La alimentación de nuestras mascotas resulta fundamental para su salud. Por eso, por más que nos pongan esos ojitos lastimeros o se muestren zalameros para que compartamos con ellas nuestra comida de navidado durante el año, hay determinados alimentos que jamás debemos darles. En el caso de los perros, algo que a nosotros nos encanta podría ponerles gravemente enfermos, así que es necesario tener cuidado por su bien.
Como regla general, recuerda que si nosotros debemos tomar determinados alimentos cocinados, ellos también deberán hacerlo. Si hay algo que no es recomendable que tomemos crudo, tampoco deberán comerlo así ellos. Pero esa norma no es tan simple, ya que hay restos de comida que no puedes darle a tu perro si quieres que goce de buena salud. Te contamos cuáles.
Dulces
Empezamos con algo que a ellos les encanta pero que no deben tomar: los dulces, entre lo que destaca especialmente el chocolate. Esto puede resultar más serio de lo que crees, pues edulcorantes y azúcares como el de abedul pueden causar en tu perro una insuficiencia hepática aguda o una hipoglucemia en solo media hora. Esta enfermedad deberá ser tratada inmediatamente o, en caso contrario, provocará convulsiones o incluso el fallecimiento del animal.
Con el chocolate también hay peligro, ya sea en tartas o en galletas como en onzas, sin importar su porcentaje de pureza. La teobromina que contiene el chocolate es una sustancia de riesgo para los perros, que pueden ver dañadas por ella sus funciones vitales. Solo una pequeña cantidad de chocolate podría causar a nuestra mascota vómitos, diarrea, úlceras, convulsiones y, en los casos más graves, la muerte.
Hay que tener tanto cuidado con los perros y lo dulce que, incluso la fruta, debe darse con moderación en cantidades muy pequeñas, por la cantidad de azúcar que contiene.
Productos lácteos
Los productos lácteos son otro de esos alimentos prohibidos para perros. Da igual si se los das frescos o en esa receta de tarta de queso o esas fresas con yogur, que aun encima son dulces y lo convierten en una auténtica bomba de relojería. Recuerda que los perros son intolerantes a la lactosa una vez que dejan atrás la lactancia materna y jamás deben tomar leche de beber en la edad adulta.
La reacción más frecuente si los consumen son los problemas estomacales y fuertes diarreas. Evita en todo caso darle ningún producto lácteo y te ahorrarás disgustos.
Comidas con ajo o cebolla
Tal vez no lo sepas, porque para la salud humana la cebolla y el ajo son dos alimentos beneficiosos, pero con los perros pasa todo lo contrario. Da igual cómo se preparen, crudos, cocinados o en polvo, nuestros compañeros peludos de cuatro patas jamás deben tomarlos.
Las cebollas son sumamente tóxicas para los perros, puesto que contienen compuestos que su estómago no es capaz de digerir y pueden provocar intoxicaciones y anemias. En el supuesto de que haya consumido cebollas o ajos en pequeña cantidad pueden producirse vómitos, debilidad y diarrea, así como reacciones alérgicas de todo tipo.
Aguacates
Si te has tomado una ensalada de aguacate y te sobra una poca, no la compartas con tu perro. Los componentes del aguacate resultan tóxicos para nuestra mascota, por lo que no debe tomar aguacate de ninguna de las maneras. No importa cómo lo cocines. Los síntomas tras su ingestión pueden ser desde problemas cardíacos hasta respiratorios. De nuevo, un alimento que resulta muy sano para nosotros, no tiene por qué serlo para ellos.
Pescado
Aunque puedan tomar pescado, recuerda que los perros solo deben consumirlo cocinado y en cantidades muy pequeñas. Esto sucede así porque el pescado contiene un alto porcentaje de grasas y proteínas que puede provocarles vómitos y diarrea. Por otro lado, esa pequeña cantidad que le des debe estar completamente limpia. Es decir, asegúrate de haberle quitado las espinas o correrás el riesgo de que se haga daño con una de ellas o incluso se asfixie.
Embutidos
Cuando estás picando una tabla de embutidos y tu mascota anda alrededor para que le des un trozo, no lo hagas. El embutido tiene una elevada concentración de grasas y de sal, por lo que tampoco resulta recomendable que lo coman. Puede provocarles dolores de estómago y enfermedades más graves.
De igual modo, no solo no debes darle chorizo, salami o jamón serrano, sino que tampoco deben consumir carne de cerdo cruda. Recuerda la máxima de que si nosotros tenemos que tomar un alimento cocinado, ellos también.
Aves
Por lo que respecta a la carne de ave, ni se te ocurra darle los restos de ese estofado de pollo o de esas alitas rebozadas. Los huesos de ave están prohibidos para los perros y no deben comerlos de ningún modo, no importa que estén cocidos o cocinados. El peligro reside en que se trata de huesos porosos que se astillan al masticarlos. Las astillas pueden clavarse y cortarles y provocar enormes daños en el estómago y en los intestinos, llegando a causarles la muerte.
