¿No has oído hablar de la vermiculita? Si eres aficionado a la jardinería es posible que lo hayas hecho, y si todavía estás empezando o no te ha coincidido que te la recomienden para favorecer la salud de tus plantas, es hora de que la conozcas.
Solventamos las dudas para explicarte qué es y para qué sirve la vermiculita. Puede que sea justo lo que necesitas para favorecer el crecimiento y el mejor aspecto de las plantas de tu hogar.
¿Qué es la vermiculita?
La vermiculita es un material mineral laminar e hidratado que pertenece al grupo de las micas, compuesto por silicatos de hierro y de magnesio. Su aspecto es como de escamas comprimidas y en tonos marrones. Se describió por vez primera en la primera mitad del siglo XIX, en el estado de Massachusetts (Estados Unidos). Se la denominó como vermiculita derivando la palabra del término latino vermiculare, que puede traducirse como criar gusanos.
En la actualidad, el 90% de la producción mundial de vermiculita proviene de minas brasileñas, sudafricanas, chinas y estadounidenses. Su uso está ampliando extendido en el mundo por la gran cantidad de utilidades que posee. Entre ellas, los aficionados a la jardinería podemos aprovechar la vermiculita para obtener beneficios para nuestras plantas. Ello es debido a su alto poder de retención de agua, además de aportar nutrientes imprescindibles para su salud, como calcio, potasio, amonio y magnesio. Sus propiedades hacen que sea posible añadir la vermiculita a cualquier tipo de sustrato.
Beneficios de la vermiculita
La vermiculita favorece el crecimiento y el buen estado de salud de las plantas gracias a su aporte en nutrientes y a la retención del agua, propiciando una estupenda aireación en el sustrato, pero también por actuar como un excelente aislante térmico. Con ello, protege las raíces de las plantas y ayuda a conservar la temperatura que necesitan para estar más protegidas ante heladas o cambios bruscos. Dos o tres centímetros en la superficie, al pie de la planta, serán suficientes.
La vermiculita es uno de los pocos minerales que incrementan su tamaño cuando alcanzan determinadas temperaturas, y puede multiplicar su volumen hasta 20 veces el original. Por ello, este material resulta ideal para las plantas pero también para los huertos. Los agricultores, conscientes de sus beneficios, potencian el uso de la vermiculita al mezclarla con hummus de lombriz y similares, para conseguir una tierra más rica y adecuada para el cultivo.
¿Cómo usar la vermiculita?
El mejor modo para aprovechar los beneficios de la vermiculita es incluirla en el sustrato de nuestras plantas. Solo tendrás que mezclarla con fibra de coco o turba para enriquecer el sustrato de la maceta o colocarla sobre la superficie. En los semilleros, la vermiculita resulta especialmente útil, puesto que protege las semillas y los ejemplares más jóvenes cuando empiezan a brotar, absorbiendo la humedad que se encuentre en exceso y favoreciendo la retención del agua. Su uso es igual de recomendable en los cultivos hidropónicos, como los de las plantas en suspensión, en los cultivos flotantes y en los cultivos por humedad.
De igual modo, alejará de tus plantas a muchas plagas e insectos, porque les costará instalarse en el sustrato, ya que no podrán alimentarse de la vermiculita y buscarán sitios más adecuados donde alojarse. Por otro lado, vale la pena tener en cuenta que, si tienes que trasplantar o trasladar plantas de un lugar a otro en envases o recipientes cerrados, el uso de la vermiculita te asegurará que mantengan la humedad que necesiten y resistan mejor los trasladados. Así que no está de más que siempre tengas una pequeña bolsa a la que puedas echar mano cuando haga falta. Si tienes varias plantas en casa, probablemente la usarás más de una vez.
Ten en cuenta que no es un producto caro. En viveros, floristerías y grandes superficies encontrarás paquetes de 10 litros de vermiculita a partir de 4€, aunque encontrarás bolsas de menor tamaño, en torno a los tres litros por si la cantidad te parece excesiva.
Otros usos de la vermiculita
Pero un material como la vermiculita resulta mucho más práctico de lo que puedas imaginar, porque además de para el cultivo de plantas es posible utilizarlo como aislante térmico y acústico. Se trata de un estupendo transmisor del calor. Todo ello hace que sea muy utilizado en la construcción. Ejemplo de ello es su empleo para fabricar revestimientos en las paredes interiores de las estufas de pellets y de las chimeneas. Asimismo, es ampliamente utilizado para el aislamiento e insonorización de salas, estancias y estudios de grabación.
La vermiculita también es ignífuga y químicamente estable, un material resistente que nunca se descompone al ser inorgánico. Y, por si todas esas propiedades no fueran suficientes, no podemos olvidar que no es tóxica.
Hay un error en el último párrafo, no es transmisor del calor si es aislante. Y por favor intenta no recomendar el uso de turba, ya que tiene muy malas consecuencias para el cambio climático.