la población de osos. La magnitud del proyecto y el grado de destrucción causado por la estación son tan enormes que la pequeña población de osos sucumbirá casi con certeza". "Si la Junta sigue adelante con el proyecto, perderá el respeto y la estima del resto de Europa; sólo conseguirá sacrificar a los últimos osos de esta población en peligro de extinción", concluye.
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