Las hortensias son unas de las flores más bonitas del verano. Adornan hogares y jardines, y siempre sorprenden por su belleza y colorido. Además, sus cuidados para conservarlas preciosas año tras año no son tan difíciles como se pueda pensar.
Te damos las claves sobre cómo cuidar las hortensias para que cada verano florezcan y alegren ese rincón de tu hogar o esos espacios en tu terraza o jardín que marcan la diferencia.
Características de las hortensias
La hortensia (Hidrangea sp.) es un arbusto originario de Japón que puede crecer hasta llegar a los cuatro metros de altura. Lo más característico de las hortensias son sus flores, cuyos colores van del blanco al morado, pasando por las gamas de rosados y azulados. Estas tonalidades vienen determinada por la especie de hortensia y por el PH del suelo en el que se cultiva.
Su forma y crecimiento resultan perfectos para colocar junto a muros, cercados y jardines, aunque también es posible plantar las hortensias en macetas. Tanto en un caso como en otro, solo deberás seguir una serie de pautas para que luzcan esplendorosas y florezcan cada año.
Hortensias en maceta
Para el supuesto de que quieras plantar hortensias en macetas o en jardineras para colocar dentro de casa o en la terraza, debes tener en cuenta que deben ser de gran tamaño para que tenga espacio para sus raíces. Lo mínimo que ha de medir la maceta son 50 centímetros de diámetro. Deberás enterrarla con un sustrato ácido como la tierra de brezo, regarla en abundancia y colocar la hortensia a la sombra y alejada del sol mientras se aclimata. Le llevará unos días.
Luz y temperatura
Tanto en el exterior como en el interior de casa, resulta primordial el lugar donde coloques tus hortensias. No les debe dar el sol de manera directa. Si lo hiciera, las flores se marchitarían. Por ese motivo se recomienda siempre plantarlas a la sombra o colocar la maceta en en una habitación iluminada pero donde no reciba los rayos directamente. Ten en cuenta que la luz solar diaria que necesitan es, como mínimo, de cinco horas al día.
Respecto a las temperaturas, es necesario protegerlas del frío intenso, pues no soportan que bajen de los 4 ºC. Por ese motivo, si vives en una zona donde el termómetro desciende en otoño e invierno, deberás protegerlas con un plástico para que puedan resistir.
Riego de las hortensias
Las hortensias requieren un riego abundante y frecuente, puesto que les encanta la humedad. Hay que tener en cuenta que la tierra siempre debe permanecer húmeda, por lo que regarás de manera habitual. En verano, es necesario regar las hortensias todos los días, mientras que en otoño e invierno será suficiente con un par de veces al mes. En primavera, lo mínimo será una vez a la semana.
Recuerda que si tienes hortensias en macetas, estas deben contar con un adecuado drenaje para que las raíces no se encharquen y pudran. Además, es necesario tener en cuenta que no les gusta el agua con alto contenido en cal, por lo que no se aconseja regarlas con agua del grifo. Si ves que las hojas de tu hortensia están de color amarillo, seguramente el problema será la cal del agua.
Abono y poda de hortensias
Es necesario abonar las hortensias en primavera para potenciar su floración. Los abonos más adecuados son los orgánicos, y elige si es posible alguno que sea específico para las hortensias. Por otro lado, sé comedido en su uso y limítate a las instrucciones del producto. Si echas abono excesivo en el sustrato, puedes alterar el PH del suelo y cambiar de color las flores que saldrán en el futuro.
La poda debe realizarse después de la época de floración. En el jardín puedes omitir este paso, pero si tienes las hortensias en maceta, la poda es imprescindible. En cualquier caso, elimina las flores y hojas secas para que la planta siga creciendo con mayor fuerza y vigor.
Plagas y enfermedades
Respecto a las plagas más frecuentes que atacan a las hortensias se encuentran las hormigas, los ácaros, los pulgones, las arañas rojas y la negrilla. Lo mejor es retirar los insectos que sea posible y adquirir un producto específico para su total eliminación.
Por su parte, las enfermedades que más suelen padecer las hortensias son la clorosis, por la que amarillean las hojas, y el oídio, que cubre las verdes hojas de la hortensia con un polvillo blanco que hace que se deformen y que no florezcan. Para curar la clorosis, tendrás que disminuir el nivel de PH y añadir hierro. Para el oídio de las hortensias y los distintos tipos de hongos que pueden atacarla, lo mejor es un producto o fungicida específico.
