Los cactus son plantas resistentes y preciosas que quedan bien en cualquier punto de la casa. Además, resultan fáciles de cuidar, porque no son exigentes en aspectos tales como el riego. Sin embargo, es posible que no se te mueran sin que comprendas cuál es la razón.
Para poder evitar que esto suceda, lo mejor es entender cuál es la razón. Así que toma nota de por qué se te mueren todos los cactus y podrás evitar que esto suceda a los que tienes en tu hogar.
Riego de los cactus
El riego es una de las causas por las que se pueden morir tus cactus, y es que la cantidad de agua que les eches puede marcar la diferencia entre unos ejemplares preciosos u otros que enferman y mueran. Los cactus necesitan agua, pero poca y en contadas ocasiones. De tal modo, si los riegas de más morirán, porque terminarán pudriéndose, pero si los riegas de menos, también sucederá, porque necesitan el agua para vivir.
Así que te recomendamos que riegues tus cactus una vez al mes en invierno y una vez cada 15 días en verano. Recuerda que son plantas preparadas para resistir sin agua durante cierto tiempo. Pero para no quedarte corto ni pasarte, lo mejor es que compruebes si el sustrato está bien seco antes de volver a regar. Si ves que se ha secado por completo y no hay nada de humedad en la tierra, puedes hidratar tu cactus de nuevo.
Sustratos inadecuados
Los cactus y las plantas suculentas necesitan un sustrato específico para crecer y vivir de manera adecuada, por lo que si los plantas o trasplantas a una maceta con un sustrato inadecuado, será cuestión de tiempo que mueran. Ten en cuenta que el mejor sustrato para cactus es aquel compuesto por turba, arena gruesa, perlita y vermiculita.
Mala ubicación
Una ubicación inadecuada es otra de las razones más frecuentes por las que un cactus muere. El lugar es muy importante, porque ha de recibir mucha luz solar y estar en ambientes templados o cálidos. Si se ubica en sitios húmedos y/o fríos, también morirá.
Elige el lugar donde poner tu cactus teniendo en cuenta que necesitará una media de seis horas diarias de luz natural directa o indirecta. Sin embargo, cuando las temperaturas sean excesivas, podría quemarse, por lo que en los meses más cálidos puedes colocarlos en sitios de semisombra.
Enfermedades de los cactus
Los cactus también pueden enfermar, la mayoría de las veces a causa de algún tipo de hongo. Entre las enfermedades más frecuentes destaca la fusariosis, causada por el hongo Fusarium oxysporum, que ataca a las raíces si tienen exceso de humedad. En el supuesto de que compruebes que solo está afectada la parte inferior de la planta, puedes cortar la parte dañada para intentar que sobreviva.
La podredumbre del cuello, provocada por el hongo Phytophthora, provoca un tono negruzco en diversas partes de la planta hasta que acaba muriendo. De nuevo, lo más importante es no excederse en el riego. Asimismo, el hongo Botrytis cinerea es responsable de pudrir la planta hasta matarla cuando esta está dañada. El hongo penetra en la zona afectada y hace su aparición formando una especie de moho de color gris. Lo mejor para eliminarlo es un fungicida, al igual que las otras manchas provocadas por diferentes hongos que puedas apreciar en tus cactus.
Plagas de los cactus
Al igual que el resto de plantas, los cactus pueden ser atacados por insectos. Estas plagas también harán que enfermen y provocan que mueran si no pones remedio. De entre todas ellas, la más común es la plaga de cochinillas, como la Hypogeococcus pungens. Las detectarás cuando veas en la planta protuberancias, zonas endurecidas o secreciones en tallos y hojas. No es fácil eliminarlas una vez aparecen, porque producen melaza y propician el crecimiento de un hongo que ya la coloniza por completo hasta morir.
Por el contrario, si ves manchas grises o amarillas, los responsables serán ácaros o arañas diminutas; y si contemplas hojas y brotes que se enrollan y áreas ennegrecidas, probablemente tu cactus haya sucumbido a una plaga de pulgones.
Tratamiento de las plagas
Las plagas pequeñas es posible eliminarlas retirando los insectos y, a continuación, tratando las zonas afectadas con una mezcla de tres partes de alcohol isopropílico y una parte de agua. No obstante, averigua primero si tu cactus es sensible al alcohol, porque hay especies que no lo toleran.
También puedes usar insecticidas específicos contra la plaga de insectos que haya atacado tu cactus. En este caso, deberás seguir las instrucciones al detalle, porque si te excedes puedes conseguir que la planta enferme. Sea cual sea el producto de este tipo que vayas a usar, asegúrate de probarlo primero en una esquina o zona muy pequeña de la planta. Si ves que al día siguiente se ha decolorado o secado, no lo uses.
