Con la llegada del frío y el descenso de temperaturas, es habitual que en nuestras viviendas puedan empañarse las ventanas. Los vidrios se empañan por la condensación que provoca el aire húmedo al tocar una superficie que todavía está más fría. Ese exceso de humedad provoca que las ventanas terminen empañándose.
Pero, siendo conscientes de esto, ¿hay algo que podamos hacer para evitarlo? Desde luego que sí. Estos son los trucos caseros para que no se te empañen las ventanas que tienes que poner en práctica.
Trucos para que no se te empañen las ventanas
Ventilación frecuente
Ventilar con frecuencia las habitaciones es una de las formas con las que combatir el empañamiento de las ventanas. Si lo haces uno diez o quince minutos al día, reducirás el riesgo de que suceda, además de que airearás las estancias y renovarás el aire del interior de tu casa para que sea más saludable. Aunque sea invierno y haga frío, no debes pasar esto por alto.
Recuerda que si no ventilas las habitaciones, especialmente el dormitorio, puedes tener peor calidad de sueño y empeorar las enfermedades respiratorias, además de incrementar las alergias. Las personas que duermen en dormitorios bien ventilados disfrutan de un sueño más reparador, tal y como ha quedado demostrado en estudios como A single-blind field intervention study of whether increased bedroom ventilation improves sleep quality, publicado en agosto de 2023 en la revista Science of the Total Environment.
Templada temperatura ambiente
Otro factor muy importante hace referencia a la temperatura de dentro de tu hogar, pues cuanto más elevada sea, más contraste habrá con el exterior y más se condensará la humedad en tus ventanas. Recuerda que la condensación se produce porque la cara exterior de la ventana recibe una temperatura mucho más baja que la del interior, y si además hay humedad dentro de casa, verás como los cristales se empañan.
De tal modo, se recomienda que la temperatura ambiente interior ronde alrededor de los 19 ºC. Si estás acostumbrado a tener muy alta la calefacción, es más que probable que tus ventanales se empañen todas las mañanas. Como resultado, evita el sobrecalentamiento de tu casa siempre que sea posible, porque cuanto más elevada sea la temperatura, la cantidad del vapor en suspensión será también mayor y favorecerá la condensación en cristales y ventanas.
Uso del lavavajillas
Hay un truco, de esos conocidos como remedio de la abuela, que te puede servir para que las ventanas no se empañen. Solo tienes que echar un poco de lavavajillas líquido en un paño de microfibra que esté seco y, a continuación, pasarlo por el vidrio de tu ventana. Esto hará que se cree una barrera que impedirá la condensación.
Otra opción es preparar una solución con un par de tazas de agua, un par de tazas de vinagre y unas gotas de detergente líquido. Utiliza un pulverizador para repartir esta mezcla en los cristales de las ventanas, verás como también sirve para que se produzca menos condensación. En cualquier caso, evita los trucos en los que se incluye el alcohol como ingrediente, puesto que son muchos los expertos que no lo recomiendan por el riesgo de dañar las ventanas, ya que se trata de un producto abrasivo.
Utilización de deshumidificadores
Los deshumidificadores propician que la humedad y la condensación desaparezcan, así que si en tu casa se suelen empañar las ventanas, es recomendable disponer de alguno. Esto es altamente recomendable en aquellas zonas en las que llueve mucho en invierno y en las que suele haber un elevado porcentaje de humedad en el ambiente durante todo el año. El extractor en la cocina también resulta imprescindible cuando se guisa y se cuece, puesto que se produce mucho vapor. Y asegúrate de contar con una buena ventilación en el cuarto de baño para cuando te duches.
Los dobles ventanales también facilitarán que los vidrios se empañen menos, pero, en el supuesto de que vivas en una casa sin ellos, no siempre es factible su renovación, por lo que el uso de deshumidificadores se convierte en una opción más económica y recomendable. Y no olvides bajar las persianas y pasar las cortinas para que actúen de aislante con el exterior.
Eliminar la condensación
Mientras tus ventanas tengan condensación, deberás eliminarla todas las mañanas, y verás cómo a medida que lo haces, se producirá cada vez menos. Para ello puedes usar una toalla vieja o un paño grande de microfibra. Seca los cristales bien cada día por la mañana para que no quede resto de agua en ellos. Y asegúrate de mantener siempre limpias y despejadas las canaletas de agua y los orificios de evacuación.
Recuerda que controlar la humedad y la temperatura de dentro de tu casa son los dos factores claves para evitar que se condensen las ventanas, aunque es importante que estas dispongan de un buen aislante térmico.