Son muchos los residuos que generamos en el hogar, por lo que hacer compost siempre es una estupenda opción para cuidar el medio ambiente y reducir los desperdicios. Hay que tener en cuenta que hasta el 50% son restos orgánicos, por lo que podemos aprender a compostar y aprovechar los beneficios de hacerlo.
Así que si te animas a hacer compost en casa, esto es todo lo que tienes que saber. Preparar el compostaje casero es mucho más sencillo de lo que puedes imaginar.
¿Qué es el compost?
Se denomina compost al método que se utiliza para reciclar materia orgánica y transformarla en abono, que se puede usar en la jardinería y en labores agrícolas. De este modo es posible convertir la basura que generamos a diario en algo útil sin generar malos olores.
El aspecto del compost es similar a la tierra de color oscuro, mientras que su composición está libre de elementos patógenos. Se trata de un fertilizante orgánico que enriquece el suelo sin necesidad de añadir elementos químicos artificiales.
Elegir compostera
Para preparar el compost necesitas un recipiente denominado compostera o compostador, que se debe colocar en un sitio del jardín o de la terraza, a la sombra. Recuerda que no debe darle el sol directo porque es necesario que mantenga la humedad.
Entre los modelos disponibles en el mercado los encontrarás fabricados especialmente para las bajas temperaturas, aislantes a la lluvia o al viento, en función de las condiciones climatológicas que suele haber donde vives. También verás que los tamaños son de lo más diverso, así que antes de ir a comprar uno, mide en casa el espacio donde quieres colocarlo para no tener que cambiarlo después en la tienda por si has elegido uno demasiado grande. Incluso los encontrarás de pequeño tamaño para poder colocar en cualquier hueco de la cocina o de la terraza.
Residuos que puedes utilizar
Antes de explicarte cómo tienes que introducir los restos en la compostera, es necesario comprender qué residuos orgánicos puedes utilizar para ello y cuáles no. Incluye sin problema los restos de podar el césped, la maleza y las hojas verdes, y el estiércol, todos ellos de descomposición rápida. También puedes incluir hojas, flores y plantas secas, además de heno, y pieles y restos de frutas y verduras. En esto caso la descomposición es un poco más lenta. Asimismo, añade virutas de madera, ramas, cáscaras de huevos y de frutos secos, flores y huesos de fruta. Ten en cuenta que la descomposición de este grupo es muy lenta.
Hay otra serie de residuos que es posible usar para hacer compost, pero que deben añadirse ocasionalmente, como pueden ser las cenizas de leña y el cartón y resto de derivados del papel. Por el contrario, en ningún caso debes utilizar ni aceite ni carnes ni filtros de cigarrillos, ni revistas ni papeles con impresiones a color ni cenizas de carbón.
Capas de compostaje
Una vez que tenemos claro cuáles son los residuos que podemos usar, es el momento de empezar a llenar nuestro cajón o recipiente para hacer compost. La primera capa ha de estar compuesta por tierra, y sobre ella colocar paja, hojas o ramas secas. Después, cada vez que añadas restos y obtengas una capa de desechos es necesario cubrirla con otra de tierra del mismo grosor. Lo ideal es que sea de dos o tres centímetros de espesor.
Recuerda que debes regar muy poco con la finalidad de que los microorganismos descompongan los materiales, pero no los encharques. Y, si tienes posibilidad, resulta recomendable turnar las capas de residuos húmedos y secos para que el compostaje sea más rápido y efectivo.
Ves añadiendo así capa a capa, procurando mantener en todas ellas el mismo grosor, y remueve el compost cada cuatro días. De esta manera se mezclarán las capas inferiores y se aireará sin problema. Si lo haces así, comprobarás que, a partir de cuatro meses, el compost puede estar listo. Lo confirmarás si huele a tierra húmeda y fresca. Si es así, puedes usarlo para tus plantas, para el jardín o en el huerto.
Ventajas de hacer compost en casa
Si todavía no tienes claro si hacer compost en casa de esta forma, ten en cuenta los beneficios que conlleva. Se trata de un abono muy nutritivo al que sacarás mucho partido si tienes jardín, huerto en casa, jardineras o numerosas plantas. Contribuye a que los suelos se regeneren y a que sea más resistentes ante la presencia de plagas.
Con tu propio compost, usarás menos productos químicos y reducirás la basura que generas, por lo que también ahorrarás en bolsas de plástico y estarás contribuyendo a cuidar el medio ambiente. ¿Te animas a colocar una compostera en tu casa?
