Una de las preocupaciones habituales en un hogar es la economía familiar, sobre todo, cuando hablamos en tiempos de inflación. Antes o después, suele ser necesario recurrir a las tarjetas de crédito para hacer frente a algún imprevisto. Sin embargo, no todas son iguales, y hemos de saber elegir cuáles usar y cómo gestionarlas para evitarnos disgustos en el futuro.
Así sucede con las denominadas tarjetas revolving, mucho más frecuentes de lo que nos imaginamos. No obstante, puede que no tengas claro cómo funcionan, pero es necesario saberlo para que no se conviertan en tu peor pesadilla. Esto es lo que debes saber sobre ellas.
¿Qué es una tarjeta revolving?
Una tarjeta revolving no es otra cosa que una tarjeta de crédito, pero con una modalidad muy concreta que caracteriza su uso. Y es que todas las compras que se efectúan con ella se aplazan de manera automática, por lo que en todo momento serán pagadas a plazos. Además, puedes utilizarla aunque no haya dinero en la cuenta a la que la tienes vinculada, puesto que la compra no se carga en el momento de hacerla sino al mes siguiente o en los plazos que corresponda. Como resultado, es posible que las uses más de lo debido si te dejas llevar por los impulsos o no eres previsor.
Pero mientras que, con una tarjeta de crédito tradicional, pagas las compras del periodo de manera íntegra en la fecha que hayas elegido sin tener que abonar intereses o, en su caso, que sean mínimos, por lo que respecta a la tarjeta revolving, sí hay intereses y comisiones que pagar en cualquier circunstancia. Y la verdad es que son bastante elevados.
Por otro lado, debes tener en cuenta que las tarjetas revolving no son solo emitidas por el banco y las entidades financieras, sino que puedes poseer alguna sin ser consciente de ello. Y es que las tarjetas que te ofrecen en muchos establecimientos son revolving. Tal es el caso de las tarjetas de Alcampo, Carrefour, Ikea, Fnac, Mediamarkt, Cepsa, Repsol, Inditex, Iberia… De hecho, las hay disponibles en todos los sectores y puede que estés usando una pensando que era una tarjeta de pago a plazos tradicional.
Intereses en las tarjetas revolving
Es posible seleccionar dos formas de pago para devolver el crédito de una tarjeta revolving. La primera de ellas es pagar una cuota fija, por ejemplo, de 30€ al mes, según las condiciones y los mínimos y máximos que haya establecido tu entidad financiera. Otra fórmula es pagar un porcentaje del saldo pendiente mensualmente. En ambos casos, cuando se efectúa el pago también se suman los intereses y las comisiones.
De manera general, los intereses de las tarjetas revolving alcanzan entre un 20% y un 30%, cuando en los otros casos de créditos al consumo, los intereses rondan entre un 7% y un 9%. Con todo ello, las deudas que se generan sino se pagan las cuotas y se devuelve el dinero, siguen creciendo de manera desorbitada. Ten en cuenta que por una compra de 900€ con tarjeta revolving puedes terminar pagando 2.900€.
Deudas por tarjetas revolving
Hay personas que han estado utilizando este tipo de tarjetas revolving como fórmula de efectuar pagos fácilmente, pero que no han sido conscientes de lo que implicaba hacerlo sin control o discriminadamente hasta que ya era tarde. Porque cuando te saltas un pago, los intereses y las comisiones se siguen multiplicando, y si la cantidad adeudada es superior a la del límite de tu tarjeta, también tendrás que pagar los intereses adicionales. Como consecuencia, la deuda se prolonga en el tiempo y parece que no vas a poder saldarla nunca.
Normativa de las tarjetas revolving
Debido a las condiciones, en ocasiones, abusivas, de este tipo de tarjetas, hay consumidores que han tenido que terminar en los juzgados defendiendo sus derechos. Desde enero de 2021, la normativa sobre tarjetas revolving establece que las entidades bancarias están obligadas a dar información precontractual y trimestral de manera periódica sobre ellas, para que los clientes puedan estar al tanto de su situación financiera.
En fecha reciente, el Tribunal Supremo, Sala Primera, en la sentencia 258/2023, de 15 de febrero, fijó una serie de criterios para estas tarjetas. Especifica así que, cuando el tipo de interés (TAE) de uno de estos contratos de tarjeta revolving sea de más de seis puntos porcentuales sobre el tipo medio de mercado publicado por el Banco de España, se considerará nulo.
Con todo ello, si tienes una tarjeta revolving con la que puedes estar pagando intereses abusivos, es posible reclamar por vía judicial para que la entidad te devuelva la cantidad de dinero que has pagado de más. Para ello deberás reunir toda la documentación relativa a tu tarjeta revolving, incluyendo el contrato, los extractos bancarios y las cantidades ya pagadas, y acudir a un abogado para que te oriente en los pasos a seguir.