Este artículo se publicó hace 13 años.
Un buque llega mañana a El Hierro para analizar las erupciones
El Instituto Español de Oceanografía también dará apoyo material y humano. Los expertos piden que no se baje la guardia, pero aseguran que la población puede estar tranquila
El buque "Profesor Ignacio Lozano" llegará mañana a primera hora a El Hierro para facilitar la labor de los científicos en la gestión y valoración de la dimensión de las erupciones submarinas cerca de la punta de La Restinga, ha informado este jueves la Consejería de Economía, Hacienda y Seguridad en un comunicado.
El buque científico, propiedad de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información del Gobierno de Canarias, realizará diversos perfiles verticales de parámetros físico-químicos, geoquímicos y de gases disueltos en las aguas.
A lo largo de los perfiles verticales se realizarán medidas de temperatura y salinidad, así como la toma de muestras de aguas marinas a diversas profundidades, gracias a la instrumentación que tiene la embarcación, para su posterior análisis.
El buque posee un mecanismo con cable de acero de 1.000 metros que le permite arriar y recoger instrumentos con pesos de hasta 200 kilogramos, se explica en el comunicado.
Asimismo dispone de sondas autocontenidas capaces de medir simultáneamente profundidad, temperatura y salinidad, y botellas para tomar muestras a distinta profundidad con precisión y limpieza.
El buque "Profesor Ignacio Lozano" zarpará durante la tarde de hoy del puerto de Taliarte, en Gran Canaria, y está previsto que arribe a las 08:00 horas de mañana al puerto de La Estaca, en El Hierro.
Además, el Instituto Español de Oceanografía (IEO) dará apoyo material y humano para estudiar la situación en el mar y está dispuesto a enviar a la zona el buque Ramón Margalef, que es un laboratorio flotante, han dicho a Efe fuentes del IEO.
El IEO ha recibido esta mañana la primera petición oficial para que colabore en el análisis de las aguas marinas de El Hierro una vez que se ha confirmado la existencia de dos manchas que son producto del proceso volcánico que se desarrolla en la isla.
Las fuentes del IEO han señalado que el Instituto Español de Oceanografía dará todo el apoyo que sea necesario en coordinación con el resto de la comunidad científica, y han recordado que el Ramón Margalef está en Vigo a la espera de trasladarse a Canarias si es preciso.
El Ramón Margalef está dotado con la última tecnología en la evaluación de la biomasa marina y que lo convierten en uno de los laboratorios flotantes más avanzados del mundo, según el director del IEO, Eduardo Balguerías, durante la botadura del barco en febrero del pasado.
Se trata de un barco de 46 metros de eslora con un sistema de dobles hélices de cinco alas, con capacidad para transportar a once investigadores, aparte de doce miembros de la tripulación.
La población, tranquilaEn cuanto la población, fuentes del Cabildo de El Hierro manifestaron que está tranquila y serena, y comentaron que la aparición de las manchas ha sido una alegría sobre todo para los vecinos de la isla, porque les ha quitado preocupación.
"Es un proceso que puede prolongarse en el tiempo"En ese sentido abundó el responsable de difusión científica del Instituto Vulcanológico de Canarias, David Calvo, quien este jueves explicó que la población desalojada puede estar tranquila "porque los movimientos actuales significando que el sistema esta liberando presión". Sin embargo, Calvo recordó que "no por ello se debe bajar la guardia porque es un proceso que puede prolongarse en el tiempo".
En declaraciones a Radio Nacional, Calvo afirmó: "Parece que ha encontrado una fractura y es cuestión de pensar o calibrar saber si puede propagarse a la zona costera". Calvo recordó que en Canarias "son habituales las erupciones fisurales, en las que se pueden abrir fracturas de varios kilómetros".
Asimismo, apuntó la posibilidad de que se registren nuevas erupciones. "El magma tiene un columna encima de 500 metros de agua lo que ejerce una presión bastante importante y hace que pueda buscar zonas con una presión menor, por eso no hay que descartarlo".
Por su parte, el director de la Red Sísmica Nacional, Emilio Carreño, detalló en declaraciones a la Cadena Ser que "en caso de que se produjeran fenómenos en tierra se vería algo de humo pero poco más porque realmente suelen ser focos pequeños ya que no existen volcanes ni caldera volcánica, por lo que no hay motivos de temor en absoluto".
Fotografía facilitada por el Instituto Geográfico Nacional y el CSIC sobre la mancha volcánica situada en la costa sur de El Hierro
Siete seísmosRespecto a los seísmos de las últimas horas, el Instituto Geográfico Nacional ha registrado siete este jueves, el primero a la 01.47 horas, con magnitud 1.9 en la escala de Richter y a una profundidad de 18 kilómetros, mientras que el último se ha producido a las 05.19 horas, con magnitud 1.8 y una profundidad de 17 kilómetros.
El de mayor magnitud, 2.1 en la escala de Richter, se ha registrado a las 2.23 horas a una profundidad de 18 kilómetros.
Estos movimientos han sido registrados después de que ayer se hallasen dos manchas a una y dos millas de la costa de La Restinga, que constatan que el proceso eruptivo submarino que comenzó el pasado domingo en la isla tiene dos focos activos, según los técnicos.
Las manchas se acercan a 1,85 kilómetros de La RestingaLas manchas generadas por la erupción submarina se encuentran ya a una milla marina (1,85 Km) de La Restinga.
Unas imágenes aéreas, tomadas por el Instituto Geológico Nacional y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, muestran una mancha de color verde claro, con zonas canela, aproximándose a la costa, explica el Gobierno canario en un comunicado.
Los expertos consideran que esa mancha en el mar "podría asociarse a una emisión fumaroliana a profundidad mayor de 150 metros" y tiene "características diferentes" a las observadas ayer.
Durante la tarde del miércoles, el equipo científico desplazado a El Hierro dio a conocer que se habían detectado en el mar dos manchas con fuerte olor a azufre y que contenían peces muertos, a una distancia de entre 1,5 y 2 millas náuticas (2,77 y 3,70 kilómetros).
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