La laca es uno de esos productos que todo el mundo suele tener en casa y desconoce los múltiples usos que ofrece, más allá de servir para fijar el peinado y cuidar nuestro aspecto. Y así lo demuestran los numerosos usos que comparte con nosotros Begoña Pérez, más conocida como La Ordenatriz, en su libro Los trucos de la Ordenatriz.
Entre las muchas recetas que puedes encontrar en este diccionario para solventar pequeños dramas domésticos, estos son algunos de los usos de la laca que no te imaginas y que vale la pena conocer. ¡Seguro que te quitan de más de un apuro!
Abrillantador
¿Estás preparando una fiesta de cumpleaños o vas a decorar tu casa este Halloween con un montón de globos de colores? ¡Pues no olvides la laca! Y es que entre las numerosas utilidades de la laca se encuentra la de servir como abrillantador de globos. Si los rocías con ellos comprobarás cómo quedan lacados y muy brillantes, por lo que tu decoración será todavía más espectacular sin necesidad de gastar dinero en espráis especiales para este tipo de brillos.
Desatascar cremalleras oxidadas
Si se te ha quedado atascada una cremallera porque está algo oxidada, la laca también te servirá para solventar este problema. Deberás rociarla con laca y, de manera inmediata, deslizarla hacia arriba y hacia abajo para que vuelva a correr con facilidad. Recuerda limpiar después con una bayeta o un paño humedecido en agua para eliminar los restos de laca que puedan quedar en ella.
Eliminar pegamento
Si no conoces este truco seguro que te sorprende tanto como a nosotros, ¿sabes que si has manchado de pegamento la encimera de la cocina puedes retirarlo con laca? Rocía con laca, usa una rasqueta de plástico para levantarlo y retirarlo, y después aclara rápidamente con la ayuda de una bayeta con agua. Asegúrate de utilizar una rasqueta que no dañe las superficies.
También te servirá este consejo para eliminar el pegamento de la cinta de doble cara o el que queda en las paredes donde has pegado apliques y colgadores con ese adhesivo especial que traen. En este último caso, puedes aclarar con un estropajo suave mojado en agua.
Limpiar pintadas
Este truco para limpiar pintadas y grafitis en las fachadas y en superficies duras de ladrillo y piedra también tiene como producto principal la laca. Para ello solo tendrás que aplicar la laca y después frotar con un estropajo empapado en agua. En este caso sí puedes usar un estropajo duro para que rasque bien la pintura. Repite la operación las veces que sea necesario hasta que quede eliminada del todo.
Quitar arañazos del coche
Para quitar algún arañazo de la carrocería del coche, también es posible usar la laca. Obviamente, esta no hace milagros y no lo hará desaparecer del todo, pero si se trata de un arañazo superficial sí logrará que se minimice notablemente y pase desapercibido. Aplica la laca en la zona del arañazo y después aclara con una bayeta con agua. Elimina la laca por completo y repite la operación si crees que es necesario. ¡Verás que cambio se produce en tu vehículo!
Limpiar las monturas de pasta
Seguro que si tienes monturas de pasta habrás comprobado cómo, con el paso del tiempo, terminan poniéndose blanquecinas por el uso, normalmente en las patillas o en la zona central. Pues la laca también te puede servir para dejarlas como nuevas. Solo tienes que aplicarla, luego enjuagar con agua y después secar bien. ¡No olvides tapar los cristales antes de rociar con laca para no mancharlos ni correr el riesgo de dañarlos!
Quitar manchas de tinte
Uno de los usos de la laca que resulta tan práctico como efectivo es utilizarla como quitamanchas en tejidos que se han manchado de tinte. Tal vez lo conozcas, porque es bastante popular, pero si no es así y andas con tintes, te será realmente útil. Ya sea en el cuello de la camisa o en las toallas de la peluquería o de tu casa, si hay mancha de tinte, deberás aplicar laca en abundancia y, a continuación lavar de forma inmediata. No te saltes este paso, y en el supuesto de que no puedas lavar al momento, siempre tienes la opción de dejar la prenda en remojo. En este último caso, antes de meterla en la lavadora, escúrrela bien y vuelve a rociar con la lata. Luego a la lavadora, ¡y listo!
En cualquier caso, como bien recuerda La Ordenatriz, la laca hay que aclararla siempre y nunca dejar rastro alguno de ello en ninguna superficie. Estos son solo algunos de los trucos que puedes usar en tu día a día, pero encontrarás muchos más para quitar manchas y sacarte de distintos apuros en su último libro.
