¿Son malos todos los conservantes?

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Cuando se habla de conservantes se tiende a asociarlos con algo negativo, sin embargo, hemos de ser conscientes que no siempre es así. Por ese motivo es necesario conocer en qué consisten y cuáles son sus beneficios e inconvenientes para poder hacerse una idea clara sobre ellos sin caer en la quimiofobia. Al fin y al cabo, todos nuestros cuerpos también son química.

Analizamos si todos los conservantes son malos y, si no es así, qué debes tener en cuenta cuando mires el etiquetado de los alimentos para cuidar la alimentación. Esto es lo que has de saber.

¿Qué son los conservantes?

sardinas en latas de conservas
Sardinas en lata de conserva/Foto: Pixabay

Los aditivos son sustancias que contribuyen a la conservación de los alimentos, al incremento de su sabor o a la modificación de su aspecto para que visualmente sean más apetecibles. A los aditivos destinados a que los alimentos duren más tiempo sin estropearse se les denomina conservantes.

Los conservantes sirven para que productos farmacéuticos, cosméticos y alimentos prolonguen su vida útil, es decir, tarden más tiempo en deteriorarse y en ser colonizados por el moho, las bacterias y otros microorganismos que pueden transmitir diversas enfermedades, por lo que son relevantes para nuestra salud. También es necesario saber que existen tanto conservantes naturales como artificiales, y que todos los alimentos que los incluyen han pasado los obligados controles sanitarios para su consumo, por lo que pueden tomarse sin peligro. No obstante, no todos ellos son lo más adecuado para nuestra salud, al igual que sucede con los productos ultraprocesados.

Conservantes naturales

Los conservantes naturales son los que están elaborados a base de productos alimenticios que poseen propiedades antioxidantes o que retrasan su deterioro. Su principal ventaja es que no añaden sustancias nocivas ni modifican su composición. Otra de las principales ventajas del uso de este tipo de conservantes es que dañan menos el medio ambiente, puesto que la contaminación que implica su producción suele ser menor que la de los artificiales, cuyos componentes químicos van a parar a ríos y océanos.

Conservantes artificiales

Patatas fritas
Patatas fritas/Foto: Pixabay

Los conservantes artificiales sí se elaboran a partir de sustancias químicas y materiales sintéticos. Además de ello, el consumo en exceso de alimentos con conservantes artificiales, como son los ultraprocesados, se ha relacionado con mayor probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares y problemas respiratorios.

Por ese motivo se ha de prestar especial atención a los conservantes que contienen determinadas bebidas y alimentos procesados, como el aspartamo (E-951), los sulfitos (E-220 a E-228) y los nitratos y nitritos (E-249 a E-252). Estos últimos se relacionan con la aparición de determinados cánceres, por lo que se recomienda evitarlos, tal y como se señala en el estudio Nitratos y nitratos alimentarios como posibles causas de cáncer: una revisión publicado en la Revista Colombiana de Ciencias Químico – Farmacéuticas en noviembre de 2021.

Principales conservantes

Azúcar moreno
Azúcar moreno/Foto: Pixabay

Los conservantes más habituales y conocidos son la sal, el alcohol y al azúcar, así como el extracto de romero, que se utiliza mucho en panadería, y los ácidos sórbico y acético. Sin embargo, detrás de términos como ácido acético se esconde un elemento que seguro que conoces: el vinagre, un conservante natural que puede confundirse con algo artificial cuando no lo es.

Asimismo, el ácido sórbico o vitamina C, que actúa como un antioxidante y mantiene el sabor y la textura de los alimentos, procede de frutas y verduras como los cítricos, mientras que el sorbato de potasio es un derivado del ácido sórbico que se usa para evitar la proliferación de levaduras y moho en productos de panadería, productos lácteos y salsas.

Nomenclatura de los aditivos

De igual modo, es habitual pensar que todo lo que empieza por la letra E en el etiquetado de los alimentos es dañino. Esta letra se ha utilizado como código para poder nombrar a los aditivos de una manera unificada, la cual está regulada por la Unión Europea (UE), que además obliga a pasar todos los controles sanitarios para que ese aditivo pueda ser utilizado.

Que un aditivo comience por la letra E no significa que sea artificial, porque absolutamente todos comparten tal nomenclatura. Volviendo al ejemplo del vinagre que encontrarás con frecuencia en el etiquetado de productos como zumos de frutas, su denominación es E330, mientras que el ácido ascórbico o vitamina C es E300 y la lecitina que procede de alimentos como la soja, el maíz o los cacahuetes, es E322.

Alimentación saludable

Ensalada de frutas
Ensalada de frutas/Foto: Unsplash

En definitiva, los alimentos naturales son más saludables para nuestra alimentación que los procesados y lo ultraprocesados, y, efectivamente, no tienen conservantes, pero eso no implica que todo alimento que tenga un conservante sea insano. Hay que estar atento a otros factores, como los distintos aditivos y el resto de ingredientes que lo componen, y no abusar de la denominada comida basura.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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