El pan suele ser uno de los alimentos fundamentales en todos los hogares. Se trata de un componente básico en la mayoría de las dietas, y en España su consumo es elevado. Sin embargo, no siempre adquirimos en el supermercado, tiendas o panaderías lo que pensamos que nos están vendiendo.
El asunto se complica cuando hablamos de panes integrales. ¿Son realmente integrales? ¿Hay una regulación al respecto para que no nos engañen? Esto es lo que debes saber para comprender si los panes integrales son un timo o no.
Normativa sobre el pan
Con la antigua normativa que había en España, podría decirse que se podía etiquetar como pan integral casi cualquier cosa, puesto que con solo un 1% de harina integral, ya podía venderse como tal. Sin embargo, la situación ha cambiado notablemente, tanto en este punto como sobre la masa madre. Ambos factores tienen especial importancia, porque son los que diferencian el pan tradicional de los panes industriales, y el modo en que los consumidores podemos saber qué es lo que estamos comprando.
La actual ley, establecida en el Real Decreto 308/2019, de 26 de abril, por el que se aprueba la norma de calidad para el pan, determina que el pan integral debe indicar en su etiquetado que está hecho con un 100% de harina integral y, en el caso de que esté elaborado con una mezcla de harinas, habrá de constar el porcentaje correspondiente a cada una de ellas. Recuerda siempre que en las etiquetas de cualquier producto, los ingredientes están siempre colocados de menor a mayor. Es decir, en función de la cantidad que incluyen de cada uno de ellos.
¿Qué es el pan integral?
El pan integral es aquel que se elabora con harina de trigo integral, por lo que el grano de trigo se ha molido al completo. Pero también es posible conseguirlo con una mezcla de harina blanca, salvado y germen de trigo. Estos también se consideran integrales.
El Real Decreto 308/2019 diferencia muy bien todos ellos en su artículo 4.3. De tal modo, puede etiquetarse y venderse como pan 100 % integral o pan integral, aquel elaborado con harina exclusivamente integral. El pan preparado con mezclas de harinas, para poder ser considerado como tal debe indicar elaborado con harina integral X %, así como con los cereales de los que procede la harina utilizada. Además, la mase madre para elaborar pan 100% integral debe proceder exclusivamente de harina integral, pero también es posible que exista una diferencia de porcentajes de distintas harinas, lo cual deberá indicarse.
En cualquier caso, el término integral, que puede sustituirse por el de grano entero, solo puede utilizarse para esos casos que recoge la ley. Así que, si te fijas en el etiquetado, revisa bien que las harinas sean integrales para que no te timen. De hecho, la receta es bien sencilla: harina integral, agua, levadura y sal.
Pan multicereal
A menudo, existe una confusión entre el pan integral y el multicereal. Este último además ha incrementado el precio en los últimos tiempos y cada vez está más de moda. Sin embargo, que un pan sea multicereal no significa que sea integral.
Si consultamos de nuevo la ley sobre la norma de calidad del pan, determina que el pan multicereal es aquel elaborado con tres o más harinas diferentes, de las cuales dos al menos procederán de cereales. Cada una de las tres harinas mayoritarias estará en una proporción mínima del diez por ciento y las harinas procedentes de cereales no podrán suponer menos del treinta por ciento, sobre la mezcla total de harinas. si quieres saber de nuevo si el pan multicereal es integral, fíjate qué porcentaje tiene de harina de trigo integral, si es que la tiene.
Cómo saber si el pan es integral
El etiquetado de los alimentos nos ayuda a comprobar si panes envasados como el pan de molde y las tostadas, por ejemplo, son integrales. Sin embargo, no es tan sencillo cuando vas a la panadería y te dan la barra en la típica bolsa de papel. Para saber si el pan es integral deberás entonces fijarte en unos sencillos detalles.
Primero, la miga del pan integral es más oscura que la del pan blanco, pero un poco más clara que la de centeno. Esto es debido a que la harina de trigo con la que se prepara no está refinada e incluye el salvado, que contribuye a ese tono característico. En segundo lugar, fíjate en la corteza. El pan integral se caracteriza por una corteza más dura y menos uniforme que las de otros panes, de nuevo, por la presencia del salvado, responsable también de que contenga más minerales que el pan blanco. Su aspecto siempre es heterogéneo.
